Aviones rusos bombardearon ayer por primera el territorio sirio en una operación que, según fuentes oficiales rusas y sirias, tuvo como objetivo bases del grupo terrorista Estado Islámico (EI), lo que fue desmentido por activistas y opositores, y puesto en duda por funcionarios del Gobierno de EE.UU.
La televisión estatal del país árabe, que citó una fuente militar, anunció que la aviación de Rusia, en colaboración con las fuerzas aéreas de Siria, atacó blancos del EI en las provincias centrales de Hama y Homs, donde ocasionó "grandes pérdidas en las filas de los terroristas".
Las zonas bombardeadas fueron Al Rastan, Telbise, Al Zafarana, Deir Ful, Salamiya y los montes de Al Hamr y Aidun, de acuerdo con la cadena.
El medio dijo que los ataques se produjeron "en aplicación del acuerdo entre la República Arabe de Siria y la Federación de Rusia contra el terrorismo internacional y para la eliminación del Daesh (acrónimo árabe del EI)".
Por su parte, Moscú aseguró que sus aviones efectuaron ocho ataques contra el EI en sitios montañosos de Siria y negó daños colaterales entre la población civil, en respuesta a las acusaciones de la oposición en el país árabe.
La operación militar se desencadenó después de que el Consejo de la Federación (Senado) de Rusia autorizara el uso de sus fuerzas aéreas en Siria, a petición del Presidente ruso, Vladimir Putin, un permiso que no incluye una intervención terrestre.
De hecho, la Presidencia siria reveló que el propio Mandatario sirio, Bashar al Assad, había solicitado a Putin el envío de su aviación al territorio sirio para combatir el terrorismo.
Rusia es uno de los principales aliados del régimen de Al Assad desde el comienzo del conflicto sirio en marzo de 2011 y, aunque anteriormente había prestado apoyo logístico a las fuerzas sirias, esta es la primera vez que interviene directamente.
La reacción de la oposición no se hizo esperar y el presidente de la Coalición Nacional Siria (CNFROS), Jaled Joya, afirmó desde Nueva York, donde asistió a la Asamblea General de la ONU, que los bombardeos rusos en el norte de Homs causaron la muerte de 36 civiles.
El jefe de la principal alianza de la oposición política siria destacó que las áreas atacadas por los aviones rusos "estaban libres del EI y de Al Qaeda".
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, que tiene su sede en Londres pero dispone de una amplia red de activistas sobre el terreno, también rechazó que los ataques de Rusia hayan golpeado lugares con presencia del Estado Islámico.
"Los ataques no tuvieron como blanco zonas bajo el control del EI, sino áreas en poder de facciones armadas que trabajan por una Siria democrática y donde hay un cuartel del Movimiento Islámico de los Libres de Sham y del Frente al Nusra (filial siria de Al Qaeda)", lamentó la ONG en un comunicado.
El Observatorio precisó que los aparatos rusos destruyeron un depósito de armas y un vehículo del opositor Ejército de Aza (honor), perteneciente al moderado Ejército Libre Sirio (ELS), además de causar heridas a un número indeterminado de rebeldes en la provincia de Hama.
Ante el cruce de acusaciones sobre el blanco de los ataques, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, declaró que el Pentágono está revisando si Rusia dirigió los bombardeos contra el EI o si también apuntó a la oposición moderada que combate al régimen.
Posteriormente, el secretario de Defensa de EE.UU., Ashton Carter, precisó que el primer ataque parece haber ocurrido en una zona sin control del EI, y alertó del riesgo de una escalada militar en la guerra civil siria.
Occidente expresa sus recelos
Las potencias occidentales no escondieron sus recelos sobre los objetivos que persigue Rusia con su intervención militar en Siria, pero aseguraron que están dispuestas a cooperar si el fin es realmente acabar con el EI. "Si las recientes acciones de Rusia (...) representan un compromiso genuino para derrotar a esa organización (el EI), entonces les damos la bienvenida", dijo el secretario de Estado estadounidense, John Kerry. El ministro francés de Exteriores, Laurent Fabius, aseguró que hay "indicios" que apuntan a que los ataques no habrían tenido como objetivo el grupo terrorista.
2011 estalló el conflicto sirio. Desde entonces, Rusia ha sido uno de los principales aliados de Bashar al Assad.
36 civiles habrían muerto ayer producto de los ataques rusos en Siria, según la oposición siria.