La próxima decisión de licitar dos grandes proyectos para Ñuble, el embalse Punilla y el nuevo hospital de alta complejidad de Chillán, despierta la esperanza sobre las amplias posibilidades en la inversión, el mercado laboral, el transporte y el comercio que se generarán en la economía de la futura región.

En ambos casos se sumarían cerca de $5O0 mil millones estimados, repartidos en los $161 mil millones que costará inicialmente el nuevo recinto hospitalario que se levantará en la Avenida O'Higgins y en los US$ 397 millones estimados de la mega obra para el riego y la generación hidroeléctrica en la parte alta del río Ñuble.

"Para la zona va a ser muy bueno y sobre todo para la nueva región. En el caso de Punilla es una de las inversiones más grandes que va a tener el país y queremos que esto salga bien", comentó el presidente de la Cámara Chilena de la Construcción de Chillán, Ariel Larenas, al término de la charla técnica sobre el futuro embalse realizada en su sede.

Esta megaobra tardaría su construcción y su puesta en marcha entre 7 y 9 años, por lo que permitiría una inyección importante en la economía de la zona norte de Ñuble.

"Nuestra provincia se verá muy favorecida, porque se ocupará mucha mano de obra en la construcción. Se producirá una mayor venta de materiales e insumos, además que se necesitará incorporar a empresas subcontratistas con toda seguridad. Para nosotros será un gran avance", agregó Larenas.

El dirigente añadió que se requerirá una cantidad importante de trabajadores de las distintas comunas, principalmente de aquellas más aledañas a las obras.

En ese sentido, el alcalde de San Carlos, Hugo Gebrie, estima que se necesitarán unos 3 mil trabajadores en el embalse multipropósito.

"Así me lo han dicho cuando hemos estado en las reuniones nacionales revisando el proyecto de ingeniería, arquitectura e hidráulica", comentó.

Al respecto, el seremi de Agricultura, Rodrigo García, estimó que en el tema de la demanda por mano de obra del Área de influencia de riego del Embalse Punilla aumentarán de las 603.464 a 1.595.529 las jornadas permanentes, con un incremento de 992.065 jornales en esa condición, mientras que los temporales cuadruplicarán de las actuales 838.702 jornadas.

"Sin duda que este proyecto generará más y mejor empleo", comentó García.

Si los cronogramas no sufren alteraciones, en algunos años ambas obras se construirán en forma simultánea a la par de los proyectos inmobiliarios, aunque generando un lado menos positivo para las empresas de la construcción: el encarecimiento de la mano de obra por la demanda.