Hace algunos días Beneo Orafti, la refinadora de origen belga localizada en Pemuco, estrenó su nuevo sitio web con la misión de mantener un mejorado flujo informativo y permanecer en contacto con todos quienes inciden en la labor diaria de la empresa que forma parte del parte del grupo Südzucker.
"En Chile, nuestro mayor enfoque es el productor de achicoria y la página antigua era una copia de nuestra casa matriz. Ahora es una página más enfocada a ser un punto de contacto, como un blog", explicó el gerente de Agronomía, Peter Guhl.
Añadió que también se añadirá una cuenta Twitter @OraftiChile y una conexión directa al canal Youtube de la principal productora de inulina del país desde 2006.
Pero esta plataforma comunicacional no es el único cambio.
A mediados de septiembre, la empresa transnacional comenzó a desarrollar el programa Optimización de Transporte y Logística, a fin de mejorar el proceso de transporte de achicoria y derivados.
Este programa, precisó Guhl, se desarrolla mediante un PDP (Programa de Desarrollo de Proveedores) obtenido vía CORFO y que beneficiará a 13 empresas que hoy prestan servicios de transporte a Beneo Orafti.
"Queremos lograr un funcionamiento más eficiente de la parte transportadora", afirmó el gerente agronómico.
Temporada
El pasado viernes 10 de julio, en acuerdo de la unanimidad de los asistentes a la Asamblea de la Asociación de Productores de Achicoria de Ñuble, realizada en Chillán, los productores de achicoria de Ñuble expresaron su preocupación con la empresa BENEO-Orafti Chile, pidiendo mejorar la oferta de precios en la temporada 2015-2016.
Finalmente, un mes después, las partes concordaron.
"Llegamos a un acuerdo, aunque no estaban todos contentos, pero decidimos mantener el precio. Hicimos un arreglo en la tasa de interés. Obviamente la preocupación de los agricultores era por el alza del dólar, no obstante cuando hicimos el cálculo de los costos, lo habíamos hecho con un dólar alto. Algunos insumos también bajaron (energía eléctrica, combustibles y plaguicidas)", precisó.
En cuanto a las proyecciones para la próxima temporada, Peter Guhl dijo que se espera seguir aumentando la superficie sembrada.
"Queremos llegar a las 3.600 hectáreas en los próximos 4 años. Es una meta bastante seria", afirmó.
En tanto, para la temporada 2015-2016, el gerente agronómico indicó que se redijo la cifra inicial de 3 mil hectáteas a 2.800 hectáreas.
En la actualidad, comentó, operan tres empresas en este mercado de la inulina y en el caso de BENEO-Orafti, se dedica a la producción alta gama.
Frente a las condiciones climáticas de este año, con lluvias cercanas a un año normal, pero prolongadas en la primavera y acompañadas de días más fríos, Peter Guhl dijo que no debería afectar al cultivo de la achicoria.
"Nos atrasamos un poco, pero se ha visto en el pasado que se puede llegar al 15 de octubre con la siembra", señaló en cuanto al cultivo que se concentra desde el norte de Ñuble (San Gregorio) hasta el norte de la región de la Araucanía (Angol).
Planta de biomasa
Después de una larga fase de "marcha blanca", ya se encuentra operativa la nueva central de biomasa de desecho forestal para la cogeneración energética con una potencia de 60 MW y en la que se invirtieron alrededor de EUR$38 millones ($28.766 millones aproximadamente a un valor del euro promedio anual de $757).
"Tiene un mayor desafío que una caldera a petróleo, pero es parte de la complejidad del proceso cuya marcha blanca se prolongó. Ahora ya estamos en el mercado de la biomasa comprando los desechos de árboles, desechos madereros o resto de cosecha agrícola", comentó respecto a los 20 camiones diarios de insumos que se requieren para el proceso.
Con el fin de identificar y transferir nuevas tecnologías al país, Fundación Chile detectó el sistema de "chequeo de cultivos" o "Cropcheck", una metodología efectiva, dado que incorpora mejoras tecnológicas, incrementa la productividad y aumenta la competitividad en el sector agrícola. El sistema fue desarrollado e implementado en Australia por el Yanco Agricultural Institute el año 1986.
Con su apoyo, Fundación Chile, el año 2004 inició su adaptación e implementación al rubro del cultivo del arroz, o Ricecheck. Más adelante, el sistema se implementó en los cultivos de trigo (harinero y candeal), alfalfa para alimentación de ganado lechero y maíz grano.
El proceso de transferencia de Cropcheck ha logrado un alcance no menor a mil agricultores y más de 15 mil hectáreas.
El uso del sistema ha permitido que los agricultores puedan incrementar su productividad y calidad del producto final, debido a que alcanzan una mayor eficiencia en el manejo de los factores productivos.
Entre los años 2005 y 2014, los agricultores lograron aumentar su producción de grano hasta en un 27% en los distintos cultivos intervenidos.
El trabajo ha contado con el respaldo financiero del Ministerio de Agricultura, Innova Corfo, Indap y FIA. Además ha tenido el apoyo del INIA, la Universidad de Talca, de Chile, Universidad de California, Davis y la agroindustria como Molinera San Cristóbal, Empresas Carozzi, Soprole y Molinos Bío Bío, entre otras.