Una pena de 10 años es la que solicitaba el Ministerio Público contra M.A.R.F., chillanejo de 45 años que estuvo más de un año en prisión preventiva, acusado por los delitos de violación, amenazas y desacato.

Sin embargo, los jueces de la segunda sala del Tribunal Oral en Lo Penal de Chillán, decidieron ayer absolverlo de todos los cargos, al considerar que las pruebas esgrimidas por la Fiscalía no formaron la convicción, "más allá de toda duda razonable", de la responsabilidad en los hechos que le habían imputado.

Según los antecedentes denunciados por la víctima, que era su ex pareja, el acusado la había amenazado en constantes ocasiones y por ello tenía una orden de alejamiento, medida que no cumplió al amenazarla con una motosierra.

Además, en su primera versión, adujo que la madrugada del 30 de octubre de 2014, el hombre llegó hasta su domicilio, donde la golpeó y procedió a violarla.

Sin embargo, el abogado Rodrigo Flores, quien defendió al acusado, dijo que "la declaración de la supuesta víctima no fue completa. Dijo en medio de su declaración que ella no quería continuar y así lo hizo. Lo que alcanzó a decir, era que quería decir era la verdad, y que las cosas pasaron mientras ambos estaban ebrios. Eso fue un antecedente importante, en tanto él como ella estaban juntos cuando ocurrió el hecho".

Además, advirtió que "mi representado (el acusado) admitió que existió una relación sexual, pero que ésta fue consentida y que las lesiones de las que dieron cuenta los peritos, que son moretones en los brazos, no eran concluyentes respecto a un hecho coercitivo", expuso el abogado.

El 10 de noviembre a las 13 horas, se dará lectura a la sentencia, donde los jueces detallarán la valoración de las pruebas. El acusado en tanto, ya adelantó que presentará una demanda por los perjuicios morales del caso.

Semi flotando a una milla del lugar donde fue visto por última vez, personal de la Armada halló ayer al menor que se encontraba desaparecido desde la tarde del domingo en la desembocadura del río Itata.

Así concluyó el operativo de rastreo que se extendió por tres días en la comuna de Trehuaco, y que ayer se alargó hasta Cobquecura, en la búsqueda del menor de 16 años identificado como Sebastián Pino Urrea, oriundo de Penco, quien el lunes se embarcó en un bote junto a un adulto de 46 años, quien también falleció.

Este último, llamado Héctor Gallardo Luengo, fue divisado por personal uniformado el día lunes; sin embargo, faltaba que el mar diera señas del lugar donde estaba el menor de edad, quien estudiaba en el colegio Brasil de Concepción y era aficionado a distintos deportes.

Según detalló el capitán de Puerto de Lirquén, teniente primero Ricardo Cartes, "Aproximadamente a las 14.30 horas, una patrulla marítima de la Armada, divisó un cuerpo sin vida que flotaba semivestido, en las cercanías de la desembocadura, esto aproximadamente a una milla al noreste del área donde desaparecieron el domingo".

Tras este hallazgo, el oficial a cargo de las labores de búsqueda dispuso que se abordara de la lancha patrullera y fuera derivado el cuerpo hacia el puerto de Lirquén, donde se constituyó personal del Laboratorio de Criminalística de la Policía de Investigaciones, con el fin de efectuar los peritajes de rigor y posteriormente dar cuenta al Servicio Médico Legal de Concepción.

Respecto a las condiciones del cuerpo, comentó que "se encontraba en buen estado de conservación, producto de la temperatura del mar y sin daño de consideración", pudiendo de esta manera reconocer de inmediato la identidad del cuerpo.

La familia del menor en tanto, reaccionó con tranquilidad ante el hallazgo. "Recobraron la paz después de todo estos días, y agradecida de la Armada, porque finalmente nos quedamos con ellos durante estos días y eso generó la sensación de seguridad. Con lo cual, eso fue escalando durante esos días y se aumentó el personal".

Por otra parte, destacaron también la labor de Carabineros, quienes colaboraron con la búsqueda, además de los Bomberos de Trehuaco y Cobquecura, que ayer recorrieron el borde costero. Asimismo, apoyaron las labores de rastreo los grupos de rescate subacuático de los cuerpos de Bomberos de Quillón y Concepción.

Danny Fuentes Espinoza

Finalmente, el tribunal de Garantía conoció ayer los casos de dos detenidos, de Coihueco y Chillán, que enfrentan a la justicia por haber, supuestamente, cometido delitos de violación.

La primera de las audiencias comenzó pasadas las 11 de la mañana en la primera sala, donde Marco Enrique Montecino Gutiérrez de 42 años, fue formalizado por violación de un menor de 9 años, tras ser detenido por Carabineros el lunes mientras atendía su carro de comercio ambulante.

Ya el día de ayer, al imputado se le había controlado la detención, sin embargo, por petición de la fiscal Paulina Valdebenito, se solicitó la ampliación de ésta, con el objetivo de tener el informe del Servicio Médico Legal que confirmara que su víctima, un escolar de 9 años, había sido ultrajado sexualmente.

Con estos antecedentes, ayer fue el turno del fiscal Juan Rohr, quien entregó al juez Carlos Benavente los medios de prueba para solicitar la medida cautelar más gravosa: prisión preventiva.

En su recapitulación de los hechos ocurridos el lunes, el fiscal Rohr señaló que aquel día, pasadas las 13 horas, cuando el menor salió del establecimiento educacional junto a un compañero de curso, el presunto agresor los abordó y ofreció dinero a cambio de que lo ayudaran a vender frutas, para posteriormente pedir a uno de los menores que le cuidara el puesto, llevando a su víctima hasta su casa, donde lo intimidó con un cuchillo y procedió a agredirlo sexualmente.

El abogado defensor del imputado, Antonio Guerra, argumentó que su representado es inocente, en tanto desconoce a los menores y durante toda la tarde no se movió de su local; de hecho, colaboró con la policía para que registraran su domicilio. Sin embargo, con los antecedentes, incluyendo una condena de 2013 de un tribunal santiaguino por abuso sexual, el hombre de 42 años, quien llegó hace cuatro meses a vivir a Chillán, ingresó a prisión preventiva. El tribunal fijó un plazo de investigación de dos meses.

Caso coihueco

Por delito de violación, abuso sexual y exhibicionismo, todos en carácter de reiterado, fue formalizado también Orlando Guzmán Mora, de 50 años, luego que su vecina de 12 años de edad, develara a sus padres los ataques sexuales de los que fue víctima en los últimos dos años.

En este caso, el factor determinante habría sido la amistad entre la cónyuge del imputado y la madre de la víctima, quienes asistían juntas a una iglesia evangélica, facilitando los supuestos ataques. En este caso, el Tribunal también decretó la prisión preventiva.

El Servicio Nacional de Menores, por su parte, ya anunció que presentará una querella criminal contra ambos adultos. La directora regional Rina Oñate, repudió estos casos y señaló que además, ofrecerán programas de recuperación para las víctimas.