Alexánder González, alumno de tercero medio del Liceo Alto del Carmen, y su papá Sergio González, crearon el cibercafé "Los González" en La Arena, localidad ubicada a 45 kilómetros hacia la cordillera desde Alto del Carmen.
Con su proyecto, que posibilitó que más de mil temporeros pudieran conectarse a internet, lograron el primer lugar de un concurso que es parte del programa de desarrollo de habilidades de emprendimiento e innovación familiar, ejecutado por la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica de Chile.
Ese es uno de los casos de éxito que recuerda el profesor de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal de la Universidad Católica, Luis Gustavo Díaz, quien cuenta que con el programa han logrado abarcar todos los liceos técnicos profesionales del área agrícola de las regiones de O'Higgins y Atacama. En total son 15 liceos que han sido parte de este proyecto que busca generar un incentivo en los jóvenes para quedarse en las localidades rurales.
Díaz cuenta que uno de los principales problemas de los sectores agrícolas, es que se han ido quedando atrás en innovación tecnológica y la explicación es la falta de jóvenes, que provoca que no exista recambio generacional y que por ende, no se integren las nuevas tecnologías.
El profesor explica que en esas zonas el promedio de edad se acerca a los 60 años, por lo que el principal desafío que se plantearon al crear este programa, fue buscar una manera de motivar a los jóvenes a quedarse, y no migrar a ciudades.
Profesores y alumnos
Para esto, comenzaron a explorar iniciativas similares en Chile y otros países, y se dieron cuenta de que lo primero era motivar a los profesores. En algunos liceos encontraron reticencia a participar entre los docentes, por lo que comenzaron el trabajo con los alumnos. De a poco, los profesores comenzaban a ver los avances de los niños y a interesarse por incluir la enseñanza de capacidades de emprendimiento en sus ramos.
Pero "por mucho que el profesor se motive a tener un ramo de emprendimiento, eso no crea un emprendedor, esto tiene que ser trabajado en toda la malla curricular", explica Díaz. Para eso el programa creó un diplomado para la formación de habilidades de emprendimiento e innovación enfocado en los profesores.
Otro aspecto a considerar son las familias. "Hemos ido incorporando a la familia para que el conocimiento de estas habilidades se capitalicen en la economía familiar", cuenta el profesor, que agrega que la mayoría de los núcleos familiares de las comunidades en que trabajan, tiene algún tipo de microemprendimiento. "Entonces ellos están participando activamente en los talleres y están mejorando los ingresos familiares", dice.
El programa comienza en segundo medio, cuando los niños son capacitados en el área técnica, donde se les enseña a sacar adelante una idea de manera práctica, y en paralelo un coach va desarrollando habilidades blandas, como liderazgo y comunicación efectiva.
A fin de año presentan el proyecto a un jurado, que elige a los ganadores que son asistidos para conseguir fondos. Al año siguiente viene la etapa de incubación, que consiste que a los ganadores se les ayuda a formalizar su negocio, invertir, buscar clientes, etc. Y finalmente las empresa comienzan a agarrar vuelo solas.
Financiamiento
El profesor cuenta que al principio sólo contaban con el financiamiento de empresas mineras, pero que a contar de la administración anterior, se crearon fondos enfocados en los jóvenes y el emprendimiento, que se fijó como tema estratégico del país.
Desde entonces se financian con fondos de los gobiernos regionales, recursos entregados por Corfo, y postulaciones a la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), del Ministerio de Agricultura. Con este último fondo esperan poder expandir el proyecto a la Región Metropolitana, donde existen muchas localidades rurales.
Uno de los efectos colaterales del programa, cuenta Díaz, ha sido que muchos de los niños que han participado hoy quieren estudiar. Como Alexánder González, que el próximo año postulará a los programas de inclusión de la Universidad Católica, cuenta con evidente alegría el profesor Díaz.
15 colegios de tipo técnico profesional de las regiones de O'Higgins y Atacama integran el programa.
8 años llevan desarrollando esta iniciativa los profesores de la Facultad de Agronomía de la UC.