"Con la rotación nos deshacemos una gran cantidad de problemas, a lo que se suma un adecuado manejo de los rastrojos, dándoles usos alternativos, como el consumo animal, por ejemplo". Así sintetizó el investigador y fitopatólogo de INIA Quilamapu, Ricardo Madariaga, la importancia los cultivos de precordillera dentro de un sistema de rotación de cultivos.
En esa perspectiva la entidad realizó un día de campo realizado en la comuna de El Carmen, en el marco del programa Territorial de Precordillera Laja - Diguillín que ejecuta INIA en convenio con Indap.
El programa busca superar las brechas de manera sostenible a mediano y largo plazo, inserto en el proyecto de articulación interinstitucional de la Subsecretaría de Agricultura y del programa de trabajo del GTT "Manejo de rastrojos El Carmen".
Día de campo
La actividad se realizó en la parcela La Palmera, propiedad de Hernando Campos, sector de Trehualemu, donde se instalaron las parcelas demostrativas de trigo, lupino, raps y pradera, como parte de un programa de rotaciones que incorporaron el rastrojo en la preparación de suelos, como lo comentó Carlos Ruiz, investigador de INIA a cargo del GTT de rastrojos de El Carmen.
El investigador de INIA Jorge Riquelme, especialista en maquinaria agrícola, manifestó la importancia de realizar labores de enriquecimiento de los suelos a fin de aumentar la materia orgánica y así prevenir tanto la erosión como para mantener los rendimientos agrícolas.
En esta mecánica, indicó, el manejo de los rastrojos agrícolas es una práctica que puede ayudar a la recuperación de suelos, en el marco de un sistema de rotación de cultivos que permita manejar también las enfermedades de un cultivo.
Para esto, se evaluó con los agricultores de la zona de qué manera se enfrenta el manejo de los rastrojos, donde una de las soluciones que más aceptación tiene es la de mezclar superficialmente los rastrojos picados con el suelo, a fin de acelerar la descomposición, lo que además permite no tener problemas con el exceso de rastrojo, ya que este afecta a las sembradoras.
Este sistema se mostró a los agricultores en las parcelas demostrativas establecidas con manejo de rastrojos, donde se pudo ver el comportamiento de los cultivos con una cantidad incorporada de residuos de paja de cereales.
El investigador y fitopatólogo de INIA, Ricardo Madariaga, se refirió a las enfermedades que afectan al trigo, dando cuenta del manejo adecuado para cortar el ciclo de las enfermedades.
El ingeniero agrónomo destacó que una de las medidas más importantes para evitar la aparición de las enfermedades es la prevención.
"Hay que ser cuidadoso con el uso de semilla no certificada o proveniente de zonas donde existen problemas sanitarios, ya que esa conducta, muchas veces ayuda a diseminar enfermedades que a veces no están presentes en los campos de los productores", dijo.
Lorenzo León, encargado del programa de malezas de INIA Quilamapu, también dio una charla técnica a los agricultores, destacó la importancia del manejo de malezas para evitar la competencia con los cultivos. Esto, indicó, no pasa por hacer más aplicaciones, sino por hacer una buena identificación de las malezas que afectan al cultivo, y un programa que permita identificar las plantas de malezas que hayan podido desarrollar algún grado de resistencia y evitar que semillen, así como mantener un programa de control químico que permita alternar la forma de acción de sus principios activos, a fin de disminuir la generación de resistencia en las malezas.
A su vez, el encargado del programa de leguminosas, Kianyon Tay, mostró a los productores el potencial de algunas variedades como lentejas, habas y lupino para la zona, además de ser un buen producto a incluir dentro de la rotación de cultivos en un sistema de producción con manejo de rastrojos.
"Con la rotación nos deshacemos una gran cantidad de problemas, a lo que se suma un adecuado manejo de los rastrojos,"
Ricardo Madariaga, Fitopatólogo e investigador, INIA-Quilamapu