Comunas pequeñas podrían optar a un botiquín municipal
ÑUBLE. Proyecto de salud se espera que pueda ser incorporado en sectores poblacionales más reducidos. Autoridades estudian esta posibilidad.
El fenómeno de las farmacias populares creció entre los municipios del país, y la provincia no quedó exenta. Concejales, alcaldes y políticos se han fotografiado en la farmacia de Recoleta, en el mismo lugar donde se presentó una versión más económica de este proyecto, como lo es el botiquín municipal.
Las instrucciones de cómo implementar cualquiera de las dos fórmulas en Ñuble fue entregada a la Fundación Justicia para Todos, para que sea aplicada en el resto de la provincia.
"Asistimos junto a un equipo de la fundación para entregarles la información e insumos legales a los alcaldes de las 21 comunas de Ñuble que quieran tener una farmacia municipal, o si son comunas pequeñas un botiquín municipal. La idea es asesorarlos gratuitamente a través de la fundación, con la información y capacitación que se nos entregó en la farmacia de Recoleta", explicó Guillermo Valdés, abogado y representante de la fundación.
Según sus cálculos, lo que gasta un municipio de manera mensual, a través de la Dideco comprando las recetas médicas de los usuarios más vulnerables, podría llegar fácilmente a los $4 millones de pesos y al año esa cifra superaría los $45 millones.
"Se requiere contar con cierta cantidad de profesionales, además de hacer cambios a la normativa. En la capacitación también se nos explicó que en municipios más pequeños no era necesario instalar una farmacia, pero sí un botiquín municipal que permita entregar medicamentos que no tienen sistema de salud a personas que lo requieran. La farmacia requiere un determinado espacio físico y una serie de profesionales, y un botiquín requeriría los profesionales y la autorización del Instituto de Salud Pública para poder funcionar, pero sería el municipio el que entrega medicamentos, ya que los compra a precio de costo", aseguró el abogado de la fundación.
Botiquín o Farmacia
Refrigeradores, termómetros, un químico farmacéutico, son parte de las necesidades que debe tener un botiquín municipal que, en caso de ampliarse a una Farmacia Popular, debe considerar el aumento de los costos e insumos necesarios.
"Sabíamos de esta enorme diferencia de precios, pero lo que ocurre en comunas más pequeñas es que la municipalidad entrega a cerca de un 95% de la gente los medicamentos. Ahora nosotros estamos haciendo todas las gestiones para poder instalar una farmacia popular, o en caso contrario, implementaremos un botiquín. Hasta este momento, la instalación de una u otra alternativa la va a determinar el costo que signifique implementar este tipo de proyectos", dijo Víctor Toro, alcalde de San Nicolás.
En tanto, comunas pequeñas como Ránquil siguen a la espera de una mayor cantidad de información sobre los costos y otros aspectos asociados que podría traer la instalación de un proyecto como éste, ya que hay dudas que persisten y que a través de la fundación podrían ser resueltas.
"Aún me estoy reservando respecto de lo que se instalará en la comuna, porque necesito saber cuáles son todas las implicancias. Lo importante es tener un estudio local respecto de cuál es el funcionamiento de este proyecto. Estoy muy interesado en lo que se haga, de sobre manera, ya que soy profesional de la salud, pero tengo que tener cuidado de no caer en una irresponsabilidad, ya que se puede generar una automedicación", dijo Carlos Garrido.