Trabajando se encuentra actualmente el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, en los planos de catastro incluidos en los Planes Maestros de aguas lluvias de 12 comunas de la Región, entre ellas Chillán, ejecutados por la Dirección de obras Hidráulicas y el Ministerio de Obras públicas desde el año 1998 al 2004. Sin embargo se han encontrado con un grave problema: los planos están obsoletos.
En general las comunas han tenido un crecimiento significativo en los últimos 10 años en lo que respecta a infraestructura de evacuación de aguas lluvias, esto es, por la mejora de vías de transporte público, pavimentaciones participativas, como también por construcciones de nuevos loteos habitacionales, y también, a través de programas de mejoramiento de urbanización en general.
Esto se ha traducido en un desconocimiento del estado real de la infraestructura existente en lo que se refiere a la capacidad estructural, como también al emplazamiento exacto de ésta, para poder definir las obras necesarias para la mantención, mejoramiento o implementación de nuevas obras y su respectiva valorización.
Es por ello que la Región del Biobío fue pionera en contratar el estudio de "Actualización catastro redes secundarias de aguas lluvias", para las 12 comunas que cuentan con Plan Maestro, que tuvo como objetivo principal contar con la información actualizada de las redes existentes perteneciente a la red secundaria de aguas lluvias, además de entregar un diagnóstico de éstas.
Este estudio es un análisis de gran envergadura, piloto y precursor a nivel país, y tuvo una inversión cercana a los $500 millones, ejecutada por la consultora Ingeland. El estudio finalmente permitirá saber con antelación en qué parte de las 12 comunas intervenir, ordenar la inversión y evitar actuar de manera reactiva.
Víctor Fernández, encargado de emergencias de la municipalidad de Chillán señaló que este estudio está en el marco del trabajo en conjunto que realiza, tanto el municipio de la comuna, como Serviu y la dirección general de aguas. "Esto tiene que ver también con la actualización del plan maestro de aguas lluvias de la ciudad de Chillán, y por esto es que se hizo un diagnóstico por parte del Servicio de Vivienda y Urbanismo a raíz de situación de anegamientos viales o zonas inundables de la ciudad", señaló Fernández.
Análisis
En la jornada de ayer se realizó una presentación respecto a los resultados que entregó este diagnóstico. En la reunión estuvo presente el departamento de Aseo y Ornato, Medio Ambiente, Secpla, entre otros. "Ahí analizamos este estudio para poder tomar algunas acciones que puedan ser ejecutadas este año y a principios del próximo, y aquellas áreas que requieren mayores inversiones para poder resolver en corto plazo los problemas de inundaciones y anegamientos", agregó Fernández.
El encargado de emergencias señaló que "se nos han repetido varios puntos críticos, los cuales obviamente serían prioridad, como es el caso de calle Padre Hurtado con Manuel Rodríguez de la Santa Elvira, calle Crucero de la población Witcker, entre otros y todo esto está dentro de este estudio".
En total se constataron 15 áreas que generan riesgo de anegamiento de viviendas, entre ellos está Padre Hurtado con Manuel Rodríguez, población Sarita Gajardo, calle Crucero de la población Witcker, gran parte de la Avenida Argentina donde existen muy pocos sumideros de aguas lluvias, que esos son obras de menor envergadura económica, pero donde al menos se deben construir unos 5 sumideros nuevos. Pasa lo mismo en los Puelches y también en La Bonilla. "Todo esto puede ser resuelto solo por proyectos a través del Gobierno", concluyó Fernández.
El seremi de Vivienda y Urbanismo, Jaime Arévalo, señaló que "se han revisado 396 kilómetros de colectores de aguas lluvias en 12 comunas de la Región. El análisis tiene que ver con trabajo de terreno donde se destapan las alcantarillas, se revisan, se estudian los diámetros, estudios pluviométricos, hidráulicos, de comportamiento de movimiento del agua por los conductos".
La autoridad regional concluyó afirmando que el catastro apunta principalmente a conocer y actualizar cada una de las redes secundarias de aguas lluvias existentes, "establecer los puntos críticos y con esa información realizar un trabajo coordinado entre el Minvu, la DOH y el municipio respectivo para poder atacarlos".
De esta manera se podría evitar que, año a año, las casas y calles de Chillán se vean afectadas por las intensas lluvias que caen sobre todo durante el invierno.