Hay un desafío pendiente entre las autoridades provinciales y nacionales para congeniar la alta sensación de temor a ser víctima de un delito en nuestro país versus las cifras duras, que indican una baja importante en los niveles de seguridad ciudadana en la población. Si uno pregunta hoy en la calle sobre la percepción de la delincuencia entre la ciudadanía, la respuesta más común sería una amplia sensación de desprotección, principalmente debido al surgimiento de bandas que cometen delitos cada vez más violentos contra las personas -llámese portonazos, asaltos a mano armada, hasta clonación de tarjetas- y que de manera habitual son mostrados en los medios de comunicación.
Y no se trata tampoco de un invento de los medios, que realizan una constatación de la realidad cotidiana de lo que ocurre en el territorio, sino que muchas veces se tiende a generalizar erróneamente la realidad capitalina con la que se vive en provincias, a raíz de casos específicos. La última encuesta Adimark-GFT en colaboración con la Fundación Paz Ciudadana reveló una caída de un 4,6 por ciento en el índice de Victimización. Es decir, que los casos a nivel nacional en que algún miembro de la familia ha sido víctima de robo o intento de robo en los seis meses descendieron del 43,5% al 38,9%.
No obstante a ello, el temor a ser víctima de un delito se elevó 7,3%, lo que se tradujo en un alza de 13,8% al 21,1%, tanto en Santiago como en regiones. Esto representa el mayor nivel de temor en los últimos 15 años.
Por otra parte, Diario Crónica Chillán dio a conocer en su edición de este miércoles los resultados anuales -a la fecha- de la Plataforma de Análisis Criminal Integrado de Carabineros (Pacic), sistema estadístico informático de control en línea de delitos a nivel país. Este indicador reveló una baja de un 6% de los delitos considerados más violentos, tales como homicidios, robo con violencia, robo con intimidación, lesiones, violaciones, entre otros, mientras que los Delitos contra la Propiedad registraron un aumento marginal de un 2%. En la práctica la situación delictual en Ñuble no ha variado en relación al año pasado.
La tarea entonces, para el gobierno, es reflejar estos índices en una percepción más positiva en la comunidad y para ello la estrategia va encaminada a la creación de Consejos Comunales de Seguridad Ciudadana, un ente consultivo que asesora al alcalde en la elaboración de los planes de seguridad pública. Este instrumento permitirá un diagnóstico de la situación de seguridad pública de cada comuna y establecerá objetivos, metas, acciones y mecanismos de control de gestión de dichos objetivos y metas. Con la reciente aprobación en la cámara baja de la agenda corta de seguridad ciudadana, los municipios podrán obtener -a contar del próximo año- recursos para su implementación efectiva.