Las caminatas rápidas y largas favorecen la salud en la vejez
EJERCICIO. Un estudio señala que los adultos mayores que realizan actividad física moderada previenen las enfermedades cardiovasculares.
El ejercicio durante la tercera edad ayuda a fortalecer la salud y previene enfermedades propias de la edad. Un estudio reciente de la Universidad Tufts de Massachusetts (EE.UU.) respalda la importancia de realizar actividad física en la vejez.
La investigación, publicada en la revista Circulation, perteneciente a la Asociación Americana del Corazón (AHA, en inglés).
Sus autores aseguraron que las caminatas rápidas o largas se asociaron con un menor riesgo de enfermedad cardiovascular. Los resultados fueron más notorios en los hombres y mujeres mayores de 75 años.
Los hallazgos
El académico Dariush Mozaffarian y su equipo estudiaron a 4.207 adultos mayores con un promedio de edad de 73 años. Los investigadores realizaron un seguimiento durante 10 años.
Los participantes fueron consultados sobre las actividades que realizan habitualmente, las cuales se fueron actualizando de manera periódica a medida que avanzaba la investigación.
El equipo de Tufts evaluó diferentes aspectos de la actividad física, tales como la distancia, el ritmo y el ocio. Cada uno de ellos se asoció con un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares.
Uno de los hallazgos del estudio fue que los adultos mayores que eran más activos tenían menos riesgos significativos de padecer en el futuro ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares (ACV).
En tanto, quienes caminaron a un ritmo más rápido (aproximadamente cinco kilómetros por hora), tuviern de un 50% a un 53% menos de riesgo de tener enfermedades coronarias y ACV, en comparación con otros que anduvieron a una menor velocidad.
En cuanto a las distancias, los participantes que caminaron más de siete cuadras diarias tuvieron de un 36% a un 54% menos de riesgo de tener problemas al corazón.
Quienes realizaron otras actividades agrupadas en la categoría de "ocio", como la jardinería, la natación, el ciclismo y el senderismo, rebajaron sus probabilidades de sufrir el total de enfermedades cardiovasculares, en comparación a aquellos que optaron por el sedentarismo. Los resultados fueron similares de acuerdo al sexo.
El seguimiento también incluyó información médica como exámenes físicos, pruebas de diagnóstico, evaluaciones de laboratorio, historiales de salud y factores de riesgo.
"Nuestro estudio muestra qué, aunque sea tarde en la vida, la actividad física moderada como caminar está vinculada a una menor incidencia de enfermedad cardiovascular", comentó Luisa Soares-Miranda, miembro del equipo de investigación.
La especialista en medicina deportiva y geriatría indicó que "si se aumenta la distancia total o el ritmo de la marcha, el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares baja. Afortunadamente, caminar es una actividad que muchos adultos mayores puede disfrutar".
Mozaffarian remarcó el hecho que la caminata y las actividades de ocio disminuyan este tipo de males. "Estos resultados son especialmente relevantes porque, a medida que avanza la edad, la capacidad de realizar actividades vigorosas a menudo disminuye. Nuestros hallazgos apoyan la importancia de realizar ejercicios moderados de manera continua para mejorar la salud durante toda la vida", agregó la investigadora.
Las recomendaciones de la OMS
En su sitio web, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los adultos de 65 años en adelante dediquen 150 minutos semanales a realizar actividades físicas moderadas aeróbicas, o bien algún tipo de ejercicio vigoroso aeróbico durante 75 minutos, o una combinación equivalente de ambas. También aconseja que quienes tengan movilidad reducida realicen actividades físicas para mejorar su equilibrio e impedir las caídas, tres días o más a la semana.