Los hay y muchos. Lo demuestran los grupos, los recitales y los talleres que funcionan en Chillán y sus alrededores. Las comunas de Ñuble también muestran lo suyo. Lo hace Ninhue, Portezuelo, Coelemu, y por supuesto, también Chillán Viejo.
En mi crónica del 2 de diciembre mencioné su segundo encuentro de poesía, que se realizó en el Salón de Actos de la Municipalidad chillanvejana. Allí convocados, por la Corporación Histórica y Cultural "Bernardo O'Higgins" por la poetisa Sylvia Bocaz y con el apoyo también del Depto. De Cultura de la Municipalidad, que dirige el Concejal Audito Gavilán, más el concurso del profesor Marcial Pedreros Leal, presidente de la Corporación, desfilaron los poetas y poetisas, algunos de ellos estudiantes y conformando un grupo no menor a veinte personas, nos fueron entregando, los textos que para la ocasión habían preparado. De este modo participaron Jorge Sandoval Saldías, Martín Toledo Vargas, Juan Carlos Olmedo, María Matus Concha, Ana Cortés Martínez, Sylvia Uribe Riveros, Patricio Herrera, Nilsa Vargas, Rosa Troncoso, Teresa Balboa, Magdalena Gutiérrez, Roxana Luengo, Leonel Henríquez y Manuel Quilodrán. Muchos de ellos declamaron poemas de grandes y significativos autores americanos y europeos, lo que brindó a esta muestra poética, un rango global, marcando diferencias también de poetas estudiantes y poetas adultos. Hubo allí representantes de la Red Comunicacional del Adulto Mayor, del Grupo Literario Ñuble y también de la Sociedad de Escritores de Ñuble.
Como siempre los temas oscilaron en torno al amor, a los personajes históricos, a la tierra que nos cobija, a los problemas humanos, a los tiempos históricos en que vivimos. Uno de ellos, Lionel Henríquez, leyó un poema titulado "Carta abierta a un Lonco que recoge las inquietudes del pueblo mapuche. Otro de los poetas hizo una descripción de la tecnología y ciencias actuales y las asoció al comportamiento humanista del ser humano de nuestro tiempo.
En todo caso los temas principales siguen siendo el amor, la felicidad, la soledad, la muerte y las intranquilidades de la vida de cada día, con las inquietudes políticas, religiosas, laborales, de todos los días.
Sin embargo, fue el trabajo de la profesora América Valdés Molina el que recibió con mayor intensidad, los aplausos, por el contexto histórico en que colocó a Isabel Riquelme, con su guitarra y con su voz. Un poema de ella, musicalizado por ella y cantado con su voz, fue una auténtica revelación de su arte.
Por Carlos René Ibacache I. Miembro de la Academia Chilena de la Lengua.