La Anti-Navidad
La Navidad es la época del año cuando más sufren los hijos de padres separados. Por un lado, muchos sufren alienación parental ejercida por madres que se separaron de sus maridos por infidelidades. Indiferentes al auténtico sentido de esta festividad, algunas separadas que tienen la custodia del hijo en común ejercen violencia sicológica en contra de la pareja y del pequeño, vulnerando los derechos de ambos al impedir el contacto entre ellos. Esta venganza hacia el desleal, parte por manipular la mente del menor para generarle desamor, rechazo y miedo hacia el "descarado" que destruyó la familia.
Por otro lado, no son pocos los papás que al separarse de la esposa también se "divorcian" de sus hijos. Desaparecen de sus vidas. Dios quiera que este año el espíritu navideño se sienta más fuerte que nunca entre estos papás "fantasmas" y mamás "vengativas" y enmienden estas erráticas conductas.
Ricardo Viteri Prado, Director Separadosdechile.cl
Gratuidad
¡Qué lamentable! Pareciera ser que una de las tareas más importantes de las Universidades hoy es "reclutar" alumnos vulnerables, para luego acceder a los beneficios que otorgaría la "Gratuidad".
Esto, por supuesto rebaja los valores que, se supone, imperan en lo más profundo del concepto de Universidad.
Juan Luis Castillo Moraga.
¿Cambiaron a ME-O?
Se podrá estar de acuerdo o no con el ideario de ME-O, con la manera tan particular que tiene para ver la política, siempre a través de su filtro "afrancesado", de que tenga respuesta para todo, incluso en ocasiones haciéndose el mismo la pregunta, locuacidad a toda prueba.
Sin embargo sorprendió su silencio ante las preguntas de la fiscalía por el caso SQM, simplemente "se fue a negro", de seguro sus promotores y detractores quedaron con sentimientos encontrados; los primeros, decepcionados por no dar las certeras pruebas para cerrar cualquier duda en su pasado financiamiento electoral, afianzando su carrera a la presidencia y los segundos relajados por su consecuente baja en las encuestas y dejar de ser un rival a vencer. No olvidar que aún muchos le culpan de la derrota de Eduardo Frei el 2010. Sea producto de una decisión personal o de una oportunista asesoría de imagen el cambio de actitud de ME-O, solo el tiempo dirá si su decisión fue la correcta, por el momento el "boleteo" le estaría pasando la cuenta.
Luis Enrique Soler Milla.
Acoso sexual callejero
Que las mujeres visten ropa provocativa; que caminan solas de noche; que "a uno lo tientan"; que nuestro libido es incontrolable, son algunos de los mitos en torno a un tema que está en la palestra de la opinión pública: el acoso sexual callejero.
La línea entre el piropo y el acoso callejero es muy delgada. Sin embargo, no se trata de oponerse al "piropo" halagador, en el que se valora la belleza. Hay límites en esta muy delgada línea entre el la galantería y el acoso.
Un tema que no es cuestión de espacio, de iluminación ni menos de vestir con más ropa al género femenino. Se trata de un problema meramente social, un problema de género.
Esta semana, y al alero de esta problemática se presentó al Congreso el proyecto de "Ley de Respeto Callejero", que establece como delito de acoso sexual callejero a "actos que involucren el contacto físico de carácter sexual, y cuya sanción será "presidio menor en su grado mínimo, sin perjuicio de poder aumentarse en un grado esta pena".
Un proyecto de ley que lo define como "acto de naturaleza o connotación sexual, ocurrido en lugares o espacios públicos o de acceso público, en contra de una persona que no desea y/o rechaza la conducta, afectando la dignidad y/o derechos fundamentales de la víctima".
Y es que no es menor ni debe pasar desapercibido. Las cifras del Observatorio Contra el Acoso Callejero lo avalan: Por ejemplo, el 77% de las mujeres en nuestro país ha sufrido acoso sexual en plena calle.
Una materia que no se soluciona con vestir con más ropa a las personas ni con separar por género el ingreso a la locomoción colectiva. Va más allá de una decisión doméstica, un aspecto que se debe legislar de manera urgente, visibilizando el acoso callejero como un tipo de violencia.
Es imprescindible contar con una legislación responsable que proteja a las víctimas, tanto mujeres como hombres, sin distinción de género.
Junto con ello es conveniente generar políticas públicas educativas y de respeto. No se busca que el acoso sexual disminuya por temor a una condena, sino por un cambio en la mentalidad social.
Es la única forma de establecer una convivencia de género más armónica, siempre teniendo en consideración que el acoso sexual callejero no se trata de un tema folklórico ni tampoco es una condición inherente al ser humano.
Nancy González Jara.