Parlamento chino ratifica el fin de la "ley del hijo único"
BEIJING. El poder Legislativo del país asiático aprobó la política que permitirá que todas las parejas puedan tener dos hijos.
Ya lo habían anunciado el pasado 29 de octubre y ayer el Parlamento chino aprobó la enmienda que permite tener dos hijos a todas las parejas de ese país y termina con la llamada política del "hijo único", tras más de tres décadas con la prohibición que fue instaurada como una medida radical de control de natalidad.
La Asamblea Nacional Popular (ANP, el Parlamento) dio de baja a la llamada política del "hijo único", el estricto y polémico sistema de control de la natalidad que ha regido en China desde 1980, con el objetivo de rejuvenecer a la población de la nación con más habitantes del mundo.
La histórica medida ya fue decidida y anunciada el pasado 29 de octubre, al término del plenario anual del Partido Comunista de China (PCCh), por lo que la ratificación parlamentaria era el trámite que hacía falta antes de su entrada en vigencia, el próximo 1 de enero de 2016.
El Comité Permanente de la ANP resolvió en su sesión bimensual reformar la Ley de Población y Planificación Familiar para universalizar la flexibilización que ya había sido adoptada en diciembre de 2013, cuando se aumentó el número de excepciones en las que una pareja podía tener un segundo hijo, incluyendo a aquellas parejas en las que alguno de sus padres fuera hijo único.
Las limitadas consecuencias de esa reforma en sus dos primeros años de vigencia hacen dudar a muchos expertos de que el nuevo cambio normativo vaya a revolucionar la demografía china. Para maximizar sus efectos, el borrador que presentó esta semana la ANP contemplaba iniciativas que fomenten que las parejas tengan dos hijos, de modo que, además de permitir un incremento de la natalidad, también lo estimula.
La nueva norma no liberaliza el número de descendientes que cada pareja puede tener, sino que amplía de uno a dos el máximo autorizado, por lo que ya ha sido bautizada como la política del "segundo hijo".
La política del "hijo único" comenzó a gestionarse en 1979 y se aplicó en todo el país en 1980. Su aspiración era reducir los problemas de sobrepoblación del gigante asiático, país que ya en 1980 tenía 987 millones de habitantes y que en 2013 superó los 1.360 millones, según datos de la Oficina Nacional de Estadísticas.
De no haberse puesto en práctica la restricción, la población china actual sería de unos 1.700 millones de habitantes, según la estimación de la Comisión de Población y Planificación Familiar de China,