Familia acusa tercer caso de negligencia en hospital de Chillán
DRAMA. Javier, de 5 meses, fue derivado a Concepción, donde se constató que sufrió peritonitis no diagnosticada. Una de las familias afectadas presentó ayer querella por cuasi delito de homicidio.
A la muerte de dos menores que generaron cuestionamientos en la unidad de emergencias del hospital Herminda Martín de Chillán, se sumó un tercer caso en menos de un mes, luego que un lactante de 5 meses perdiera la vida en Concepción, tras ser derivado desde el recinto de salud local.
Se trata de Javier Alonso Romero Véliz, quien falleció el martes, a causa de una apendicitis fulminante, que derivó posteriormente en una peritonitis.
"El lunes a las 8 de la mañana lo llevamos al hospital y no le dieron ningún diagnóstico claro. Tenía fiebre y vómitos, pero lo mandaron para la casa", narró América Véliz, madre del menor.
Tras volver a su domicilio, las cosas no mejoraron; de hecho, su situación empeoró durante la noche. "Ya no se quejaba, solamente vomitaba, no tenía fuerzas, así que a las 6 de la mañana del día martes lo llevamos de nuevo. Lo llevaban de un lado para otro, le hicieron una ecotomografía, un examen de sangre y una radiografía. Sólo ahí comenzaron a ver la posibilidad de trasladarlo a Concepción".
Sin embargo, el traslado no fue inmediato. Sólo al mediodía visaron su derivación al hospital regional, Guillermo Grant Benavente.
"Cuando íbamos en la ambulancia hacia Concepción, los paramédicos vieron la ficha y dijeron que lo iban a enviar de vuelta, porque ninguna guagua se había muerto con esos síntomas, pero cuando llegó, lo vieron seis médicos, lo desvistieron y en menos de cinco minutos, dijeron que él estaba grave, que lo iban a pasar a la UTI. Muy distinto a lo que pasó en Chillán, donde no hicieron nada", relató entre lágrimas América Véliz.
"Pensaron primero que podía ser una meningitis, le hicieron exámenes, ecotomografías, y no tenía ningún órgano bien. Estaban pensando cómo podían empezar a estabilizarlo, cuando entró en paro cardiaco. Lo reanimaron casi una hora, pero no pudieron hacer nada".
Acusan negligencia
"Esto es una negligencia médica del hospital de Chillán", declaró la mujer de 39 años, quien vive en la villa Doña Rosa, junto a su marido y su hijo de tres años.
Tras realizar la autopsia dentro del mismo recinto, Javier Alonso fue trasladado durante la tarde del martes a Chillán, y tras velarlo durante la noche, recibió cristiana sepultura a las 17 horas de ayer en el cementerio Parque Las Flores.
Desde el hospital, respondieron que el menor sí fue evaluado por pediatras, quienes tras su segunda consulta, determinaron la derivación al Hospital Clínico Regional Guillermo Grant Benavente debido a que requería una cirugía de mayor complejidad. La evaluación y diagnósticos fueron los correctos, por ello, se procedió al traslado que se concretó durante el mismo día en que presentó la complicación del cuadro clínico.
Frente a esto, Yoselin Contreras, madre de la menor Xiomara, aseveró que "este es un tercer caso que sólo reafirma lo que nosotros planteamos, que es que el servicio es pésimo porque no existen los médicos preparados para enfrentar estos casos".
Fue precisamente la familia Contreras Moya la que ayer llevó hasta el tribunal de Garantía de Chillán, donde interpuso una querella por cuasi delito de homicidio.
"Ella (Xiomara) fue atendida en tres ocasiones, pero estimamos que no se tomaron las medidas adecuadas para su atención, que al final desencadenó dentro de la muerte", señaló Rafael González, abogado representante de la familia Moya Contreras.
Asimismo, Yoselin contreras acompañó en el velatorio a la familia de Javier Alonso. "Nosotros sabemos el dolor que se siente por esto. Queremos que acá se haga justicia y se aclaren todas estas irregularidades", señaló.
Por su parte, América Véliz dijo que por ahora, nada ni nadie le devolverán la vida de su hijo, por lo que desestiman por ahora iniciar acciones judiciales. Eso sí, solicitarán una cita con el director del hospital, Rodrigo Avendaño, con el fin de que se inicie un sumario.
Además de estos dos casos, la familia de Felipe Riquelme, de 1 año y 4 meses, quien falleció en su domicilio, tras ser derivado desde el hospital Herminda Martín, donde no se le entregó un diagnóstico de su situación, pese a los síntomas que incluían vómitos, dolor abdominal y fiebre.
En este caso, la fiscalía local de Chillán ya inició las diligencias para aclarar lo que ocurrió y si existe responsabilidad penal en su muerte. De hecho, ayer fue citada a declarar la madre del menor, Camila Baeza, quien entregó los detalles de aquel 23 de diciembre de 2015, cuando se produjo el deceso de su hijo.