Mabel González
Todo el mundo sabe que para tener un corazón sano, debemos evitar consumir comidas altas en grasas como las carnes rojas y los lácteos. Sin embargo, un nuevo estudio sugiere que si realmente se quiere prevenir enfermedades cardiacas, también se necesita comer más grasas saludables.
La investigación, publicada en la revista de la American Heart Association, señala que no todos los lípidos son iguales y entrega nueva evidencia de que las grasas saludables -aquellas que se encuentran en los vegetales, los frutos secos y el pescado, conocidas como gradas poliinsaturadas- pueden en proteger el corazón y disminuir significativamente el riesgo de problemas cardiacos.
Además, los autores del informe calcularon de manera exacta cuánto puede contribuir cada tipo de grasa en el riesgo de muerte por enfermedades al corazón, según recogió la revista Time.
El doctor Dariush Mozaffarian, decano de la Escuela Friedman de Nutrición de la Universidad de Tufts, encontró junto a su equipo que comer aceite vegetal en muy bajas cantidades contribuye a un mayor número de muertes relacionadas con el corazón, en comparación con el consumo de grasas saturadas.
De hecho, solo el 3,6% de las muertes cardiacas a nivel mundial se pueden atribuir a ingerir demasiada poca grasa saturada, mientras que poco más del 10% de los decesos por causas cardiacas se puede relacionar con consumir muy poco aceite vegetal, es decir, una diferencia de tres veces.
El estudio se basó en datos de 3,8 millones de personas de 186 países recabados por trabajos anteriores.
"Los hallazgos sugieren que con el fin de tener el mayor impacto en (la prevención de) las enfermedades cardiacas, deberíamos focalizarnos en incrementar las grasas saludables", sostuvo Mozaffarian.
"Es beneficioso reducir la grasa animal, pero es importante no solo reducir las grasas malas en la dieta, sino que también aumentar los buenos componentes, con el fin de mejorar nuestra salud", agregó el académico.
Si bien numerosos estudios apoyan los beneficios de consumir más grasa poliinsaturada, el profesor de la Universidad de Tufts observó que las guías alimentarias, entre ellas la versión más reciente de la elaborada por el Gobierno de EE.UU., siguen limitando las grasas saturadas en lugar de aumentar elevar los lípidos que se consideran buenos.
Por ejemplo, las últimas recomendaciones de las autoridades estadounidenses recomiendan a la población que en su ingesta diaria de calorías, el consumo de grasas superadas no supere el 10%. Entre los productos que las contienen se encuentran el coco de palma, las carnes rojas y los productos lácteos.
Sin embargo, los antecedentes históricos muestran que cuando las personas disminuyen la cantidad de grasas saturadas tienden a reemplazarlas por carbohidratos, los que pueden convertirse en triglicéridos y ser almacenados como grasa.
El trabajo de Mozaffarian muestra que por esta razón, reducir las grasas saturadas es importante, pero no es suficiente para disminuir el riesgo de padecimientos cardiacos.
Entre otras conclusiones, este estudio encontró que los países donde la gente consumió más aceite vegetal tuvieron menos casos de fallecimientos por enfermedades al corazón.
En general, los datos mostraron que las muertes causadas por problemas al corazón que podrían estar relacionadas con la ingesta de grasas saturadas cayó un 21% entre 1990 y 2010, mientras que los decesos vinculados con un consumo insuficiente de grasas saludables solo disminuyeron un 9% en ese mismo periodo.
No obstante, los fallecimientos provocados por el consumo de grasas trans aumentaron un 4%. De acuerdo a los responsables del informe, estas estadísticas sugieren que se deben mejorar las guías alimentarias en relación al consumo de grasas. De esta forma, las personas no solo serán conscientes de sus peligros, sino que también los potenciales beneficios de los distintos tipos de lípidos.
Eliminar las grasas trans
A juicio del doctor Dariush Mozaffarian, los hallazgos que obtuvo su investigación son consistentes con las últimas directrices dietéticas que han sugerido eliminar las grasas trans industriales y sustituir las grasas saturadas por grasas poliinsaturadas. El académico indicó que lo que falta aún es entregar a la población "el importante consejo de que aumentar los aceites vegetales saludables puede reducir aún más y de manera sustancial la propensión de enfermedades al corazón".
10% de las muertes por enfermedades al corazón a nivel mundial se puede atribuir a un muy bajo consumo de grasas saludables.
3,8 millones es la cantidad de personas analizadas por esta investigación. Sus datos fueron extraídos de estudios anteriores.