Harvard y el MIT anuncian una posible cura de la diabetes tipo 1
HALLAZGO. Los científicos crearon un dispositivo que protege las células beta del páncreas, lo que frenaría la pérdida de insulina y pondría fin a las inyecciones.
Un grupo de investigadores del Instituto David H. Koch del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT), en conjunto con expertos del Harvard Stem Cell Institute (HSCI) y otras agrupaciones, desarrollaron un dispositivo implantable que es capaz de proteger las células beta productoras de insulina del ataque del sistema inmune, lo que podría conducir a una cura para la diabetes tipo 1.
Los profesores Daniel G. Anderson y Robert S. Langer fueron los encargados de realizar este trabajo, cuyos resultados podrían poner fin a las inyecciones de insulina, aunque la prueba fue realizada en ratones.
"Este informe es un paso adelante importante en un modelo animal, ya que muestra que puede haber una manera de superar uno de los principales obstáculos que se han interpuesto en el camino de una cura para la diabetes tipo 1", expresó Doug Melton, académico de Harvard y el codirector del HSCI.
El trabajo fue publicado en los portales de las revistas Nature Medicine y Nature Biotechnology.
Anderson explicó que el nuevo dispositivo demostró ser "biocompatible durante seis u ocho meses, sin provocar una respuesta inflamatoria" u otra enfermedad de este tipo. Esto ocurre cuando el dispositivo se implanta sin células en primates.
"Estamos muy contentos con esta nueva tecnología y estamos trabajando duro para avanzar hasta lo clínico", sostuvo Anderson, académico de Biología Aplicada en el MIT.
El experto indicó que ya llevaba años trabajando junto a Melton cuando comenzó la producción de células beta a partir de células madre provenientes del embrión humano.
El mecanismo
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune y metabólica en la que se produce una destrucción selectiva de las células beta del páncreas, causando una deficiencia absoluta de insulina.
Inyectarse insulina es el tratamiento más básico, aunque solo se consigue un éxito parcial en la regulación del metabolismo de los pacientes.
Cuando las células beta están funcionando normalmente, son parte de un sistema muy afinado, proporcionando con precisión la cantidad de insulina que el cuerpo necesita. Las inyecciones no pueden acercarse a imitar propio sistema de producción de insulina del cuerpo.
Como resultado, los pacientes pueden desarrollar complicaciones que van desde la ceguera, pasando por la enfermedad cardíaca, a la pérdida de extremidades.
Se cree que si se implantan las células beta podrían ser protegidas del ataque inmune, y responderían a las propias señales del cuerpo de la insulina. Por ello, sería probable que eliminara la mayor parte, o incluso la totalidad. Esto pondría fin a las complicaciones de la enfermedad, y sería, en efecto, una cura.
Algunos pacientes con diabetes tipo 2, que ha alcanzado proporciones epidémicas en los Estados Unidos y en todo el mundo, también se vuelven dependientes de la insulina, y podrían beneficiarse de la implantación de las células beta derivados de células madre.
Según la Federación Internacional de Diabetes (DIF), 1.700.000 chilenos padecen esta enfermedad.
El dispositivo
Importancia
El hallazgo significaría que los afectados podrían liberarse de las inyecciones diarias de insulina, gracias a un tratamiento que ya ha tenido éxito en ratones.
Mecanismo
El estudio de Harvard y el MIT se centró en el uso de células madre embrionarias para producir otras células, en este caso, productoras de insulina.