No pudo ocultar su satisfacción. Ricardo Robles, abogado defensor de Lorena Jardua, salió de la audiencia y en medio de abrazos celebró junto a la alcaldesa de San Fabián, de quien asumió su defensa en 2013, cuando fue formalizada por la fiscalía local de Chillán por el delito de incitar u organizar a electores a proporcionar domicilio electoral falso.

-¿Cuál fue su reacción al escuchar de voz de la magistrada que la prueba de cargo carecía de mérito suficiente para condenar?

- En verdad muy contento, aunque nosotros desde un principio dijimos que este era el resultado que esperábamos. El equipo de defensa detectó que aquí habían graves falencias en las pruebas de la acusación.

-En ese sentido, ¿cuáles considera usted que fueron las falencias de fiscalía?

-La prueba documental que presentó la fiscalía respecto a los cambios de domicilio, no era una prueba idónea. Los certificados del Servel eran contradictorios, no autorizados y los testigos tenían calidad de imputados, por lo tanto se les vulneró su derecho a guardar silencio, lo cual es esencial en cualquier Estado de Derecho. Por otra parte, se acreditó que la elección se ganó por un amplio margen y ninguno de los electores cuestionados votó, por lo que de ninguna manera pudo haber afectado los resultados finales. El tipo penal es muy exigente, que es incitar y organizar, que es un concepto muy preciso que no se pudo comprobar.

- Usted alegó que aquí había un complot político y sentimental, ¿cuál era la importancia de esta acusación?

-Eso salió a la luz y de acuerdo a toda la evidencia que presentamos, era evidente que había un trasfondo político, toda vez que el ex alcalde, Cristian Fernández, intentó una reclamación de nulidad de la elección que fue rechazada por los mismos motivos. Luego, hubo querellas perfectamente coordinadas. Asimismo, era importante la querella donde está presente el Consejo de Defensa del Estado por un presunto fraude al fisco en las obras de alcantarillado, lo que nos hacía pensar que estábamos frente a una acusación que tenía otros móviles.

-¿Qué fue lo trascendental entonces?

-La tesis del complot político y la relación afectiva entre Ariel Torres y Eulalia Salinas, no fue el motivo principal para absolver, pero sí sirvió para sembrar dudas respecto a la acusación. El motivo fundamental fue que las pruebas carecían de contundencia para fundar una petición de condena.

- El proceso aún no está cerrado 100%...

- Evidentemente está la posibilidad de presentar un recurso de nulidad. Todos los intervinientes tienen la posibilidad, están en su derecho de interponerlo, pero estamos confiados de que se va a ratificar en la Corte, porque si este tribunal tiene convicción de que aquí no hubo delito alguno, eso no puede ser revisado por la instancia superior.

-¿Qué espera de la sentencia?

-Principalmente, esperamos que se condene en costas a la fiscalía y querellantes después de este largo proceso.