¿Quién no ha escuchado hablar del whiskey escocés, de las irremplazables aspirinas Bayer alemanas, de la moda italiana o del jamón serrano español? Hace unos meses, el ex ministro de Economía, Felipe Larraín, apuntaba a que el "grueso del problema que vive hoy la economía chilena, es fundamentalmente el made in Chile". Y puede que tenga razón.
Chile, nos guste o no, es un mercado pequeño en el que la innovación y el agregar valor son fundamentales para subsistir. Por este motivo, descomoditizar nuestra economía e implementar tecnología son factores claves para conseguir este objetivo e ir, de a poco, en una senda donde el "hecho en chile" sea un valor y un orgullo.
Además, es fundamental que exista una estrategia privada clara y políticas públicas que incentiven y protejan a cada una de las industrias, con el objetivo de pasar del eslogan a una realidad. Las autoridades podrían preguntarse ¿estamos incentivando realmente la creación de nuevas industrias locales o más bien las normas que hoy tenemos generan barreras de entrada infranqueables?
Tampoco podemos dejar de lado la definición del rol que deberían jugar los municipios y organismos regionales para apoyar a los nuevos emprendimientos locales. Y es que el papel de las autoridades locales es fundamental a lo largo de este proceso.
Por otro lado, una parte determinante para este made in Chile es el acceso al crédito. Si bien en los últimos años se ha avanzando, el lograr préstamos relevantes o bien gestionar capitales de riesgo sigue siendo muy complejo para el emprendedor. Tanto la banca como algunos inversionistas cortoplacistas, hacen que el proceso de financiamiento no sea ni rápido ni fácil, generando una nueva barrera.
Debemos avanzar hacia una mayor inversión en imagen país, donde privados y gobierno tengan una agenda en común con objetivos claros y un presupuesto acorde. Resaltan las cifras emitidas por el Nation Brands Index (NBI), en las que Chile ha mejorado sostenidamente su reputación, pasando del lugar 39 en 2010 al 35 en 2014. Sin embargo, el trabajo en conjunto para favorecer la competitividad de nuestro producto nacional será vital de aquí a los próximos años.
José Tomás Infante, Gerente General y Co fundador de Cervecerías Kross.