Mabel González / Agencias
El ex Presidente de Brasil Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010) fue conducido ayer a declarar por la Policía Federal como sospechoso de haber sido uno de los principales responsables por la red de corrupción que operó en la estatal Petrobras.
El fundador del Partido de los Trabajadores (PT) está bajo sospecha además de haberse enriquecido personalmente con los desvíos de fondos cometidos en la petrolera estatal y de haber beneficiado a su partido y a las campañas políticas suyas y de su sucesora y actual Mandataria, Dilma Rousseff.
"Además de líder partidario, (Lula) era el responsable final por la decisión de quienes serían los directores de Petrobras y fue el principal beneficiario de los delitos", señaló el Ministerio Público Federal en un comunicado.
"De hecho, surgieron evidencias de que los delitos lo enriquecieron y financiaron las campañas electorales y la 'caja negra' de su grupo político. Más recientemente, además, surgieron en la investigación referencias al nombre del ex Presidente Lula, como personas cuya actuación fue relevante para el éxito de la actividad delictiva", señala el comunicado.
El fiscal Carlos Fernando Lima, quien integra el equipo de investigación de la Operación Lava Jato, que desmanteló la red ilegal que operó en Petrobras, dijo que existen indicios de que Lula recibió dinero, regalos, inmuebles y otras "ventajas" por parte de las mayores constructoras del país, que están involucrados en los fraudes.
"Las investigaciones son exactamente en el sentido de comprobar o no la participación del ex Presidente en decisiones que beneficiaron a partidos de la coalición aliada (del Gobierno)", expresó el fiscal, citado por medios locales.
"Las investigaciones ya vienen acumulando evidencias que el principal beneficiario (de los desvíos) era el gobierno del PT, y queda claro que los beneficios políticos obtenidos fueron de Lula y de la actual Presidenta", añadió Lima.
El operativo
El operativo realizado ayer consistió en la conducción coercitiva para declarar de Lula da Silva, su primogénito, Fabio Luíz, y el presidente del Instituto Lula, Paulo Okamoto.
Todos son indagados bajo sospecha de haber cometido delitos de corrupción y lavado de dinero, que habrían sido practicados "por medio de pagos disimulados" hechos por el empresario y amigo de Lula José Bumlai y por varias constructoras, a Lula y personas próximas a él.
Además, fueron registrados todos los inmuebles que figuran como pertenecientes al ex Mandatario y los que él y sus familiares utilizan habitualmente, aunque formalmente pertenezcan a otras personas.
Entre los inmuebles requisados hay dos que son investigados por sospechas de que fueron en realidad "pago de favores" que las empresas hicieron al ex Mandatario: un lujoso departamento tríplex localizado en Guaruja, y una chacra en Atibaia, ambos en el interior de Sao Paulo.
"Existen evidencias de que Lula recibió recursos procedentes de la red de Petrobras por medio de la entrega de un departamento tríplex y de una chacra en Atibaia y de la entrega de muebles de lujo para los dos inmuebles, entre otras ventajas", expresó la Fiscalía.
"También se investigan pagos hechos al ex Presidente por empresas investigadas en la Lava Jato, a título de presuntas donaciones y (pagos por) conferencias" impartidas por Lula, agregó el informe.
El fiscal citó a las principales constructoras nacionales investigadas por el caso Petrobras y que son sospechosas de haber pagado favores a Lula: Camargo Correa, Odebrecht, UTC, OAS, Queiroz Galvao y Andrade Gutierrez.
Según las denuncias, estas pagaron el 60% de todas las donaciones recibidas por el Instituto Lula y el 47% de los valores pagados a Lula por conferencias impartidas entre 2011 y 2014, cuando ya había dejado la Presidencia del país, en Brasil y en el exterior.
Lula declaró por más de tres horas en las oficinas de la Policía Federal en el Aeropuerto de Congonhas.
La oposición reaccionó con dureza al episodio que involucra al máximo líder de la izquierda brasileña con el mayor escándalo de corrupción de la historia del país, y pidió expresamente la renuncia de Rousseff.
"Se acabó la República. Es el fin del Gobierno", dijo el diputado Miguel Haddad, del partido PSDB.
La Mandataria, en tanto, se reunió con sus ministros políticos para analizar la crisis.
Ex Presidente acusa "espectáculo"
El ex Presidente Lula da Silva afirmó que se sintió "prisionero" cuando la Policía Federal allanó ayer su casa para llevarlo a una comisaría. El ex Jefe de Estado dijo estar "indignado" por la llegada de los agentes de la policía y tildó de "lamentable" la actuación del Poder Judicial, en un discurso que pronunció en la sede de la dirección nacional del PT. Insistió en que el objetivo de la operación fue ofrecer un "espectáculo" a la prensa, ya que él "jamás" se negó a prestar declaración.