Lula acepta ser el jefe de gabinete de Rousseff y se blinda ante la justicia
BRASIL. El cargo concede fuero político al ex Presidente, por lo que podría ayudarlo a evitar un posible arresto por los casos de corrupción que se le indagan. Analistas creen que el nombramiento eclipsa la figura de Dilma.
El palacio presidencial de Brasil informó ayer que el ex Mandatario Luiz Inácio Lula da Silva fue nombrado jefe de gabinete de su sucesora, Dilma Rousseff. La medida podría ayudarlo a evitar un posible arresto en conexión con recientes casos de corrupción, ya que le concede fuero político.
Funcionarios cercanos a Silva y a Rousseff del Partido de los Trabajadores (PT) dijeron que el nombramiento ayudará a Rousseff a luchar contra un juicio político en un caso que no está relacionado con el escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras, sino que se centra en acusaciones de mal manejo de fondos fiscales.
El jefe de gabinete es la mano derecha del Jefe de Estado en Brasil. Analistas creen que el nombramiento de Lula eclipsará a Rousseff y que lo convierte en la figura más poderosa del Gobierno.
Un informe de Globo dijo que el actual jefe de personal, Jaques Wagner, se convertirá ahora en el jefe de la oficina a cargo de Lula da Silva.
Los rumores de un posible nombramiento del ex Mandatario se conocieron luego de que la semana pasada el ex Presidente fuera conducido a una comisaría para que respondiera a una serie de preguntas sobre el caso Petrobras.
Por esos días, la Fiscalía le imputó formalmente los cargos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero en un proceso donde se investiga el ocultamiento de un departamento de lujo que habría recibido por "favores políticos". Por ello, el Ministerio Público pidió su prisión preventiva.
Al tener Lula un cargo oficial, le sería más difícil a la Fiscalía continuar con la investigación en su contra, pues solo la Corte Suprema tendría que autorizar la investigación, el encarcelamiento y el juicio.
Medios locales reportaron que la intención de Silva de traer a algunos de sus aliados al Gobierno de Rousseff había sido un punto de fricción entre los dos políticos, así como el deseo de Lula de hacer cambios en la política económica vigente.
Analistas dijeron que el nombramiento de una figura tan prominente como la de Lula da Silva en el Gobierno podría debilitar a Rousseff. "Dilma estaría dándole la Presidencia a Lula", dijo Thiago de Aragón, de la consultora política Arko Advice, con sede en Brasilia. "Él se convertirá en el nuevo Presidente".
Arango cree que Lula se haría cargo de decisiones clave en temas políticos y económicos y que esa designación pone de relieve el "alto nivel de preocupación con un posible encarcelamiento (de Silva) y con que el Gobierno de Dilma termine si se abre un juicio político en su contra".
"fortalecimiento"
Poco después del anuncio, Rousseff manifestó que "la llegada de Lula fortalece mi Gobierno y hay personas que no quieren que mi Gobierno se fortalezca". Su arribo "es muy relevante, por su experiencia inequívoca, su conocimiento del país y su compromiso", agregó.
Lula dejó la Presidencia con altos índices de popularidad en 2010, pero el apoyo a su figura ha menguado a medida que la economía del país se ha debilitado y la investigación sobre hechos de corrupción ha implicado a varios miembros del PT.
Hasta hace poco, tanto Rousseff como Lula parecían estar exentos de la investigación de Petrobras, pero el martes la Corte Suprema aceptó una declaración del ex dirigente del partido en el Senado, Delcidio Amaral, quien afirmó que Rousseff estaba al tanto de las irregularidades en la petrolera estatal, que ella presidía antes de convertirse en gobernante.
La turbulencia política de esta semana surge poco después de que ocurrieran masivas protestas en contra de Rousseff y del PT, que reunieron a unas tres millones de personas.
Ex Presidente esquiva a estricto juez
Con esta designación, Lula logró esquivar por el momento la mano del estricto juez Sergio Moro. Dos de los procesos abiertos contra el ex Presidente están a cargo de este magistrado del Tribunal Federal de Curitiba, que ha absorbido el grueso de las investigaciones del caso Petrobras y que ya ha aplicado 84 condenas, entre ellas contra importantes empresarios, ejecutivos de la petrolera y políticos sin fuero. A pesar de la multiplicación de las causas abiertas, los abogados de Lula han puesto especial énfasis en evitar que los procesos caigan en manos de Moro.
2011 Dilma Rousseff sorprendió al país al destituir a cada ministro salpicado por algún caso de corrupción.
4 de marzo pasado el juez Sergio Moro autorizó que Lula fuese llevado a declarar ante la Policía Federal.