Resurrección de Caval
Los que pensaron que cuando el Juzgado de Garantía de Rancagua dictaminó el pasado 29 de enero las medidas cautelares para los imputados del "Caso Caval", entre ellos la nuera de la Presidenta Bachelet y a la vez fijando el plazo de investigación en un año, todo se desarrollaría sin mayores sorpresas, pues bien se equivocaron rotundamente.
Si ya era un grave problema para nuestra Presidenta la presencia de Compagnon dentro de los investigados, ahora se suma las declaraciones de Valero, socio de Caval, ante el Fiscal Moya, las cuales no necesariamente concuerdan con las entregadas por Compagnon al relatar las mismas situaciones ante la misma fiscalía en enero pasado. Así como el gobierno de nuestra Presidenta Bachelet entró en su definitivo segundo tiempo futbolístico, el Caso Caval dirían los tenistas estaría recién en su primer set, en donde en un principio Compagnon y Valero partieron jugando como una pareja afiatada, pero a raíz de los relatos de Valero, se acabó el juego de dobles para transformarse en un juego de individuales, en que cada uno defiende sus posiciones.
Sin lugar a dudas no es una buena noticia para La Moneda, el Caso Caval seguirá siendo tema, claramente se hace bien difícil dejarlo fuera de la opinión pública. Ahora sí llegó para quedarse en este segundo tiempo, por lo que nuestra Presidenta Bachelet deberá convivir con él con toda seguridad hasta el final de su mandato presidencial. Todo lo anterior lleva a la conclusión que no fue una reñida y concertada gestión de la oposición, cifras más cifras menos, tampoco la gestión gubernamental fue gravitante, considerando las Reformas y la Gratuidad, sino más bien el Caso Caval, surgido desde el mismo seno familiar, el que hizo trastrabillar su credibilidad y popularidad.
Luis Enrique Soler Milla
Longueira justificado
Lo menos que se puede decir, indignación, después de leer declaraciones a la prensa de don Enrique Correa: "El ex ministro Longueira prestó grandes servicios al país". ¿A quién pretende engañar el señor Correa? O sea, según este señor, quien realiza una buena acción, ¿está libre de hacer lo que quiera? El que realiza un acto positivo, a continuación, ¿tiene licencia para matar? ¿Por qué razón el señor Correa intenta justificar a Longueira?
Juan Luis Castillo Moraga.
Semana Santa
De los "dogmas" que me inculcaron mis padres y la Iglesia Católica desde niño, aún observo la creencia en la Santísima Trinidad: el Padre (Dios), el Hijo (Jesucristo) y el Espíritu Santo (la esencia o substancia benigna de lo inmaterial), y la fe y esperanza en la Resurrección, de una parte; y de otra, el respeto por la evocación anual de la muerte de "el Salvador", que conlleva ayuno y abstinencia de comer "carnes rojas" en el día de Viernes Santo, por su significancia: "la sangre derramada".
Si bien esta "prohibición" -antaño rigurosísima, difundida por los curas y que incluía el día jueves- derivaba a comer pescados y/o mariscos este día, "sin importar el subido precio de ellos ni del infaltable cítrico", también era y es válido hasta el día de hoy consumir verduras, masas y/o legumbres, como se hacía y hace en mi familia, y nadie se desnutre ni muere de hambre por ello, y no se "faltaba/falta" en nada.
Así las cosas, y si bien aclarando que no hay ninguna obligación de comer pescados ni mariscos en Semana Santa, no dejan de llamar la atención estos recientes dichos del obispo auxiliar de Santiago, Galo Fernández: "La letra y el espíritu a veces se contraponen. La letra había señalado privarse, y había puesto como ejemplo las carnes rojas, pero en rigor, a lo que invita -la Iglesia- es a renunciar a alimentos costosos y a compartir con los más necesitados".
¿Qué pasó con la otrora "dispensa" que había que solicitar para que un enfermo pudiera comer carne durante estos días? Nunca escuché ni he escuchado de cura alguno que diga "a falta de carnes rojas en Semana Santa, no hay nada mejor que una ricas humitas con ensalada a la chilena para los sanos, y sopa de verduras y masas para los enfermos. Pero después de, ahora sí que lo tenemos claro, y no nos dejemos arrastrar por el consumismo ni por la psicosis colectiva que se ha visto y se ve con motivo de esta evocación cristiana, como tampoco nos curemos de espanto y horror si un grupo de "provocadores ateos" realizan, con bombos y platillos, su feroz "parrillada", ¡De choros que son!, ni de aquéllos que hacen de este fin de semana sus vacaciones o prolongación de las estivales.
Eco: El cardenal Raúl Silva Henríquez no renunciaba en Semana Santa a comer congrio colorado, su pescado favorito. ¿Cuánto cuesta? ¿Es barato o "costoso"? ¡Se lo regalaban!
Jorge Saavedra Moena.
Homenaje a un visionario
Es necesario que Chillán rinda un homenaje póstumo al gran impulsor de Ñuble Región: Don Jorge Castillo.
Carmen Santana.