"Nos gustaría pedirle una oportunidad a la gente de la costa de Ñuble para que nos escuchen"
No han sido meses fáciles para los habitantes de la comuna costera de Cobquecura, esto principalmente al enterarse de la presentación de un proyecto acuícola que busca instalarse con 11 centros de cultivo en las costas de la provincia de Ñuble, incluyendo además a las comunas de Trehuaco y Coelemu.
Esta situación ha generado el inmediato rechazo de la comunidad, que se ha agrupado en torno al lema "Todos somos Cobquecura", buscando que la empresa a cargo del proyecto, Cultivos Pelícano, desista de la instalación de estas plantas en las cuales se busca cultivar choritos, algas y como especie secundaria, salmones. Pero su gran fuerte será la producción de Cojinoba del norte.
El ingeniero civil industrial Mark Stengel, es el creador de este proyecto el que defiende en todos sus términos. "Se trata de 11 centros acuícolas de policultivos offshore, o a mar abierto, independientes entre sí. Entre sus características diferenciadoras se destaca su realización en mar abierto, entre 1,6 y 1,9 kilómetros de distancia de la costa, expuesta a corrientes, viento y olas, sin considerar interacción con la costa directamente", sostiene Stengel.
-¿Por qué presentaron 11 proyectos distintos y no uno solo?
- Cada uno de los proyectos presentados es independiente el uno del otro. Como primer elemento a considerar tenemos la ubicación, dado que los centros se instalan en porciones de mar frente a 4 comunas a lo largo de 54 kilómetros de costa, separados entre sí unos 3 kilómetros y alejados de la orilla, entre 1,6 y 1,9 kilómetros. Al encontrarse ubicados en diferentes zonas tienen áreas de influencia distintas, por lo que creemos deben evaluarse de manera separada.
-¿Cuál es el beneficio que dejarán estos proyectos para las comunas en las que se podrían instalar?
- Las comunas costeras de la actual Provincia de Ñuble tienen problemas de cesantía, pobreza y desarrollo, elementos sociales que han estado ausentes en el discurso de quienes trabajan por evitar la inversión privada productiva en ese territorio. Si bien una empresa como Cultivos Pelícano no podrá solucionar estos graves problemas, si somos una apuesta concreta por nuestro aporte al empleo y la oportunidad de desarrollo en una zona deprimida.
-¿Qué estudios ambientales han realizado para llevar a cabo este proyecto?
- Es fundamental comprender que el Estado de Chile ha declarado la costa de la Provincia de Ñuble como una Zona AAA, es decir, Área Aptas para la Acuicultura, e invitado a generar este tipo de actividad económica como un mecanismo para impulsar desarrollo, crecimiento, oportunidades en zonas que lo requieren con urgencia, y como una posibilidad de reconversión laboral en otras actividades a pescadores artesanales y gente de mar. Hemos realizado estudios propios del más alto nivel que garantizan la sustentabilidad de cada uno de los centros y su viabilidad, considerando también la realización de otros que nos ha exigido la autoridad en el marco del proceso de evaluación ambiental
-¿Fue sorpresiva esta oposición, hace algún mea culpa al respecto, y cómo esperan subsanar esto?
-En efecto, hoy todos los proyectos de inversión privada e incluso públicos tienen sobre ellos grupos de presión organizados que buscan defender un estilo de vida o el estándar social de un lugar para evitar la intervención de agentes externos. Aquello es legítimo y es algo con lo cual los proyectos deben trabajar. Nosotros creemos en el diálogo respetuoso, informado y que busca generar beneficios para el territorio. De nosotros jamás escucharán una descalificación de quienes se oponen a nuestros proyectos.
-¿Este proyecto puede afectar el fondo marino de Cobquecura?
-Esta crítica pertenece a la época cuando los centros de cultivo no contaban con la tecnología que hoy existe y se alimentaban los peces casi sin control subacuático, por lo que en algunos casos podrían producirse acumulaciones de alimento en el fondo marino, lo que se sumaba a las fecas de los mismos peces. En el caso de nuestros proyectos, a mar abierto, y expuestos a vientos, corrientes, oleaje y mareas, es el mismo mar el que entrega el principal efecto mitigador. Esto sin considerar la tecnología disponible hoy en día que incluye cámaras submarinas ubicadas en las jaulas y que permiten observar el momento preciso cuando los peces dejan de alimentarse para así cortar ese suministro.
-¿Afectará al santuario de Lobos Marinos?
- La presencia de Lobos Marinos es una situación que todos los centros de cultivo de peces en Chile enfrentan y para lo cual la autoridad exige una serie de resguardos, los que por cierto tenemos considerados. Ninguna de esas medidas pone en riesgo la protección de esa especie. Por eso vamos a implementar todas las medidas exigibles y asumiremos iniciativas voluntarias que muestren ser eficientes para no afectar a los lobos marinos. Actualmente, nos encontramos conversando con distintos organismos expertos para evaluar las mejores decisiones. Y por último, es importante conocer que el centro de cultivo de peces en trámite más cercano a la Lobería de Cobquecura está a 5,6 kilómetros de distancia.
-¿Qué responde a la preocupación que tiene la comunidad en cuanto a que este proyecto puede afectar el turismo y ecosistema de la zona?
-Es importante colocar las cosas en su justa dimensión. Nuestros centros ocupan 11 puntos a lo largo de 54 kilómetros de costa y alejados de ella casi 2 kilómetros. Es decir, se trata de 11 granjas de cultivo en una enorme porción de mar. No es un tren de centros que bloqueen la costa. Son puntos separados casi 3 kilómetros uno de otro.
-¿La playa de Cobquecura se caracteriza por la presencia de surfistas ¿estos centros de cultivos los afectarían?
-De ninguna forma. Estamos ubicados en puntos muy precisos alejados entre 1,6 y 1,9 kilómetros de la costa, por lo que no hay interferencia alguna en las olas ni en las zonas de práctica de este deporte y nuestro proyecto no considera actividades en playa.
-¿Qué mensaje le entregaría a la comunidad?
-Nos gustaría pedirle una oportunidad a la gente de la costa de Provincia de Ñuble para que pueda escucharnos y conocer nuestro proyecto. La acuicultura offshore es totalmente compatible con las otras actividades del territorio, como el turismo, la pesca y otras actividades de mar. Nuestro compromiso es fomentar el valor turístico y proteger el medioambiente en las zonas donde operaremos, aportando en cada localidad diversos modelos asociativos que respondan y respeten la vocación propia de cada zona. Buscaremos apoyar otras actividades relacionadas que puedan beneficiar y mejorar las potencialidades naturales del lugar, como la gastronomía o servicios vinculados a la acuicultura.
Vamos a privilegiar la mano de obra local y para ello estamos planificando y evaluando instancias de capacitación donde se entregue a las personas de la zona herramientas y conocimientos necesarios para calificar técnicamente en los puestos de trabajo que se generarían en caso de aprobarse la instalación de estos centros de cultivos.
Asimismo, creemos que nuestro proyecto le permitirá a la Región del Bio Bio el desarrollo de una nueva e innovadora actividad productiva que esperamos genere capacitación y reconversión de pescadores y hombres de mar, la posibilidad de generar una serie de negocios y pequeñas empresas locales que crezcan al alero de nuestros centros, en servicios y productos, potenciando también la actividad hotelera y turística de todo este sector.