"Ñublense es todo en mi vida, es lo más grande que existe en la provincia"
Eduardo Sepúlveda camina por la calle y mientras se desplaza con su paso cansino la gente de Chillán lo saluda.
Son los miles de hinchas de Ñublense que conocen de las jugadas del defensa apodado el "Camión" que tal como el apelativo lo explica derrochaba fuerza y total entrega en la cancha, literalmente hasta que la bencina se agotara.
El chillanejo debutó en el club en medio del marco de la campaña de 1981 en Primera División y tras once años en el Rojo emprendió un nuevo rumbo para vestir las camisetas del Deportivo Parral, Temuco, provincial Osorno, Linares, Colchagua, donde se retiró en 1996 peleando la liguilla para subir a Primera División.
Sin duda que el "Camión" dejó su huella en Chillán y no por nada fue capitán de los Diablos en los tiempos en los cuales los sueldos impagos y la falta de lugares para entrenar eran el pan nuestro de cada día. A pesar de todo fue elegido entre los mejores centrales de Chile en 1992.
- ¿Cómo llegó a Ñublense?
- Soy nacido en Chillán y me inicié en el fútbol amateur de la ciudad defendiendo la camiseta del Deportivo El Tejar. El preparador físico de Ñublense en 1979 era Ricardo Rojas, quien me llevó a cadetes para que me probara y por mis condiciones me dejaron de inmediato.
- ¿Siempre fue defensa?
- No, comencé jugado de 9 en cadetes. Pero una vez fuimos a jugar una final juvenil a Temuco, el defensa se lesionó y el técnico me puso a mí en esa posición, en rigor me pidió que jugara ahí, yo pensé que había que jugársela y le dije que bueno. Como delantero era goleador, era bueno. Pero en la defensa me sentí más cómodo porque arriba a uno le pegaban más, en cambio atrás uno es el que pega más… es broma.
- ¿Siempre fue líbero en Ñublense?
- Casi siempre, también jugué de 6, volante de corte. Estuve once años en Ñublense, creo que ha sido uno de los más tiempo vestí esta camiseta.
- ¿Quién le puso Camión?
- Fue Pedro Pablo Díaz, el "Bruto", lo que pasa es que cuando jugaba de 9 pasaba con todo por la defensa contraria, era como un camión que pasaba con todo, arrasaba. Me gusta el sobrenombre.
- ¿Cómo recuerda su paso por Ñublense?
- Entregué lo máximo de mí por el bien de la institución. Todos los partidos me entregaba para que el equipo ganara, a veces se perdía, pero se dejaba todo en la cancha. Quedé contento por todo lo que hice en Ñublense, fue una bonita experiencia. No tengo nada que quejarme de mi paso por esta institución que llevo muy dentro de mi corazón. Durante los once años que estuve en Ñublense fui capitán.
- Como fue habitual en esa época, ¿también fue víctima de los problemas económicos por los cuales atravesó Ñublense?
- En Ñublense hubo muchos problemas económicos, en esos años se jugaba más por la camiseta que por el dinero. Los jugadores pasaban muchas cosas males, pero se esforzaban por sacar la situación adelante.
- ¿Contra quién fue el debut?
- Fue contra La Serena en 1981 cuando estábamos en Primera y tuvimos que jugar contra ese equipo con muchos cadetes porque muchos se fueron de Ñublense ya que no les habían pagado. De todas maneras fue algo que se veía venir. El profe de cadetes nos decía que teníamos que estar preparados.
- ¿Cómo vivió ese partido?
- Fue algo muy bonito porque uno siempre miraba el primer equipo como entrenaba, entonces poder jugar fue muy bueno porque era el momento que uno estaba esperando para demostrar lo que uno tenía y poder proyectarse en el fútbol.
- ¿Qué recuerda de la campaña de 1992 en Tercera División y que terminó con el ascenso a segunda al ganar la liguilla que se jugó en Quillota?
- Ese año el profesor Esaú Bravo eligió a los mejores jugadores que se podía y que se querían ganar un nombre en el fútbol. A la final llegamos nosotros junto a Curicó, San Luis y Ovalle, con los jugadores que teníamos sabíamos que podíamos ganar esa liguilla. La final contra San Luis fue difícil, ellos ya tenían el escenario armado para celebrar, pero nosotros ganamos 4 a 2, el equipo sacó fuerza no sé de donde a lo cual se suma la motivación de la gente que viajó de Chillán, porque Ñublense es un equipo que nunca ha jugado solo.
- ¿Muchas expulsiones en su carrera?
- Me expulsaron solo una vez cuando estaba en Osorno y fue jugando contra Ñublense. No era un jugador que pegara. Además, siempre salía jugando.
- ¿Algunos goles?
- Varios, por Ñublense, por Colchagua, casi todos de cabeza o de tiro libre. El más lindo fue el que le hice a Temuco en Chillán, fue en un día de lluvia, en el cual tomé la pelota en mitad de la cancha avancé haciendo paredes hasta llegar al área.
- ¿El mejor dirigente de Ñublense?
- Juan Ramírez, Casiano Andrade y Sergio Zarzar. Pero todos los dirigentes que han pasado por Ñublense han hecho un gran esfuerzo. Pero de todas maneras hubo un reconocimiento hacia mi parte cuando me entregaron una butaca vitalicia para entrar al estadio.
- ¿Cómo ve a Ñublense en la época de la Sociedad Anónima?
- Cuando no era Sociedad Anónima los jugadores llegaban a la gente, la hinchada se acercaba a uno, era todo más familiar. Ahora eso no pasa, es otro estilo de vida.
- ¿Qué significa Ñublense en su vida?
- Todo, fue el equipo que me hizo llegar al fútbol, me permitió formar una familia. Siempre estaré agradecido. Es lo más grande que existe en la provincia.
"Como nueve no era muy rápido, era más bien técnico, pero jugando atrás me sentía más cómodo". "Uno recibe el cariño de la gente no por ser chillanejo, sino que por lo que uno entregó en la cancha".
11 Años
Defendió la camiseta de Ñublense Eduardo Sepúlveda, jugador apodado el camión que también fue capitán del Rojo.