Constanza Velásquez

El frío ha vuelto. El invierno ya se hace sentir con fuerza, y el viento y la lluvia obligan a cambiar la ropa de verano por el chaleco y las botas. Sin embargo, hay quienes no tienen esta oportunidad, pues para ellos cada día es igual y buscar abrigo en las noches, sobre todo cuando llueve, es cada vez más difícil.

En Chile, 12.255 personas viven en la calle. De ese total, 10.185 (84%) son hombres y 2.070 (16%) son mujeres, mientras que el tiempo promedio que llevan en esa condición es de 6 años, sin embargo algunos aseguran haber vivido toda su vida así, solo con recuerdos de cartones mojados y ropa vieja.

El trabajo ha sido arduo pues, según información entregada por la Seremi de Desarrollo Social hasta el año 2011 en la Región del Biobío se habían catastrado 871 personas en calidad de indigencia, mientras que actualmente -y según mediciones del mismo organismo- este número habría aumentado a más de 1.500 personas que viven en la calle. En Ñuble las cifras también van en aumento.

"Hasta el año 2011 en la provincia de Ñuble habían registradas 161 personas en situación de calle, mientras que en la actualidad se habla de más de 200 personas, concentradas principalmente en las comunas de Chillán, Bulnes y San Carlos", comentó Juan Eduardo Quilodrán, seremi de Desarrollo Social del Biobío, y agregó: "El problema es que muchas veces faltan manos para ayudar a esta gente, falta que la gente se sensibilice".

Agrupación e historia

La necesidad de contar con grupos de apoyo para socorrer a las personas que viven en la calle es evidente. Como dijo el seremi, las manos se hacen pocas y la sociedad está cada vez menos preocupada y menos empática con el sufrimiento ajeno.

Sin embargo, la esperanza no se pierde, sobre todo cuando surgen movimientos que van en ayuda de la gente más vulnerable, por iniciativa propia y que han logrado motivar a más personas en esta labor solidaria.

"Apoyo y esperanza" es el nombre de una agrupación que se formó hace casi un año y medio y que cuenta con alrededor de 30 voluntarios que todas las semanas recorren las calles de Chillán brindando no solo comida y abrigo a las personas de la calle, sino que además las escuchan, las consuelan y comparten con ellos como una familia.

"Nosotros hacemos una ruta una vez a la semana y les llevamos comida caliente (cena), pan, café, ropa frazadas, y sobre todo mucho amor. Ahora en invierno la ruta será dos veces por semana, porque el frío es devastador y hacemos rutas de emergencia los otros días con sándwich y café. En las ocasiones especiales igual es lindo preocuparse por ellos, por ejemplo el año pasado les hicimos una cena navideña, estaban todos en el Mercado, aproximadamente 120 personas, les llevamos regalos, un árbol de navidad, comida, baile y todo", señaló Estela Rodríguez, líder del grupo, y agregó: "Lo lindo de esto es la felicidad de ellos al recibir las cosas, siempre están muy agradecidos, y eso para nosotros es suficiente".

No obstante, Estela aseguró que muchas veces la situación escapa de sus manos, muchas veces no depende de ellos que se les vaya uno de sus "regalones".

"El año pasado se nos fue 'el Norte', uno de nuestros más queridos amigos que dormía en el Mercado. Estaba enfermo, él tenía una úlcera en una de sus piernas, sufría mucho dolor, le hacíamos curaciones todos los días, el frío tampoco ayuda mucho cuando están enfermos, eso es lo triste", recordó emocionada Estela.

Juan Mardones, más conocido como 'Norte', era una persona muy conocida en el Mercado, porque a pesar de su condición de calle y de ser alcohólico él siempre transmitía alegría. "Nos cantaba 'deja de llorar, deja de llorar por mí, que no lo merezco' y cada ruta que nosotros hacíamos nos alegraba con sus canciones, era nuestro gatito, cuando le decíamos así nos miraba tiernamente, lo extrañamos mucho", agregó la mujer.

La muerte de "Norte" dejó al descubierto una dura realidad con respecto a la vida de las personas en situación de calle difícil de ignorar. Estela cuenta que cuando se enteraron del fallecimiento del 'gatito', no podían creer la soledad y desamparo en la que se encontraba.

"Un día el Norte estaba muy mal y por eso llamamos al Samu y nos dijeron que él ya estaba desahuciado por su cirrosis y no se podía hacer nada. La esposa lo llevó a su casa y falleció a la mañana siguiente", contó.

La señora de "Norte" trabaja vendiendo semillas en el Mercado, y estaba trabajando precisamente cuando falleció su marido. Muchas veces trató de sacarlo de las calles, sin embargo al ser una familia de origen muy humilde no contaban con los recursos para un tratamiento para el alcoholismo del hombre, que era finalmente lo que lo devolvía a las calles una y otra vez. Finalmente, la señora y su hijo (que trabaja limpiando vidrios en la calle) dejaron que se quedara en el Mercado.

Estela comentó que cuando la señora de "Norte" fue con Carabineros a sacar un certificado de defunción, ni siquiera le hicieron autopsia, solo pusieron en su certificado cirrosis hepática y nada más. "Cuando la gente es pobre, y más aún si es alcohólico y en situación de calle, nadie se preocupa, a nadie le importa", dijo.

Además de eso nadie se hacía cargo de sus servicios funerarios, ni el Hogar de Cristo porque no tenía cuota mortuoria. Por esto como agrupación "Apoyo y esperanza" consiguieron en Dideco el servicio funerario, la iglesia La Merced y ahí le realizaron un velorio como debía ser.

"Lo velamos, le cantamos, hicimos una velatón donde él dormía en el Mercado. Una voluntaria del Desafío Levantemos Chile donó un terreno en el Parque Las Flores y le hicimos ahí su funeral, y como grupo arrendamos una micro y le llevamos a todos sus amigos de la calle allá al cementerio", recordó Estela y agregó: "Le pusimos la canción que él siempre nos cantaba y le hicimos un discurso, fue el funeral más lindo que he vivido en mi vida".

Ayudas y nueva encuesta

Con programas permanentes y programas estacionales, dependiendo la época del año, trabaja la Seremi de Desarrollo Social con las personas en situación de calle. En el caso del trabajo psicosocial, este se realiza en coordinación con la municipalidad de Chillán y está funcionando durante todo el año.

"En Chillán tenemos 71 cupos para ese programa psicosocial y la idea es que estas personas se puedan insertar nuevamente en la comunidad, puedan trabajar, hacer nuevamente su vida. Ahí tenemos dos fundaciones trabajando en este tema, más el apoyo de la municipalidad: está la Fundación Hallazgo, que tiene 18 cupos, la municipalidad que tiene 35 cupos y la Fundación Empleo con 18 cupos, en todas son 71 cupos", dijo el seremi.

La autoridad regional comentó además que existe otro programa que se llama "Noche digna", que tiene otros dos sub programas, uno de ellos son los albergues temporales.

"En Chillán nosotros tenemos una hospedería con 60 cupos en forma permanente, y el otro sub programa es el 'Plan Invierno' que según su temporalidad nosotros lanzamos a fines de mayo estando operativo 137 días corridos", dijo Quilodrán.

"Para Ñuble, específicamente Chillán, existe la posibilidad de incorporar una ruta social de Chillán y Bulnes, que consiste en un albergue 24 horas para 30 cupos, que viene a reforzar la hospedería", agregó la autoridad.

Por otra parte, el último registro oficial con respecto a personas en situación de calle es precisamente el del año 2011. Las mediciones realizadas posteriormente son solo aproximaciones que, según el seremi de Desarrollo Social, esperan poder oficializar este año, con una nueva encuesta.

"La segunda quincena de agosto vamos a lanzar en todo Chile el Registro Social de Personas en Situación de Calle que nos va a permitir saber no solo cuántas personas en número están en esta condición, sino que además nos permitirá saber cuáles son sus características, de esa manera podremos ayudar de mejor forma", declaró la autoridad.

Finalmente, Quilodrán aseguró que una de las grandes problemáticas que existe hoy en la región es la poca disposición de algunas personas en situación de calle de recibir estas ayudas, ya sea por problemas de alcoholismo y drogas, o bien por algún tipo de problema psicosocial.

"La verdad es que nunca hemos tenido la capacidad completa en ninguno de estos programas, y no podemos obligar a la gente a estar en un lugar donde no quiere estar. Ahora ese es el desafío", concluyó.

"La verdad es que nunca hemos tenido la capacidad completa en ninguno de nuestros programas, porque no podemos obligar a la gente a estar en un lugar donde no quiere estar, por eso ahora ese es el desafío".

Juan Eduardo Quilodrán, Seremi Desarrollo Social del Biobío

1.500 personas aproximadamente son las que viven en situación de calle en el Biobío actualmente. La mayoría de ellos se concentran en las comunas de Concepción, Chillán y Los Ángeles.

2011 fue la última medición oficial de personas en situación de calle a nivel nacional. En agosto de este año se actualizarán estas cifras con una nueva encuesta y datos recogidos hasta ahora extraoficialmente.