El sacerdote que encesta por el Club Deportivo San José
BÁSQUETBOL. Religioso que predica la palabra en el sector oriente de Chillán, se da mañas para participar en el campeonato local. Alero hizo sus primeras armas en San Carlos.
El deporte y la religión no siempre van de la mano, pero hay sacerdotes que se encargan que la pasión y dedicación en predicar la palabra de Dios también se transmita a la cancha y en este caso, a la de básquetbol.
El fin de semana comenzó el campeonato de la Asociación de Básquetbol Regional Ñuble Chillán que con una docena de equipos pretende que los amantes del tablero de la ciudad tengan un torneo estable. Entre los elencos que dicen presente está el Club Deportivo San José que integra el sacerdote Pablo Valladares, quien deja la sotana de lado durante el fin de semana para vestirse de corto y buscar encestar de todas las maneras posibles. "Trabajo como cura en la Parroquia del Buen Pastor que está en el colegio Parroquial San José, soy capellán del colegio, por eso tenemos la facilidad de entrenar en el mismo lugar", comenzó a relatar el hombre de 30 años que jugaba básquetbol en sus años como liceano.
"Toda la enseñanza media fui seleccionado en el liceo politécnico de San Carlos y con mi hermano mayor jugábamos mucho. Dejé el básquetbol por siete años mientras estuve en el seminario y cuando llegué a Los Volcanes lo retomé junto a los alumnos del lugar", rememoró.
Pablo no solo ve el básquetbol como una entretención o competencia, sino que también como una herramienta para construir un mundo mejor. "En Los Volcanes hay sectores peligrosos y a algunos de los chiquillos que entrenan en el colegio los conocí jugando atrás de un colegio que se llama Betel cerca del cual hay una cancha peligrosa en las tardes y de ellos mismos surgió la idea de formar un club y el Colegio Parroquial y la Iglesia los acogió, yo también aproveché de incorporarme porque me gusta".
En lo netamente deportivo el sacerdote explicó que la experiencia de jugar y entrenar ha sido dura, sobre todo por entrenamientos en los cuales asegura que le sacan el jugo. "Esto no es solo juntarse a jugar un rato para pasarla bien, sino que también para ir mejorando el nivel, ir mejorando en las jugadas y no solo individualmente, también como equipo y es entretenido porque nos vamos conociendo, compartimos mucho entre nosotros también.
Valladares relata que es uno de los jugadores más experimentados por la edad y que como tal debe lidiar con el ímpetu de jóvenes de 25 ó 18 años. "Al principio ellos no sabían que era cura, pero poco a poco se fueron dando cuenta, me han visto celebrar misas", dijo quien hace dos años egresó del seminario.
El basquetbolista estableció que la comunidad parroquial conoce y aplaude su labor deportiva, la cual incluso cuenta con el apoyo del obispo de Chillán, Carlos Pellegrin. "Al principio se reían porque me veían salir con short y zapatillas, ellos pensaban que yo solamente va a jugar con un par de amigos, pero poco a poco les fuimos diciendo que iba a entrenar y que tenemos un club.
Como es lógico el padre Valladares dijo que el deporte es un instrumento más para esparcir las enseñanzas de la biblia a través de las acciones concretas y los ejemplos de vida. "Los mismos valores que tiene el deporte como la responsabilidad, la puntualidad, el compromiso que tiene que tener uno, son valores humanos y estos están fundado en el cristianismo. Mi evangelización la hago como un testimonio de vida, como signo concreto ellos notan y deben notar que dentro de la cancha y fuera de la cancha yo soy cura, por eso comparto mucho con ellos, y si cometo una falta la cobro yo mismo, porque mi moral no me permite pasar eso, entonces con mi testimonio de vida trato de ir evangelizando.
Al ser consultado sobre si siente o no una mayor responsabilidad en la cancha por el hecho de ser sacerdote, reconoció que lo principal es predicar con el ejemplo. "No es solo la responsabilidad de tratar de ganar, sino que también responsabilidad para entrenar, para ir mejorando, porque al final si uno hace lo que le gusta también tienen que hacerlo de la mejor forma posible, y yo siempre les digo a los chiquillos que doy gracias Dios por el regalo que me está haciendo, porque uno puede pensar que el señor le quita a uno las cosas que le gustan y yo estoy comprobando todo lo contrario, yo dejé lo que me gusta por 7 años para formarme y ahora me lo devuelve, me puso en esa parroquia, con esos jóvenes para seguir practicando".
Como buen deportista el padre dijo que también has expectativas en el torneo de la Asociación Regional. "Siempre vamos a querer ganar, sabemos que hay equipos mejores que nosotros, pero hemos aprendido que jugando como equipo podemos dar la pelea, no queremos solo participar, queremos ganar y es eso lo que más me gusta de los jóvenes que conforman el equipo, tienen ansias y sueños y eso me lleva a soñar junto a ellos".
Si bien la posición del jugador es de alero, el paso del tiempo y las características de Club Deportivo San José lo transformaron en un hombre polifuncional. "De repente me ocupan como escolta o pivote. En el liceo jugaba de conductor, pero poco a poco fui jugando de alero, mi físico obviamente no es el mismo que tenía antes".
Con respecto a una visión global del básquetbol en Chillán, lamentó que siendo una ciudad con una gran cantidad de juventud no exista un nivel elevado.
"Antes de cada partido hago una oración y lo que más le pido al Señor es que ninguno se lesione y que lo pasemos bien. Tenemos chiquillos que son evangélicos y otros que no practican ninguna religión, pero han visto en mi una cercanía a Dios, yo rezo mucho por ellos, como decimos los curas son como mi rebaño, concluyó Valladares, quien anticipa que estará ligado al básquetbol hasta que se pueda.
Actualmente el club está en la búsqueda de la personalidad jurídica, pero por el momento intentan brillar bajo el tablero y con ello incentivar a la comunidad de Los Volcanes y villas aledañas.
Torneo Regional de Chillán
El fin de semana pasado comenzó el campeonato de la nueva Asociación de Básquetbol Regional Ñuble Chillán. La entidad reúne a 12 equipos que competirán hasta mediados de junio en un torneo que contempla dos grupos y cuyos dos primeros lugares clasificarán al cuadrangular final. Participan los equipos de Unión Victoria Adulto, Chillán Viejo, Unión Básquetbol Chillán, Universidad de Concepción, Virgino Gómez y Quirihue. El segundo lo integran Colegio Concepción de Chillán, Barrabases de San Carlos, Zorros de Chillán, Universidad Adventista, Club Deportivo San José y Unión Victoria Juvenil.
30 Años
Tiene el sacerdote que juega en el Club Deportivo San José que dice presente en el torneo local de básquetbol. 7
Años Sin jugar básquetbol estuvo mientras cursó el seminario. Antes jugaba en el liceo de San Carlos.