Los esfuerzos tanto de parte del gobierno como de instituciones no gubernamentales por erradicar los campamentos en la provincia de Ñuble, o bien, cambiar las condiciones de aquellas familias que habitan -en pleno 2016- en condiciones de precariedad parecen todavía estar lejos de dicho objetivo.
En la provincia son 446 las familias que viven en un total de 20 campamentos establecidos en nueve de las 21 comunas que conforman el territorio, siendo Chillán la que congrega la mayor cantidad, con un total de nueve. Así quedó al descubierto en un catastro realizado por la Fundación Techo Chile y que desde la semana pasada está disponible en su sitio en internet, con la ubicación detallada de cada uno de estos campamentos mediante la tecnología de Google Earth, cada uno de los cuales cuenta con una ficha que detalla las condiciones en que residen en la actualidad. Estos datos fueron recabados por el Centro de Investigación Social (CIS), que pertenece a la fundación.
La información, al ser cotejada por el último catastro aplicado por el Serviu el año 2011, da cuenta de una peligrosa realidad. En 5 años, un total de 39 familias se incorporaron a la vida en campamento, ya sea por razones derivadas de la falta de empleo, la crisis económica o el problema de vivienda que les ocasionó el terremoto, época en que muchos de ellos vivían de allegados y perdieron la opción de seguir habitando sus casas después de febrero de 2010, y que tampoco han sido objeto de algún tipo de ayuda estatal en tal sentido.
El Serviu en Ñuble detalla que esperan en el corto plazo otorgar una solución habitacional digna a familias que habitan los campamentos de Oro Verde, Cabildo y Víctor Jara de Chillán, El Litral de Confluencia y 20 de Agosto de Chillán Viejo, con una inversión que asciende a los $300 millones por parte del Ministerio de la Vivienda. Aún así, sólo en el caso de Oro Verde son 15 las familias beneficiarias con un proyecto pionero en la zona, de un total de 21 que desde 1990 residen en esta condición.
Otro caso complejo es el de San Nicolás, con 78 familias en campamentos, la más alta concentración en la provincia, y respecto de los cuales aún no existe una solución, ya sea porque en algunos casos -dice su alcalde- han declinado recibir ayudas habitacionales. En concreto, el desafío es seguir trabajando en estos sectores para erradicar los campamentos en condiciones precarias y brindar una oportunidad más digna a quienes sufren en la pobreza por falta de oportunidades.