Una incómoda situación, por decirlo menos, es la que por años han vivido los vecinos de la calle Hernando de Magallanes -ubicada en las cercanías de la población Irene Frei-, quienes están preocupados por el estado del puente de madera que une la extensión de la Avenida Libertad con sus hogares y el cual, a su parecer, se encuentra en muy malas condiciones para soportar el tráfico de vehículos que pasan durante todo el día por el lugar, incluso poniendo en riesgo la vida de los peatones que pasan por ahí, ya que el pequeño viaducto cuenta con paso habilitado para poder ingresar a aquella calle.
De acuerdo a lo señalado por José Badilla, vecino del sector y quien lleva viviendo más de dos décadas al lado del denominado "puente que está al lado de la iglesia de los Mormones", el alto flujo vehicular ha ido mermando con el tiempo la calidad de la estructura. "Cuando estuvieron haciendo ese puente que está un poco más arriba, la locomoción colectiva estuvo toda pasando por aquí y por la polvareda, se ponían cabros a arreglar el puente, entonces todo eso afectaba. Entonces, aquí pena un puente de concreto en buenas condiciones. Ahora llegaron unas vías nuevas aquí alrededor y tiene harto tránsito; estamos hablando que estamos a una o dos cuadras de la Avenida Argentina, entonces no puedes tener un barrio tan abandonado".
Por su parte, Juana Hermosilla ya ve con resignación la posibilidad que se realice algún tipo de arreglo, acotando que "de niña he visto aquí el puente, la pasarela de madera y me voy a morir y todavía nada", graficando el sentir de gran parte de sus vecinos.
Otro punto que ha ido tomando relevancia con el correr del tiempo es el tema de la gran cantidad de desperdicios que las personas están lanzando bajo el puente, abarcando desde bolsas de basura hasta animales muertos. Al respecto, Hermosilla apuntó que "se junta mucha mugre, mucha hediondez, ahora mismo hay una fetidez cuando uno pasa, entonces la gente todavía no aprende a ser limpios y botar la basura cuando pasan los recolectores tres veces a la semana, yo no sé lo de la educación de la gente", sostuvo.
En el caso de José Badilla, él ha optado por denunciar a las personas que van a dejar desperdicios al lugar, indicando que "he tomado patentes a vehículos que vienen aquí a botar basura y uno ha estado aquí peleando y ve que aquí hay poco progreso", cerró.
Delincuencia
El estado estructural del viaducto y el tema de la basura en el lugar no son los únicos inconvenientes que los habitantes de la calle deben enfrentar, ya que la falta de iluminación en el puente ha provocado que el sitio sea un lugar ideal para el actuar de delincuentes. Yolanda Chandía, quien en su momento fue presidenta del comité que trabajó para que el sector fuera pavimentado, manifestó se preocupación señalando que "queremos solamente que se vea luz, porque en la noche es una boca de lobos en parte para allá. Se ocultan en la radio (terreno vacío), también en los rincones del puente, que es una selva que hay ahí, porque hay pasto para todos lados y el mal estado del puente que ya no sabemos qué hacer", expresó la mujer, quien agregó que a pesar de denunciar todos los inconvenientes a través de redes sociales, no han tenido mayor respuestas de las autoridades.
Chandía, al igual que sus vecinos, está bastante preocupada por las condiciones en las que se encuentra el puente, sosteniendo que "en cualquier momento (el viaducto) se va a ir abajo. Queremos venga alguien y note en el estado en que está el puente", dijo.