Promovida naturalmente por la Escuela de Cultura y Difusión Artística. Digna, por supuesto, de ser repetida. Estuvimos en su acto de inauguración el viernes 25 de Mayo, ocasión en que el artista visual, Mario Soro, invitado por la escuela, nos brindó una conferencia relacionada obviamente por el artista visual contemporáneo. También escuchamos el discurso del director, el profesor Juan Pablo Garrido, quien nos sorprendió con alguna ocurrencia que ojalá tenga eco: una conversación con los 21 alcaldes de la provincia, que pronto ascenderá a su calidad de Región, para que se vaya entendiendo que esta escuela deberá ser regional y, por lo tanto, responsabilidad de todos de transformarla con el tiempo en la Escuela Regional del Arte, donde las
Municipalidades con sus escuelas, tendrán muchas posibilidades de seguir pensando en que seguiremos siendo tierra de artistas y quién sabe si a lo mejor también de héroes, para no perder el tono que por tantos años ha acompañado. En la ocasión hubo un número artístico, a cargo de un alumno, Matías Barría. Es un joven pianista, de esos que llaman la atención por su virtuosismo y juventud. El artista visitante quedó maravillado con él.
El viernes reciente culminó la semana, con un acto de gran jerarquía. En esta oportunidad fueron poetas que ponderaron esta ceremonia: ellos fueron Lionel Henríquez Barrientos y Eduardo Basualdo, joven argentino, Director de Orquesta, Ambos poetas nos dieron a conocer su trayectoria. Uno y otro, han circulado por varios países latinoamericanos y también Estados Unidos. Eduardo nos entregó una poesía cargada de sentimientos humanistas y también religiosos, su "Carta a Dios" me hizo pensar en la necesidad de que tales cartas sean muchas con ese destino. A muchos nos agradó su opinión, cuando nos manifestó, que es partidario de una poesía social, que entregue a la gente algo por lo cual vale la pena luchar.
La poesía de su colega Lionel Henríquez, es una poesía de búsqueda incesante, con la posibilidad de romper las de calidades presentes en las conciencias de vida, que todo ser humano debe recorrer para poder conocer y dar respuestas a las tres interrogantes: dónde venimos, dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos.
El director de la Escuela, tuvo también que mostrar sus condiciones artísticas. Lo hizo declamando el hermoso poema de Nicanor Parra. "Hay un día feliz" La declamación, el arte olvidado, sigue siendo un arte maravilloso. La música no podía faltar. La entregó la profesora Carmen Gloria Mella, con su Grupo de Cámara, integrado por los alumnos Natalia Salazar, Catalina Orellana, Benjamín Orellana, todos violines y Samuel Araya, Traversa. Nos entregaron "El Oboe de Gabriel" y "Cautivo de Til Til" ¡Gracias Escuela de Cultura Artística, por ese día feliz, que nos dieron!
Por Carlos René Ibacache I. Miembro de la Academia Chilena de la Lengua.