Cuencas del Itata y Bío Bío están con déficit de agua de un 70%
AGRÍCOLA. Solo los embalses de Laguna Laja y Coihueco registran una mayor cantidad de agua acumulada a la fecha, quedando por sobre el promedio histórico.
Mientras en el sur los habitantes de Puerto Octay ven con estupor la baja cota del Lago Llanquihue, en Ñuble la situación parece repetirse en las principales cuencas del Itata y Bío Bío, que reúnen a los principales afluentes que alimentan con riego las praderas agrícolas.
El fenómeno en declive de El Niño se ha hecho notar en los ríos de toda la Región del Bío Bío, según las cifras que maneja la Dirección General de Aguas (DGA).
"Si se compara el periodo de junio con respecto al año pasado, a nivel regional nos da en el promedio general un déficit del orden del 64,1%, pero si vemos y comparamos con respecto a la media histórica, todo el registro de datos que tenemos hacia atrás, para el periodo enero - junio del 2016, con respecto al caudal promedio histórico, muestra un déficit de un 46%", detalló Cesar Saavedra, director regional de la DGA.
La sensación de esta carencia en la región queda demostrado con los registros del promedio histórico que se tiene a junio de 2016, donde el 78, 1% de déficit está con rojo, al igual como lo que ocurre con los ríos Ñuble, Chillán y Digüillín donde la baja alcanza a un 39,9% en el periodo móvil de enero a junio de 2016 y que aumenta en el cómputo histórico a un 74% menos de disponibilidad de agua. Esta misma situación se repite en los ríos Ñuble y Perquilauquén, donde el promedio histórico a junio de 2016 contempla un 78,7% de déficit.
"Este déficit en la práctica puede significar que la autoridad competente, en este caso el Ministerio de Agricultura, pudiese ir por la línea de solicitar apoyo extra o apalancar recursos para poder atender un tema latente que es el déficit que los números nos están entregando", analizó César Saavedra.
Cuencas en déficit
Al separar por cuencas en la región, éstas quedan divididas en dos. Por un lado la del Itata, compuesta por los ríos Ñuble, Chillán, Digüillín, Itata y Perquilauquén, y en la cuenca del Biobío la que integran los ríos Laja, Duqueco y Bío Bío.
Al contrastar los registros de aportes pluviales que tiene la DGA a junio de 2016 con respecto del promedio histórico en ambas cuencas, el saldo es negativo, ya que para junio el déficit supera el 70%. "O sea, menos de 70% de agua respecto a la media histórica", subrayó el director de la DGA.
Los números no mienten y los promedios históricos dan cuenta que la estación que está en San Fabián -que mide el promedio de caudal que lleva aguas abajo el río Ñuble-, a junio de 2016, se encuentra en un 79,7% de déficit. En tanto el río Chillán presenta un 66,7% negativo, el río Digüillín un 77,4% menos de agua y la estación de Nueva Aldea, punto en el cual se miden las aguas del río Itata, con un caudal de 89,7% menos, guarismo que es el más alto a nivel provincial y regional.
Lo que sucede en la provincia se replica en los ríos de la cuenca del Biobío.
"En cuanto a la situación de la cuenca del Biobío prácticamente estamos en la misma condición. Tenemos, en los diferentes puntos de control en los ríos Laja, Duqueco y Bío Bío, valores del orden de un 58,2%, 78,6% y 85% (de déficit), respectivamente", enumeró Saavedra, quien aseguró que "claramente (la llegada de) el evento de La Niña está haciendo estragos y se está evidenciando con estas cifras", sostuvo el director de la DGA.
La transición del fenómeno de "El Niño" a "La Niña" es parte del argumento con el cual se explica la reducción de agua en los diversos caudales de la provincia.
"Estamos de acuerdo que esos déficit existen, pero hay que agregar que los fenómenos de lluvias son más intensos, que son las que recargan las cuencas. Hay mucha más lluvia en menos tiempo, entonces los ríos crecen y bajan rápido, pero las lluvias antiguas eran más distribuidas en el año, entonces los caudales no tenían mucha variación. La idea es conocer cuál es el valor anual que entregan estas cuencas, ya que se están comparando caudales instantáneos, que probablemente estén bajos, pero en algún momento estuvieron muy altos", aseveró Eric Lantaño, Ingeniero Agrónomo, master en Ingeniería Agrícola y especialista en recurso hídrico.
Precipitaciones
La baja cantidad de nieve que se registra a la fecha también cala profundo en los números que se podrían obtener más adelante, ya que esta es una forma natural para la acumulación de agua que ese entrega en época estival.
"El tema de nieve que está en cordillera lo veremos con los deshielos que se ven en septiembre en adelante, y esto es evidencia que el fenómeno que los meteorólogos denominan como La Niña está presente, lo que implica en la práctica menores precipitaciones y ese es el evento que tenemos hasta ahora y esperamos que no sea tan agresivo este evento y que tengamos precipitaciones en el corto plazo, que permitan revertir esta situación puntual para que precipite nieve en la parte cordillerana", advirtió Saavedra.
A esto se le anexan las precipitaciones que chequean las estaciones de la DGA en cada una de las cuatro provincias. En Ñuble, a la fecha, han precipitado 285,1 milímetros de agua. Esta cifra aún es alta para lo que se registró en 1998, año en que las precipitaciones no fueron las deseadas y se clasificó como uno de los años más adversos en términos de agua caída, cuando se acumularon sólo 243,5 milímetros.
Punto aparte son los guarismos que entregan los cuatro embalses que hay en la región, y principalmente la Laguna Laja, donde actualmente hay 885 millones de metros cúbicos de agua acumulada, que en comparación al promedio histórico, se observa un doble de acumulación, lo que tiene su base en que desde el 2015 entró a funcionar un convenio de operación del embalse, cuyas acciones detonaron en la obtención de un registro azul en los datos.
"En tanto en el embalse Coihueco, que es con fines de riego y cuya capacidad es de 28,8 millones de metros cúbicos de agua, su volumen actual es del orden de 9 millones de metros cúbicos, sobrepasando el promedio histórico del embalse que es de 8 millones de metros cúbicos de agua, que es el rango esperado para esta fecha", dijo Lantaño.
El especialista agrega que "seguramente este aumento que tiene el embalse es a raíz que llegaron lluvias muy altas y demasiado intensas. Lo que pasa es que el fenómeno de El Niño, que va hacia La Niña, son eventos más extremos del agua, ya no cae en forma uniforme. Como no tenemos agua y almacenamos poca de la que cae, se nos va rápido al mar y eso se nos transforma en un déficit para la zona", puntualizó Eric Lantaño.
"Si se compara el periodo de junio con respecto al año pasado, a nivel regional, nos da un promedio general un déficit del orden del 64,1 %, con respecto al año pasado en el mismo mes de caudal registrado".
César Saavedra, Director de la DGA
Menor disponibilidad de agua
La radiografía sobre agua caída y acumulada que entrega la DGA en la provincia detalla que, en caso de persistir, el panorama será complejo para la agricultura de la zona. "La situación hidrométrica en la región, y en particular para la provincia de Ñuble, es de una menor disponibilidad de agua en los principales ríos de Ñuble. Esto, si lo comparamos con respecto al año pasado y si lo comparamos respecto al promedio histórico, prácticamente hay un tercio de lo que debería pasar por cada uno de los ríos", recalcó el director regional de la Dirección Nacional de Aguas.
78,3% Negativo Es el promedio que registra la cuenca del Itata, la que está compuesta por los ríos Ñuble, Chillán , Digüillín Itata y Perquilauquén
77, 9% Negativo Es el promedio histórico que registró la Dirección Nacional de Aguas en la cuenca del Bío Bío compuesto por los ríos Laja, Duqueco y Biobio.