Andrés Mass Olate

Pasajes angostos, falta de áreas verdes, espacios recreativos, carencia de oportunidades laborales (principalmente para los más jóvenes), abandono de las autoridades, e inseguridad, son algunas de las sensaciones que tienen parte de quienes viven en el sector Los Volcanes.

Sin embargo, y pese a las complejidades que han debido enfrentar a lo largo del tiempo, un porcentaje importante de las cerca de las 40 mil personas que habitan la zona comprendido entre avenida Los Puelches y Lomas de Oriente, se esfuerzan a diario por entregarle una mejor calidad de vida a las nuevas generaciones.

"Si bien existe gente que está en la delincuencia y la drogadicción, gran parte de quienes acá viven estudia y trabaja", precisó Manuel Bahamondez, vecino que vive en la población Santa Filomena.

Movilidad social

Aunque hay varias cosas aún por mejorar, Bahamondez destaca los avances que a lo largo del tiempo han ido logrando. "Después de mucho esperar, contaremos próximamente con un cuartel de bomberos (Tercera Compañía), lo que será de gran ayuda ya que llegar al sector implica una demora importante, situación que afortunadamente ya no sucederá", detalló Bahamondez.

Actor importante en este proceso de integración sin duda han sido los diferentes credos, destacando los aportes tanto de la iglesia evangélica como católica. No obstante, para el párroco de la Parroquia El Buen Pastor (a la que asisten los habitantes del sector), Pedro Rodríguez, "aunque hay microtráfico, ha existido movilidad social, en muchas familias sus hijos han logrado ser profesionales", destacó el sacerdote diocesano.

Uno de los aspectos a mejorar en el comportamiento de muchos vecinos, según Rodríguez, tiene que ver con cuidar la infraestructura con la que cuentan. "Pese a que han existido importantes aportes en materia de salud (Cesfam), espacios deportivos, sedes sociales, son destruidas por los propios residentes. Tiene que haber un cambio cultural al respecto", lamentó.

Conscientes de su importancia, el deporte ha sido una de las mejores estrategias para mantener alejados a los jóvenes del mal camino y el colegio Parroquial San José ha potenciado la práctica del baloncesto. De la mano del vicario Pablo Valladares, de la parroquia El Buen Pastor, se ha conformado un equipo con jugadores del sector que actualmente compite en la liga de básquetbol de la nueva liga regional del Ñuble", explicó Rodríguez.

Atención de autoridades

A juicio del concejal Víctor Sepúlveda, una de las principales dificultades que ha debido enfrentar el sector ha sido la mala planificación habitacional que se ha ejecutado. "El plano regulador de la comuna para el sector oriente contempla la construcción de 200 viviendas, en cambio para el nororiente se autorizan 50", detalló con un dejo de resignación.

En ese sentido, el ex presidente de la Unidad Vecinal 26 (que agrupa la zona de Los Volcanes) agregó el problema de la estrechez de las arterias. "Cuando se construye, no se hace pensando en el futuro, lo que en este caso no se hizo con los pasajes. Se ha intentado que los camiones de la basura pasen por las calles principales, pero no se ha logrado".

A lo anterior se suma además la falta de áreas verdes y espacios recreativos. "Se han ido recuperando algunos espacios, pero la proporción de áreas verdes es aún bastante insuficiente", precisó el edil del PC.

Pese a desaprobar como han abordado las autoridades las diferentes problemáticas, Sepúlveda rechaza cualquier posibilidad de que el sector de Los Volcanes se separe de Chillán, como hace años fue planteado. "Los Volcanes no tiene recursos para ser comuna. La autoridad debe preocuparse de todo Chillán, no solo de las cuatro avenidas", enfatizó el concejal.

Abandono

Lo cuestionamientos de Sepúlveda son compartidos por los vecinos del sector, quienes no esconden la sensación de abandono por parte de quienes toman las decisiones.

"No se puede desconocer que han existido avances, pero han sido pocos. Acá por ejemplo, el pavimento del pasaje está en malas condiciones hace tiempo, y no se han tomado cartas en el asunto", sentenció Sergio Alvarado, residente en Los Volcanes 5.

En una línea similar se manifiesta Nieves Jara, expresidenta de la Junta de Vecinos de Los Volcanes 5 B, donde desde hace años han luchado para contar con una nueva sede social sin que hasta ahora hayan podido lograr el objetivo.

"No hemos podido renovar la sede. Hemos postulado a recursos por años. Al parecer no está inscrita, ojalá se solucione pronto", comentó esperanzada.

Más allá de peticiones puntuales, para Mauricio Segovia, detrás de las carencias y problemas que enfrenta un porcentaje importante de los habitantes de Los Volcanes, está la casi nula presencia de las autoridades en el sector.

"Lamentablemente nuestras autoridades poco se ven por acá. Lo anterior, más la falta de oportunidades de trabajo para los jóvenes, complejizan más el panorama", remarcó.

Aún más crítico es Orlando Bastías, quien agregó a las dificultades la falta de protección por parte principalmente de las policías. "Ante la delincuencia hay una sensación de inseguridad, ya que no nos sentimos protegidos por quienes deben hacerlo", enfatizó.

Aunque está consciente que el flagelo de la droga no es patrimonio exclusivo del sector, Bastías hace un llamado a las autoridades y entidades relacionadas a abordar el tema.

"Lamentablemente, sobre todo la juventud, se está perdiendo por la droga. Ha faltado tomarle el peso a la situación, por lo que es primordial que eso pueda mejorar por el bien de todos", cerró el vecino del sector.

"Ha sido una experiencia muy gratificante, ya que por intermedio de varios programas, matizada con música de todos los estilos (menos reggaetón), acompañamos e informamos a la gente del sector."

Juan Marambio

Dir. y locutor radio Buen Pastor.

40.000 personas Aproximadamente habitan en el sector popular de Los Volcanes (que abarca entre avenida Los Puelches y Lomas de Oriente),

16 años De transmisiones lleva en el aire la radio El Buen Pastor. La emisora, que se puede sintonizar en el 107.7 del dial FM, está orientada al servicio a la comunidad.