Conectividad aérea y terrestre
Al interés de la línea aérea Albatros por abrir una ruta a Chillán se suma la posibilidad de inversión en un tren rápido, a largo plazo.
Durante la semana que culmina, dos noticias relacionadas con mejorar y potenciar el transporte de personas desde y hacia Chillán, de manera más rápida y competitiva, fueron publicadas en las páginas de Diario Crónica Chillán. Una de las más comentadas en la semana fue, sin duda, la intención de la empresa Albatros Airlines, de capitales venezolanos, de abrir rutas comerciales en nuestro país, una de las cuales incluiría a Chillán. Cabe hacer notar que han transcurrido alrededor de 25 años desde que a mediados de la década del '90 se terminaron los vuelos de pasajeros de líneas como Ladeco y Alta.
Hoy, sin embargo, la situación es más favorable para la capital de Ñuble que hace un año terminó de remodelar su aeródromo y existen planes para inclusive aumentar el tamaño de la pista de aterrizaje gracias a una permuta de terrenos con la Municipalidad de Chillán.
Luego que aerolíneas como Sky o Aerocardal desecharan la factibilidad de reanudar los vuelos comerciales, la intención de Albatros llega en el momento preciso para potenciar a la nueva región del Ñuble. La compañía está hoy en proceso de certificación ante la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) para poder operar en nuestro país, pero se adelanta que las rutas que están en evaluación son Santiago-Caracas, Antofagasta-Salta (Argentina) y Santiago-Chillán-Los Ángeles. Hasta el minuto es la posibilidad más avanzada de contar con vuelos que unan a Chillán con la capital del país en poco más de una hora.
Por otra parte, se ha conocido tras la renuncia del Presidente de EFE, Jorge Inostroza, que se encuentra terminado el estudio de prefactibilidad para un tren de alta velocidad entre Santiago, Chillán y Concepción. El estudio se inició en mayo del año 2015 y de acuerdo a los antecedentes que ha sido posible conocer, su implementación requeriría de una inversión de US$ 2.893 millones (es decir, cinco veces la inversión para construir el Embalse Punilla), lo que se vería compensado con la demanda de pasajeros puesto que el ferrocarril uniría Santiago y Chillán en tan sólo dos horas y media, prácticamente la mitad del tiempo que demoran los buses interprovinciales, con una mayor comodidad en la experiencia de viaje. El gran problema de esta posibilidad concreta de mejorar la conectividad hacia la zona es el enorme costo, el cual el gobierno es incapaz de asumir con la actual situación económica. Sin embargo, aún serán necesarios otros estudios de demanda, alternativas de trazado de rutas y análisis de los costos de inversión para tener real claridad de esta oportunidad que sin duda daría a Ñuble un estatus distinto en materia de transportes.