La inminencia de la construcción del Puente de Yerbas Buenas, sobre el estero Las Toscas, me mueve a comentar la satisfacción que nos produce este hecho. Parece algo puntual, pero es que allí no había más puente que un paso peatonal, con lo cual quienes allí viven quedaban en una situación precaria en comparación con los demás vecinos.
El puente, que dentro de poco más de medio año unirá las dos orillas del estero, tendrá un costo de más de 422 millones de pesos y llevará una solución importante al barrio y a la propia ciudad. Será la normalización de una situación irregular. La equidad en cuanto a los desplazamientos. La similitud de trato para unos vecinos postergados desde siempre.
Este hecho que parece menor, no lo es tanto si nos ponemos a revisar la cantidad de puentes que se ha construido en los últimos años, trayendo progreso a nuestra ciudad y a los barrios por donde circula el estero Las Toscas.
Se ha repuesto con una estructura nueva el puente de la calle Isabel Riquelme, seriamente afectado por el terremoto de febrero de 2010. Esa obra costó algo así como 550 millones de pesos y suplió al puente mecano que se instaló en forma provisoria tras el movimiento telúrico.
Y también se ha construido un puente nuevo, que más parecen dos puentes, en el sector de la calle Libertad Oriente. Allí las cifras son más altas, sobre 1.050 millones de pesos para una obra que, al margen de su utilidad, le da un aspecto modernista a un sector apartado del centro de la ciudad. Y también le da mayor fluidez a los vehículos que por allí transitan.
Y el puente de calle Purén que con un valor de unos 450 millones de pesos ha cubierto una necesidad mayúscula por aquel lado de la ciudad. Es cómodo, amplio y con pasos peatonales que son mucho más seguros para los vecinos.
Finalmente, en este breve recorrido por las obras sobre el estero Las Toscas, es necesario citar el nuevo puente del camino de San Bernardo. Con casi 600 millones de pesos de costo, esa estructura vino a suplir a un viejo paso de madera, peligroso para el saturado tránsito circulante por la zona. Pero, además, se realizó un enrocado protector porque el estero hace allí una curva peligrosa, especialmente en invierno.
Son alrededor de 3 mil millones de pesos invertidos en esta infraestructura vial que nos ha venido a solucionar problemas históricos en esta ciudad que crece y crece, pero que también se va modernizando paulatinamente, como corresponde a la que será la capital de la Región del Ñuble.
Miguel Ángel San Martín, Periodista