Ciudad cultural
Mucho se habla que nuestra ciudad es una Ciudad Cultural; también , no es menos cierto que muchas voces se alzan para decir lo contrario, cuando por ejemplo, comienza la gente a sacar la identificación de las butacas de nuestro recientemente inaugurado Teatro Municipal, o dejan bajo los asientos los envases de las cosas que llevan para servirse mientras disfrutan de algún espectáculo o sencillamente los padres llevan a sus pequeños a espectáculos para mayores.
Dícese de Cultura, es una palabra proveniente del latín "Cultus" y está referido al intelecto del hombre y también como este cultiva su espíritu. Es en este sentido que sí podemos decir que nuestra ciudad es una ciudad Cultural pues tiene una fértil producción artística e intelectual. La definición de Educación se cataloga como el acceso al aprendizaje de diferentes conceptos como los hábitos y los valores, (solo por citar algunos) que nosotros los seres humanos somos capaces de expresar. Acá es donde tenemos el conflicto, a un importante segmento de nuestra población le falta educación lo que se ve reflejado en las referencias que hiciera en el primer párrafo.
María Eugenia Uribe Casanueva, Pta. Corporación Cultural Ñuble 21
¿Para qué deporte somos buenos?
Teniendo a la vista los magros resultados obtenidos por la delegación chilena en Río 2016 y considerando los escasos fondos que hay disponibles para financiarlos, como que llegó la hora que nos preguntemos ¿Para qué deportes somos buenos?, gimnasia, tiro al blanco, tenis, aprendamos de la experiencia de países como Jamaica que explotan al máximo sus dotes para las carreras cortas y ahí están los resultados, mientras más abarcamos menos apretamos, al parecer mientras para los deportistas de otros países la competencia de verdad comienza desde el primer día de las olimpiadas, para los nuestros se termina cuando quedaron clasificados a los juegos, la mejor prueba es que ni siquiera mejoran sus propias marcas de presentación. La selección de fútbol ha demostrado que si se quiere, se puede.
Luis Enrique Soler Milla
Michelle
La bajísima popularidad de la Presidenta, (15% apoyo, 66% de reprobación según CEP) cuaja de desaciertos y decisiones atemporales.
A decir, mal ojo para elegir y mantener en el periodo un equipo político y técnico de jerarquía. Mala base de apoyo, la Nueva Mayoría, que de nuevo tuvo sólo la ambición desatada de sus liderazgos por apitutar a sus parciales. Mala pata con los desastres naturales de nuestra patria y las soluciones mal gestionadas. Reformas apuradas y al hueso, de suyo realizadas por tecnócratas entre gallos y medianoche que sólo cuidan las alforjas de los poderosos. Ej. ¿Costaba tanto invitar a las universidades tradicionales, las más sabihondas, a elaborar un proyecto de educación superior?
Y el infortunio. Michelle paga con desequilibrio emocional las acciones de Sebastián. Una madre herida tanto en su casa como en la Moneda, pierde el sentido para gobernar con el criterio, el compromiso y la pasión que el cargo requiere.
Gaspar Millas del Río
Encuesta CEP
Es vergonzoso que la máxima autoridad política de nuestro país alcance un 15% de aprobación según encuesta CEP. Parece que las señales que nos han dado los sondeos de las encuestas durante el gobierno de Michelle Bachelet, son más que suficientes para recordar que todo sistema tiene fallas y que debemos dejar de mirar a la democracia como un "valor" en sí mismo, sino que entenderlo como "medio" para toma de decisiones.
Por otro lado, ahora que se acercan las elecciones municipales esperamos que los chilenos hagamos buen uso de nuestro derecho a sufragio, para que no seguir cometiendo los mismos errores una y otra vez. Debemos ser responsables con la obligación que todo derecho supone, en este caso: elegir a los mejores candidatos para gobernar, no a los candidatos que más prometen dar.
Criss Delgado
Colapso del Toltén
El colapso del puente Toltén nos tiene que hacer meditar respecto a la importancia de políticas de mantención no solo de puentes ferroviarios, sino de todos los puentes.Las estructuras son obras humanas que requieren de un permanente control de su estado. Esta labor debe realizarse con una alta periodicidad, considerando los años de servicio que puentes como este han prestado al país, que tuvieron sus años de esplendor pero que hoy no presentan la relevancia que deberían tener dentro de las políticas públicas. Si los entes encargados de estas infraestructuras, en este caso ferrocarriles, no cuentan con los recursos necesarios será muy difícil mantener estas útiles y bellas estructuras en pie.
Ian Watt