Mabel González
No hay duda de que las relaciones interpersonales tienen una repercusión importante en la salud mental. Varios estudios han establecido un vínculo directo entre un matrimonio sano, la participación en actividades sociales o un círculo social amplio y una mayor expectativa de vida.
Pero ahora, un trabajo de la Universidad de Toronto, en Canadá, se preguntó qué tipo de relaciones contribuye más a la salud de las personas. Y la respuesta fue la familia, más que los amigos.
Sorpresivo
Según recogió el diario The Washington Post en su edición digital, este resultado sorprendió a los encargados de la investigación, porque las amistades, a diferencia de los parientes, se pueden elegir.
"Dado que puedes elegir a tus amigos, podrías, por lo tanto, esperar que las relaciones con los amigos sean más importantes para la mortalidad, debido a que tienes la posibilidad de personalizar tu red de amistades para suplir tus necesidades específicas", sostuvo James Iveniuk, uno de los autores, citado por el mencionado rotativo.
Sin embargo, el científico indicó que esa idea no es respaldada por los datos surgidos de su análisis. "Es la gente que en algún sentido no puedes elegir y quienes también tienen pocas opciones sobre elegirte a ti, las que parecen proporcionar el mayor beneficio a la longevidad", dijo Iveniuk, perteneciente a la Escuela de Salud Pública Dalla Lana de la casa de estudios canadiense.
En el análisis participaron cerca de tres mil voluntarios de entre 57 y 85 años. A estos se les pidió hacer una lista de sus cinco "confidentes más cercanos", exceptuando a los cónyuges. Los participantes debieron, además, entregar detalles sobre esas relaciones.
Alta satisfacción
Estas personas parecían tener altos índices de bienestar, según mostró una serie de mediciones. La mayoría estaban casadas, gozaban de buena salud física y dijeron que no se sentían muy solas. En promedio reportaron entre dos y tres familiares o amigos cercanos.
Posteriormente, el equipo de especialistas hizo un seguimiento a la vida de estos individuos, con el fin de saber cuánto tiempo vivieron. Al hacer esto, los académicos descubrieron que aquellos que tenían más parientes en su círculo social íntimo tuvieron menos probabilidades de morir. Tener muchos amigos, en cambio, no hizo ninguna diferencia.
Los voluntarios que dijeron sentirse "altamente cercanos" a los parientes que mencionaron tuvieron cerca de un 6% de riesgo de muerte en un periodo de cinco años. Quienes dijeron lo contrario, en tanto, registraron un 14% de riesgo de mortalidad.
Los expertos quisieron elaborar una hipótesis para poder explicar estos resultados. Plantearon que quizás los familiares, en general, tienen más autoridad para ejercer control sobre algunos aspectos de nuestra salud y que el contacto con integrantes de la familia puede ser más satisfactorio en algunos aspectos.
Asimismo, creen que el apoyo de las familias suele ser más incondicional que el de las amistades y que esta contribución se superpone a la posibilidad de que un pariente pueda resultarnos "estresante" o "una carga", según dijeron los responsables del informe, presentado esta semana en la reunión anual de la American Sociological Association.
Por otro lado, Iveniuk y su equipo pudieron corroborar los resultados de investigaciones anteriores con respecto a que un matrimonio, independientemente de su calidad, tiene efectos positivos en la longevidad.
Los factores que más influyen
En términos generales, los cuatro factores que parecieron tener un mayor efecto positivo en la longevidad fueron estar casado, tener un círculo social amplio, participar fuertemente en organizaciones sociales y sentirse cercano a los confidentes personales, según detallaron los autores. Entre los elementos con menor incidencia se encontraron el tiempo pasado con los confidentes, el acceso a apoyo social y los sentimientos de soledad.