Las historias no contadas que quedarán bajo el nuevo puente de Yerbas Buenas
CHILLÁN. Rescate, encuentros furtivos, basurales y caídas de vehículos quedarán en el recuerdo.
El nuevo puente de Yerbas Buenas no solo mejorará la conectividad a contar de febrero, cuando la obra por $422 millones esté lista. Atrás quedarán más de 60 años de historias de una vía que ha tenido un puentecito peatonal sobre el estero las Toscas, que ha sido la única conexión de los vecinos de los lados norte y sur, pero que ahora mejorará la calidad de vida, evitará que se acumulen basuras y ratones y aumentará la plusvalía de las viviendas del sector.
Ayer, mientras se oficializaba la entrega del terreno a la empresa Remfisc que levantará el puente (la misma constructora que edificó el de Libertad Oriente), algunos de los vecinos más antiguos recordaron pasajes anecdóticos de la inconclusa infraestructura vial, que por uno u otro motivo, nunca pudo ser construida.
"Hace 52 años, mi padre venía de regreso del hospital donde trabaja cuando vio que asaltaban a una niña y la empujaban al estero. En ese tiempo traía mucha agua y él la salvó gracias a la ayuda de otros vecinos y de que la niña usaba vestidos largos que la dejaron atrapada", recordó Guillermo Jiménez, quien llegó a vivir a calle Cocharcas con Yerbas Buenas el año 1948, cuando las calles eran de tierra y luego de huevillo.
Jiménez también contó que muchos automovilistas que venían por Purén se les olvidaban que no había puente y los chirridos despertaban a los vecinos.
"Algunos cayeron al estero, pero no puedo decir sus nombre, porque muchos ya han partido. Recuerdo a un furgón, un auto y una camioneta", señaló.
Otro vecino recordó que el lado sur sirvió para encuentros furtivos de parejas que llegaban en las noches de invierno.
"Como la iluminación no era buena podían pololear tranquilitos", comentó sin nombre para evitarse problemas, sobre todo, por los asaltos que "algunos malulos" cometían tiempo atrás y los "borrachitos" que también afloraban de vez en cuando.
Más vale tarde…
"Se tardó, pero salió", dijo la presidenta de la Junta de Vecinos Central al referirse a los recursos que hace años se disponían -pero eran insuficientes- para que se concretará este puente.
María Montecinos recordó que éste era el primer puente sobre el Estero Las Toscas considerado el proyecto de mejoramiento de la conexión de la zona sur del casco histórico de la ciudad.
"La gente está feliz. Nuestros vecinos han esperado más de 60 años, así que unos meses más valdrán la pena; y para sus casas, que tendrán mejor plusvalía", comentó.
El vecino Mario Chandía, con cuatro décadas viviendo en calle Cocharcas 1130, dijo que hasta ahora quien viene de sur tiene que dar la vuelta hasta la calle Sargento Aldea y eso cambiará.
En efecto, agregó, la vía tendrá conexión directa entre las avenidas Collín y Ecuador.
Para Galvarino Hernández Ayala, esta obra era un anhelo de varias décadas para tener una mejor conexión, pero también evitar que la gente bote basura y los escombros más increíbles.
"Ese es un sueño y ahora esperamos que ahora cuiden este nuevo puente", expresó el vecino.
El alcalde Sergio Zarzar dijo que con esta nueva obra se sigue avanzando como nunca antes en términos de conectividad.
"Chillán necesitaba más puentes y es cierto que aún quedan otros por levantar, como el de la Avenida Brasil al llegar a La Castilla, pero estamos trabajando para entregar soluciones prontas a la comunidad", afirmó.
Zarzar espera que Secpla pueda elaborar ese proyecto, que permitirá completar el uso de las dos pistas ponientes de la Avenida Brasil.
"Nuestros vecinos han esperado más de 60 años, así que unos meses más valdrán la pena; y para sus casas, que tendrán mejor plusvalía"
María Montecinos, Pdta. Junta de Vecinos Central"
Algunos tips del nuevo puente
El nuevo puente se emplazará en una recta con una oblicuidad de 17° con respecto al cauce del Estero Las Toscas.
La estructura tiene una longitud de 23.22 metros con una cepa central y se clasifica como un puente de tipo integral con una losa continua, con unión monolítica entre la losa y los estribos.
En ambos lados de la losa de circulación de vehículos se dispondrá de un pasillo de 1.5 metros de ancho para la circulación peatonal, protegida por una defensa de hormigón.