Danny Fuentes Espinoza

En evidente estado de ebriedad y presumiblemente bajo los efectos de las drogas, dos sujetos quedaron detenidos la tarde del lunes después que se les vinculara con delitos de daños, robo con intimidación y el posible homicidio frustrado de un carabinero, a quien atropellaron en la población Mardones, sector suroriente de Chillán.

Todos los delitos anteriormente mencionados están siendo analizados e investigados por el Ministerio Público, que ayer solicitó que se ampliara la detención de Marcelo Ricciardi, de 30 años, y de Sergio Mundaca, de 23 años.

En la audiencia de control de detención, la fiscal Paulina Valdebenito expuso que ambos sujetos fueron capturados por los policías uniformados en la población Mardones, alrededor de las 18.30 horas del lunes.

Tarde de locura

Carabineros realizó un amplio operativo de rastreo, ya que desde las 16 horas, desde la subcomisaría Huambalí se despachó a personal de ronda hacia la población El Roble. En el lugar, específicamente en el pasaje 5 sur, un vecino denunció que vio cómo dos sujetos trataban de abrir la reja de una vivienda con una manguera. No obstante, la peor parte se la llevó una vez que increpó a los delincuentes, quienes usaron un fierro para romper el vidrio de su casa y luego huir del lugar.

Carabineros a esa hora ya había recibido varios llamados, porque había un auto color gris que daba vueltas a exceso de velocidad. De hecho, en la subcomisaría Huambalí sintieron en tres oportunidades los insultos que provenían de un vehículo que pasaba frente a la unidad a baja velocidad, para luego acelerar.

En el camino, los hombres colisionaron con una moto, dejando lesionado a su conductor, a quien además agredieron con el fierro que portaban.

En su huida, ocho carros de carabineros ayudaron a atraparlos y en la intersección de las calles Lautaro y Los Araucanos, en población Mardones, dos motociclistas los interceptaron, sin embargo, el conductor detuvo el vehículo y cuando un funcionario corrió a sacarles la llave del móvil, apretó el acelerador y huyó. Una cuadra más adelante, chocaron con la vereda, rompiendo el tren delantero, lo que imposibilitó que siguieran avanzando.

Personal de la Sección de Investigación Policial (SIP) está trabajando con la fiscalía para calificar todos los delitos asociados a todos los hechos.

Más de 400 personas, entre familiares y amigos, asistieron durante la tarde de ayer al funeral de Juan Venzano Cúneo, de 59 años, quien perdió la vida en el kilómetro 9 que une Chillán y Pinto.

Su familia lo recordó como un fanático de Universidad de Chile y del rock, de lealtad y sociable. En la misa, realizada en la parroquia San Vicente, en calle Arturo Prat, se acercaron a sus hermanos y también a su padre, Luis Venzano, quien es un ex portero de fútbol que perteneció a las filas de Ñublense y ahora es comentarista deportivo en la Radio Ñuble.

En la liturgia no hubo discursos de despedida y a las 16.15 horas el féretro fue cargado por sus más cercanos hasta la carroza fúnebre que lo trasladó hasta el Parque Las Flores, ubicado camino a Pinto, donde se le rindió el último adiós.

"Como familia lo recordaremos como un hombre muy alegre, dedicado a los suyos. Y en lo personal, pese a que él (Juan Venzano) era mi hermano mayor, siempre fui yo el que le decía cómo hacer las cosas, si es que se equivocaba. Era inmaduro a veces, pero es porque la vida la vivía como un joven", declaró Luis Venzano Cúneo, hermano de la víctima fatal.

Desde Carabineros, en tanto, informaron que el conductor que lo atropelló hasta ahora no ha aparecido. No se ha entregado en unidad policial alguna, y por ello la Siat se encuentra realizando diligencias para dar con su paradero.

La principal dificultad es que en el lugar del hecho, a 800 metros del puente El Gato, si bien había testigos, no recuerdan las características exactas del móvil, dado que se encontraban en estado de ebriedad. Juan Venzano vivía con sus padres en la parcela camino a Pinto. Salió desde ahí cerca de la 1 de la madrugada cuando fue arrollado por el vehículo que le causó la muerte.

Fue la madrugada del 18 de septiembre que una fiesta en San Carlos terminó de la peor manera, luego de que una discusión suscitada entre dos amigos terminara con la muerte de uno de ellos.

Son los hechos que ayer fueron recapitulados en el tribunal de Garantía de San Carlos, donde la abogada asistente del Ministerio Público, Cecilia González, formalizó por homicidio simple al hasta ahora único imputado, identificado como Ariel Muñoz Sanhueza, de 30 años.

La víctima, identificada como Óscar Correa Vega, de 56 años, falleció al interior del domicilio donde vivía, ubicado en la población Nueva Esperanza.

"Al llegar al lugar nos encontramos que el cuerpo del occiso yacía al interior de un baño y presentaba una herida cortopunzante a nivel del tórax. Se estableció como causa posible de muerte la herida cortante torácica compatible con el delito de homicidio con arma cortante, específicamente un cuchillo", afirmó el comisario Luis Garrido, jefe de la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones, que fue la unidad especializada a cargo de realizar las pericias en el sitio del suceso, además de empadronar el sector y así obtener los testimonios que ayudaron a dar con el paradero del presunto responsable.

Una de las hipótesis de la PDI es que Ariel Muñoz habría atacado a su amigo, Óscar Correa, porque este último supuestamente lo encaró cuando lo sorprendió hurtando especies desde su casa.

Con el resultado de la autopsia practicada por el Servicio Médico Legal, que determinó que la muerte de la víctima se debió a la estocada con arma blanca, se pidió la prisión preventiva. El tribunal acogió la tesis de la fiscalía y decretó un plazo de investigación de cuatro meses.