"Tengo los mejores recuerdos de Chillán, los mejores momentos los viví allá"
Fue criticado, insultado, aplaudido y luego despedido. El técnico Carlos Rojas vivió en Ñublense todas las emociones que tiene el fútbol y lo quieran o no, está en la historia del centenario club.
El estratega que integró los planteles subcampeones de la Copa América de Cobreloa en 1981 y 1982, llegó a Ñublense en el 2011 junto al mediático entrenador Jorge Garcés, quien luego de realizar una serie de polémicas declaraciones fue cesado de Ñublense, ante lo cual Rojas dejó la función de ayudante técnico para asumir la de entrenador titular.
El hombre de rostro duro, voz gastada y un lenguaje directo y sin palabras rebuscadas, no pudo evitar el descenso de aquel año y contra todos los pronósticos encabezó el proyecto del 2012 que remató con el ascenso, tras ganar la final ante Barnechea en el estadio Monumental de Santiago, luego de la una dramática definición a penales.
Rojas se quedó para formar el equipo del 2013 en Primera División. Si bien el equipo sumó puntos, se estilo pragmático le impidió tener un real protagonismo en la categoría y fue cesado de sus funciones.
Rojas está en la historia de Ñublense, club que en cien años suma solo cuatro ascensos a Primera División. El primero en 1976 en calidad de campeón de la Segunda División, proceso que encabezó Isaac Carrasco. Lo secunda el de 1980 con Manuel Rodríguez. Pasaron largos años para que recién en el 2006 los Diablos Rojos retornaran a Primera de la mano del estratega Luis Marcoleta. Finalmente está el del 2012 con Carlos Rojas en la dirección técnica. Pocos son los hitos de los chillanejos y cuatro sus entrenadores.
El entrenador traspasó la faceta deportiva y derechamente se transformó en un personaje del fútbol y entre sus diferentes cábalas siempre se habló de sahumerios al interior del camarín e incluso de tirar agua bendita en la zona de los arcos antes de comenzar el partido y cuando aún había poco gente en el estadio. Sin embargo, el mismo Rojas se encargó de dejar en claro que todo forma parte de los rumores y que la única cábala que existe es el trabajo.
Tras su paso por Chillán el entrenador no pudo emular el logro. En Coquimbo fue campeón del Clausura del 2014, pero no alcanzó el ascenso, mientras que en Rangers de Talca no fue protagonista y en Cobreloa durante esta temporada, fue cesado en la tercera fecha por malos resultados.
- ¿Qué sensación le deja su paso por Ñublense?
- De Ñublense tengo muy lindos recuerdos, lo malo fue que tuvimos la mala suerte de bajar a Primera B, fue una tristeza muy grande, me acuerdo muy bien de la imagen del chico que estaba llorando en las tribunas. Afortunadamente subimos al tiro al otro año, conversamos con Patrick Kiblisky y las cosas se nos dieron muy bien, fue un logro muy importante como cuerpo técnico.
- ¿Cómo recuerda la campaña del 2012 en general?
- Al comienzo de la temporada nos equivocamos porque hicimos partidos amistosos con equipos de Primera División. Y fue así como en los primeros partidos del campeonato nos empezamos a pegar cagadas, no nos dejaban accionar y nos costó acomodarnos. Incluso Naval nos ganó por 5 a 0, pero de ahí en adelante agarramos una racha en la cual estuvimos muchas fechas sin perder. El grupo que se armó fue muy bueno, había muy buenas personas, jugadores comprometidos y que se identificaron con la camiseta. Muchos jugadores hicieron un esfuerzo económico por quedarse.
-¿Se fue enojado con la prensa de Chillán?
-No, para nada. Al final las críticas de la prensa las callamos con el ascenso a Primera. A muchos no les gustaba que jugáramos con uno en punta, decían que éramos ratones, pero teníamos al goleador del campeonato y al final no estábamos tan equivocados. Al final las críticas fueron infundadas, ya que el primer objetivo era subir y lo logramos.
- ¿Cómo recuerda el partido contra Barnechea que significó el ascenso a Primera el 2012?
- Sabíamos que en los primeros 15 minutos teníamos que hacer un gol para poder tener la primera opción de subir y luego teníamos que aguantar. Todo el año habíamos jugado con línea de cuatro y en ese partido comenzamos con línea de tres, pero en el entretiempo cambiamos a línea de cuatro ya que íbamos perdiendo por 2 a 1, entró Marcelo Jorquera y Nicolás Altamirano, empatamos, nos fuimos a penales y subimos. Tuvimos la capacidad de leer el partido.
- ¿Se apoya en las cábalas?
- La única cábala que uno tiene es el trabajo, en la medida que se hagan bien las cosas y uno esté claro en lo que quiere se logran los objetivos. Pero cada uno tiene cábalas, por ejemplo nunca me puse la misma ropa, usé un buzo Adidas negro que era por la muerte de mi madre. Lo de los algodones es mentira, la verdad es que antes entraba a la cancha para revisar el campo de juego para decirle a los jugadores que tipo de zapato usar.
- ¿Le gustaría volver a Chillán en alguna oportunidad?
-Feliz volvería a Chillán, no tengo problemas. Tengo los mejores recuerdos de Chillán, los mejores momentos los viví allá. Soy un tipo agradecido de la gente cuando se portan bien con uno. Tengo muy buena relación con Patrick (Kiblisky) y con Hernán (Rosenblum).
"A muchos no les gustaba que jugáramos con uno en punta, decían que éramos ratones". "Cada uno tiene cábalas, por ejemplo nunca me puse la misma ropa, usé un buzo Adidas negro que era por la muerte de mi madre"."
Llegó 2011
Carlos Rojas a Ñublense, junto al técnico Jorge Garcés. El ex Cobreloa era el ayudante del "Peineta". 2012