A. Mass/S. Cisternas

La extensa movilización de los empleados públicos, ha causado múltiples contratiempos en el diario vivir de las personas, sobre todo relacionado al tema de la salud, donde se han suspendido citas y operaciones quirúrgicas.

De acuerdo a cifras del departamento de Comunicaciones del hospital Herminda Martín, en los 12 días de movilización (hasta el 14 de noviembre), se han suspendido 5.591 consultas de especialidades médicas y 276 intervenciones quirúrgicas.

"Si bien estas prestaciones no eran de urgencia, de todas formas impactan en la actividad asistencial regular, sobre todo porque involucran a personas que esperaban una atención durante mucho tiempo", subrayó Rodrigo Avendaño, director del principal centro asistencial ñublensino.

"Hemos tomado todas las medidas posibles para disminuir los efectos de la paralización, especialmente para dar continuidad a la atención en unidades de emergencia, de paciente crítico, en diálisis y las acciones involucradas en el plan de atención de niños y niñas del Servicio Nacional de Menores (Sename)", Agregó Avendaño.

Ahora, junto con asegurar el funcionamiento del hospital y la continuidad en áreas críticas, se está diseñando un plan de recuperación de las prestaciones suspendidas. "Es un gran desafío, ya que por un lado hay que desarrollar lo que habitualmente se realiza en un día normal y además, atender a las personas cuya atención fue postergada producto del paro", detalló el director del Herminda Martín.

Por lo anterior, es que desde el recinto hospitalario precisaron que se reagendarán las cirugías y consultas médicas de especialidades, en horario extraordinario, después de la jornada habitual y los fines de semana. "Esto nos obligará a comprar servicios, pero aún no hemos definido esa cifra, ya que esperamos que la mayor recuperación sea con la capacidad institucional instalada", remarcó Rodrigo Avendaño.

Salud comunitaria

Aunque no todos los hospitales ni Cesfam se han adherido al paro, la movilización de los funcionarios de la salud ha afectado la atención regular en toda la red asistencial, considerando establecimientos dependientes del Servicio de Salud Ñuble y centros de atención primaria de administración municipal.

"Nuestros establecimientos han desplegado todas las medidas posibles para mitigar los efectos de la movilización, especialmente para asegurar la continuidad en las unidades de emergencia, y en el caso del Hospital de Chillán, además en las unidades críticas", enfatizó Iván Paul, director del Servicio de Salud Ñuble (SSÑ).

A lo largo de los 12 días de movilización se han suspendido 3.268 consultas médicas en los hospitales comunitarios, cuyos funcionarios han adherido al paro.

"Estamos diseñando un plan de recuperación de la actividad asistencial suspendida, el que se pondrá en marcha una vez que se deponga la movilización", puntualizó Paul.

La adhesión al paro en los establecimientos dependientes del Servicio de Salud Ñuble ha fluctuado entre 10 a 14%, entre los que destacan los funcionarios del hospital de Chillán y los comunitarios de Bulnes, Quirihue, Yungay y El Carmen; y el Cesfam Violeta Parra. En tanto, no se han plegado al paro los funcionarios de los hospitales de San Carlos y de Coelemu.

Molestia ciudadana

La paralización ha traído consigo que instituciones como Fonasa no estén atendiendo. Por lo anterior, sus afiliados que deseen comprar bonos para recibir diversas prestaciones médicas, deben hacerlo en la caja de compensación 18 de Septiembre.

No obstante, la alta demanda ha significado que deban llegar incluso de madrugada para poder quedar en una buena ubicación, y evitar las prolongadas esperas, que incluso se pueden extender por varias horas.

"No he tenido atención en el consultorio hace cinco semanas por el paro. Mi esposo vino temprano a hacer la fila", relató con un dejo de molestia Hadys Sepúlveda, quien con 34 semanas de embarazo esperaba comprar un bono para hacerse una ecografía.

"Estoy acá para sacar un bono para mi hijo. Dejé plata en el centro médico, entonces lo necesito para recuperarla. No puede ser que por la culpa de unos pocos, estemos pagando todos", comentó Roberto Flores a la espera que la larga fila que lo antecedía, pudiera avanzar.

"Estamos de las ocho y cuarto. Tengo que esperar no más, perdí la hora médica que era a las 10:30 horas. El doctor no devuelve la plata que uno deja en garantía, menos mal que no alcancé a pagar los $25.000 de la consulta. Perdí un día de trabajo ¿para qué? No veo ninguna solución a este problema, solo parches", reclamó Eloísa Fuentes.

Sensaciones encontradas

Guillermina Carrasco aprovechó de pasar después de su terapia a retirar medicamentos para un familiar con cáncer terminal, pero no contaba con demorarse más de tres horas. "Me entregaron los remedios, pero apenas vengo saliendo. Vine en la mañana a terapia donde me demoré 20 minutos y recién que vengo saliendo. Normalmente me demoro media hora en buscar los remedios y ahora fueron 3 horas. Estoy de acuerdo con el paro, pero ya es demasiado", reflexionó.

Siamara Roca, fue esperanzada al Cesfam Ultraestación a retirar la leche para su pequeña hija, no obstante, al llegar le dijeron que debía volver más tarde. "Vine a buscar la leche para mi hija y me dijeron que entregan la leche de 2 a 4 porque a otra hora la señora encargada no está. Igual a otra hora me complica, pero nada que hacer porque es el horario de ellos. Hasta el momento no había tenido problemas, pero me parece que es mucho tiempo el que llevan en paro", lamentó.

Según Rosa Larenas, del Cesfam Ultraestación (establecimiento que tiene 95 funcionarios) y dirigente de la Confusam, la mayoría de los pacientes han entendido. "Siempre hay personas que no están de acuerdo. Hemos dado las prestaciones que son más urgentes como la entrega de medicamentos, leche. También hemos atendido urgencias tanto dentales como médicas", puntualizó.