Marcelo Arroyo L.
Los requerimientos del recurso hídrico en la zona, mayor planificación en la administración del agua, transferencia tecnológica más permanente, la participación de las personas y la identificación de más de 600 proyectos de riego, fueron algunas de las conclusiones que arrojó el Plan de Riego en la Cuenca del Itata iniciado en octubre del año pasado.
El proyecto impulsado por la Comisión Nacional de Riego (CNR) fue ejecutado por el Departamento de Recursos Hídricos de la Facultad de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Concepción.
"Necesitábamos plasmar la realidad de la Cuenca del Itata para planificar las próximas inversiones en riego. Acá se recogieron los requerimientos y las necesidades de los agricultores, de las organizaciones de usuarios del agua, entre otros, para desarrollar un plan de trabajo a mediano y largo plazo que se traduzca en una política nacional de riego", detalló el coordinador regional de la CNR, Paulo de la Fuente, ante un centenar de agricultores, dirigentes agrícolas y académicos que asistieron al cierre.
De la Fuente resaltó que este trabajo está pensado en la continuidad, independiente del gobierno de turno, incluso considerando la eminente concreción de la nueva región de Ñuble.
Requerimientos
A su vez, el jefe del estudio, Gabriel González, destacó que entre los aspectos relevantes se detectó la necesidad de concretar 602 proyectos de riego y requerimiento de transferencia tecnológica para realizar un uso eficiente de las inversiones del Estado.
"Se detectaron necesidades puntuales, desde resolver la aplicación en pequeños invernaderos y huertos frutales hasta situaciones en Juntas de Vigilancias", dijo el investigador de la UdeC Chillán.
González también afirmó que uno de los puntos que mayormente llamaron la atención fue la necesidad creciente de agua potable en sectores rurales.
En cuanto a las proyecciones de este plan, el jefe del estudio recordó que el horizonte bordea los cinco años.
"Esta es la línea a seguir. Creemos que hacer gestión hídrica con una perspectiva de cuenca es el primer paso que está dando la CNR", comentó González.
Por su parte, el seremi de Agricultura, Rodrigo García, destacó el trabajo que se hizo con los distintos actores en el territorio.
"Lo que más destaco del plan es la participación ciudadana, porque creemos que las inversiones en riego requieren de la participación de los privados en cuanto a la identificación de los proyectos y para desarrollar un trabajo integral en la gestión de los recursos hídricos", dijo.
En tanto, el director regional de Indap, Andrés Castillo, valoró la realización de este proyecto, cuyos resultados serán de utilidad en la aplicación de programas destinados a los pequeños productores y la agricultura familiar campesina.
"Esperamos que todas las iniciativas que surjan en el Valle del Itata y de las zonas del secano de Ñuble utilicen las energías alternativas", sostuvo el directivo de Indap.
Perspectivas del plan
El proyecto incluyó a los territorios de las comunas de Ninhue, Trehuaco, Portezuelo, Ránquil, Coelemu, Quillón, Bulnes, San Ignacio, Pemuco, Yungay, El Carmen, Pinto, Cabrero, Coihueco, San Fabián, San Carlos, Chillán, Chillán Viejo, San Nicolás, Tucapel, Quirihue, Florida, Cobquecura y Tomé. Este trabajo pretendió generar un plan con mayor participación ciudadana, donde sean los actores involucrados, las comunidades de regantes y las organizaciones de usuarios quienes generaron las demandas, a fin de plasmarlas en un plan estratégico nacional.