Alto nivel de endeudamiento
Las empresas deberán revisar sus parámetros, para no generar una burbuja de deudores que pueda estallar a futuro.
La Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras ha presentado el informe de endeudamiento 2016, que revela la situación de las personas en la banca y en las tarjetas de crédito no bancarias, créditos de consumo e hipotecarios. De acuerdo con el estudio, hay unos 5 millones de chilenos endeudados, con compromisos a junio de 1,6 millones de pesos como promedio, con un aumento 0,7% real (descontada la inflación), respecto a igual fecha de 2015.
Lo preocupante es que el 40% de los endeudados en Chile tiene ingresos mensuales menores a 500 mil pesos, por lo que tienen comprometido más de tres veces sus remuneraciones. Dentro de los grupos morosos, los segmentos de menores ingresos, los adultos mayores de 65 años y los jóvenes menores de 30, presentan los mayores índices de deuda impaga.
El endeudamiento no responsable es una espiral a la que se ingresa con mucha facilidad, pero de la cual es difícil salir. Las tarjetas de crédito ofrecen un amplio sistema de cuotas para la compra de bienes, pero los intereses terminan asfixiando a muchas familias. Es cierto que el acceso al financiamiento ha permitido que las familias aumenten sus niveles de consumo y modifiquen sus condiciones de vida, pero también se ha acompañado de un incremento del endeudamiento. A medida que se ha abierto el acceso al crédito para los segmentos medio-bajo y bajo, especialmente, éstos han caído en un sobre endeudamiento.
Algunos informes revelan que Chile lidera las compras de vestuario en América Latina y tiene el parque automotor más moderno. Paralelamente, multitiendas chilenas se han expandido a Latinoamérica, poniendo en práctica las mismas recetas para incentivar el consumo mediante promociones y tarjetas. Obviamente, no se trata de renunciar a un sistema que ha permitido a las familias acceder a nuevos bienes, tecnologías y mejorar su calidad de vida. Sin embargo, un sector importante no lo ha asumido con responsabilidad. Las empresas deberán revisar sus parámetros, para no generar una burbuja de deudores insolventes que pueda estallar a futuro.