Juegos de La Araucanía, el gran evento deportivo que albergó Chillán este 2016
BINACIONALES. Desde el 14 al 17 de noviembre Chillán fue el epicentro del atletismo en el cual lucharon más de 400 exponentes del sur de Chile y Argentina de la categoría Sub 18.
Más de 400 atletas del extremo sur de Chile y Argentina de la categoría Sub 18 dieron vida a la versión XXV de los Juegos de La Araucanía que tuvo a Chillán como escenario del atletismo, disciplina en la cual los dueños de casa destacaron a gran altura.
Deportistas de seis provincias de Chile y seis de Argentina formaron parte del evento deportivo más importante que albergó la ciudad durante este 2016 y que se prolongó desde el 14 al 17 de noviembre con pruebas que se realizaron en el Estadio Atlético Quilamapu y que remató con la pedestre por el centro de la ciudad.
Una de atletas que brilló con luces propias fue Catalina Bravo, quien este año ratificó todos los éxitos que arrastra desde que era una niña. La joven de 18 años fue la primera chillaneja en subirse al podio, merced a los 45.04 metros, lo que le valió quedarse con el primer lugar y la respectiva medalla de oro y de paso rompió el récord de los Juegos Binacionales, vigente desde el 2002. "Venía cansada, no pude dormir en mi viaje desde Argentina. Había mucha ansiedad, lo que me generó nervios en un principio y anular el lanzamiento dos veces, pero después me la jugué e hice buenos lanzamientos. Estoy muy feliz con este resultado", enfatizó Catalina Bravo, quien el día antes fue el oro en el Sudamericano de Menores.
Además, Catalina obtuvo la medalla de plata en el lanzamiento de la bala.
También destacó la atleta Rafaela Ramírez, quien fue oro en el salto alto. La joven estudiante del Colegio Padre Hurtado de 14 años, debutó en la justa binacional y marcó 1.60 metros. "Fue agradable, llegué recién de Brasil donde no me fue muy bien, pero si donde gané mucha experiencia y ganas en mis primeros juegos fue muy gratificante. En mi casa alcancé a dormir 30 minutos llegué a las 7.30 a la plaza de Chillán. "Era algo que no pensaba, pero salió", dijo quien ante de La Araucanía dijo presente en los Juegos Sudamericanos de la Juventud en Joao Pessoa en Brasil.
En el último día de competencia en Quilamapu, la potencia del estudiante de la Universidad del Bío Bío, Rodrigo Escares, fue clave para que el team de la región se quedara con el oro en la posta 4X400. "Fue una gran experiencia, mucha presión, tuve que planificar la carrera de buena manera y no salir con todo, la idea era esperar el momento preciso para llegar en buena posición, me pasaron, pero en los últimos cien metros entregué lo mejor. Estoy muy satisfecho", dijo Escares cuyo entrenador es Francisco Ávila.
Esa misma mañana del caluroso 14 de noviembre, la ex hurtadiana Carolina García fue segunda en el lanzamiento de la jabalina, aunque su objetivo era el oro, razón por la cual quedó disconforme con su resultado.
No sólo el atletismo supo de actuaciones destacadas de deportistas ñublensinos durante, ya que en ciclismo el quillonino Sebastián Rebolledo fue parte del equipo del Bío Bío que se quedó con la medalla de plata en la contrarreloj. Finalmente el equipo regional se quedó con la general.
Los atletas se destacaron, sin embargo, la deuda se instaló de lleno en la natación que se desarrolló en Concepción y que no logró instalar a ninguno de los doce exponentes en instancias finales, caso aparte es el de los deportes colectivos en los cuales la presencia chillaneja se redujo al voleibolista Simón Albornoz, fenómeno que se explicaría por la mirada centralista de los entrenadores de Concepción.
La competencia binacional la organizó el Ministerio del Deporte y la ejecutó el Instituto Nacional del Deporte que en ese tiempo comandaba a nivel regional el chillanejo Camilo Benavente.
El desafío se traslada a Chubut
La cita del 2017 se realizará en la provincia Argentina de Chubut, hasta donde esperan arribar Catalina Bravo, Carolina Correa, Rafaela Ramírez, más una nueva camada de nadadores. Ellos esperan cruzar la cordillera y sumar nuevas medallas. Los Juegos contemplan una rotación de las sedes en forma aleatoria entre Chile y Argentina, modalidad que se arrastra desde su creación en 1992 en la Región de La Araucanía.