Chillán, ¿ciudad de las longanizas o del arte?
Director Escuela de Cultura Artística.
"Chillán, cuna de héroes y artistas". Alguien acuñó ese rótulo que tanto nos gusta. Lo de héroes dada la cantidad de nombres que destacan en nuestra historia por arriesgar sus vidas en hazañas militares del pasado y nadie que ame la paz deseará engrosar esa lista en el futuro.
Sin embargo, artistas, es una palabra que se proyecta desde el pasado con nombres egregios y gloriosos, pretérito que miramos con orgullo, pero que nos empuja con fuerza a proyectarnos al futuro.
A esta altura ya todos tenemos claro que vivir de pasadas glorias no nos sirve, que quedarnos estáticos pavoneándonos con los nombres de grandes artistas que se fueron es una peligrosa práctica que nos inmoviliza. Entonces, ¿qué hacer?. La respuesta es obvia: avanzar, movernos. La pregunta es, ¿cómo?.
Presento algunas sugerencias. En primer lugar, aceptar que ese hermoso eslogan, es conocido sólo aquí. Cuando afuera se nombra Chillán, inmediatamente se nos moteja "la ciudad de las longanizas", sabroso sobrenombre pero que se sobrepone al concepto de ciudad artística, ciudad culta.
Aunar esfuerzos es mi proposición, crear conciencia, a todo nivel, que la meta es instalar el concepto real, que Chillán es cuna de artistas. ¿Cómo se instalan los grandes conceptos en la ciudadanía?. Creando un plan estratégico, que no salga solo de la autoridad, si no de un equipo multidisciplinario, cuya voz e imagen sean los medios de comunicación. Nada se puede lograr si los medios, despojados de toda competencia y egoísmo, no están a la cabeza de este plan de largo aliento que deberá abarcar, desde la cuna, para enseñarle al niño que en nuestra ciudad las paredes no se rayan, los papeles no se botan en la vereda y que el arte es una hermosa forma de vida. Necesitamos descubrir los talentos, formarlos con disciplina y rigor artístico, becarlos. Necesitamos que los talentos estudien en serio, con proyección de vida y no como un hobbie mientras dan la PSU. Esa mentalidad hay que crearla y quien puede ser fundamental en este equipo forjador del futuro artístico de Chillán son los medios de comunicación, que en forma intencionada, cohesionada, con clara conciencia de lo que se persigue, formen la nueva mentalidad que soñamos. Si, es verdad, no todos serán artistas, pero todos entenderán que el ser humano no es solo materia, dinero, hedonismo, también es espíritu, que es, tal vez, lo más importante.
Tenemos un teatro a nivel mundial, ahora hay que proveerlo de artistas. Necesitamos entonces, una Escuela de Arte, también a nivel internacional, que luego derive en una Universidad de las Artes, tenemos que dejar de mirarnos el ombligo provinciano, levantar la vista y ser capaces de crear proyectos tales que, en cincuenta años más, estén florecientes y fecundos.
Juan Pablo Garrido,