Quillón se vistió de gala y con justa razón. La 1º Fiesta del Pastel de Choclo prometía ser un evento de antología, cuestión que cumplió con creces para deleite de los cientos de visitantes que se dejaron caer en el sector Santa Ana de Caimaco, repletos de ansias de probar estas delicias hechas a base de maíz.

El lugar elegido para llevar a cabo el evento no fue casual. San Ana de Caimaco se encuentra a unos 5 kilómetros desde Quillón urbano en dirección a Nueva Aldea, siendo un sector que tradicionalmente produce sabrosos choclos. Por lo tanto, la idea era resucitar ese espíritu gastronómico y que mejor que hacerlo con un plato tan típico de la temporada estival.

"Esta ya es la tercera fiesta costumbrista de la época de verano que se realiza en Quillón. Estamos muy felices porque le estamos dando una identidad a cada uno de los sectores rurales de la comuna, los que representan el 50% de nuestra población. Queremos ser los líderes nacionales en materia de fiestas costumbristas", sostuvo el alcalde Alberto Ghyra acerca de este evento que compone el abanico de las 15 fiestas costumbristas que actualmente se realizan en la ciudad balneario.

La gente no tuvo inconvenientes para repletar los distintos stands dispuestos y disfrutar de un pastel de choclo de un kilo a sólo $3.500. Pero eso no fue todo, pues también se ofrecían sendos choripanes ($2.000) equivalentes en tamaño a un hotdog, empanadas, cervezas y demás delicias. A eso se sumaron diversas exquisiteces culinarias como conservas, legumbres de la temporada, verduras frescas, variedad de licores y mermeladas, entre otras exquisiteces. Todos ingredientes que hicieron de la festividad una jornada inolvidable.

"Esta fiesta se realizó en un sector que no tenía una fiesta costumbrista consolidada. La temática del programa estival de Quillón es que cada sábado se realice una fiesta costumbrista en un sector de la comuna. El próximo fin de semana le toca a Peñablanca, donde realizaremos la Fiesta de la Cosecha del Trigo, luego viene Huacamalá con las carreras a la chilena y así sucesivamente", comentó el encargado de turismo comunal, Miguel Pedreros.

Mucho nervio

La presidenta de la Junta de Vecinos de Santa Ana de Caimaco, Donatila Sepúlveda, no cesaba de correr de un lugar a otro. Estaba nerviosa por el resultado del evento, pero a medida que fue viendo como los visitantes arribaban en masa a disfrutar de los exquisitos pasteles de choclo que salían humeantes de los hornos dispuestos para la ocasión, fue relajándose.

"Esto nos demandó mucho trabajo. Estuvimos días enteros arreglando todo para que fuera un éxito. Es primera vez que hacemos una fiesta de este tipo y teníamos algo de susto porque no sabíamos cómo nos iba a resultar. Aceptaremos las críticas constructivas que nos hagan al respecto porque sabemos que nos faltaron detalles como los pocillos de greda, pero en el futuro nos vamos a ir perfeccionado", contó.

Mientras tanto, los acordes folclóricos de los músicos dispuestos amenizaban el ambiente. A fin de cuentas, era una fiesta y así se vivió.