Mabel González / Agencias
La primera ministra británica, Theresa May, apostó por un "brexit" duro, al confirmar ayer que el Reino Unido saldrá del mercado único europeo y prometió que el acuerdo final con Bruselas será sometido al voto del Parlamento.
En el palacete londinense de Lancaster House, en presencia de los embajadores de los otros 27 miembros de la UE, May dio, por primera vez, detalles de su plan de negociación con Bruselas, una vez que active el decisivo artículo 50 del Tratado de Lisboa, que es el que activa el retiro de un país miembro del bloque europeo.
Después de meses de incertidumbre sobre el modelo de relación que busca con la Unión Europea (UE) tras el "brexit", la primera ministra explicó que el país abandonará el mercado único, ya que de otra forma no podría limitar la libre circulación de ciudadanos de los países de la UE.
Si se quedara en el mercado único, el Reino Unido no saldría por completo del bloque, pues estaría sometido a la legislación comunitaria, apuntó la conservadora May, quien, no obstante, señaló que buscará negociar un acuerdo comercial "lo más amplio posible" con la UE, para beneficio de ambas partes.
El discurso de May fue criticado por los políticos de la oposición, quienes manifestaron inquietud por las consecuencias fiscales que implicará la salida del mercado único.
El líder laborista, Jeremy Corbyn, acusó a May de buscar transformar al Reino Unido en un "paraíso fiscal a la orilla de Europa" por la posibilidad de que el país se vea obligado a crear una economía con una carga fiscal muy baja.
Por su parte, el líder liberal demócrata, Tim Farron, criticó a May por no someter el acuerdo final al voto de los británicos y limitarse al visto bueno de las dos cámaras parlamentarias.
El visto bueno de los diputados es visto como crucial. Esto, después de que un grupo de ciudadanos exigiera en los tribunales que el Gobierno no puede activar el artículo 50 sin la aprobación del Parlamento, proceso que está pendiente del dictamen final del Supremo británico, que se conocerá este mismo mes.
Esa prometida votación provocó una valorización de la libra esterlina en los mercados, después de haber caído cerca del 20% cuando ganó el "brexit" en el referéndum del 23 de junio pasado. La moneda británica subió ayer un 2,8% frente al dólar y un 1,89% frente al euro.
12 objetivos
En su largo discurso, seguido con gran expectación en el Reino Unido y en otros países comunitarios, May explicó que se marcó doce objetivos de negociación, entre los que mencionó su intención de salir de la unión aduanera, porque continuar en ella le impediría al país negociar acuerdos comerciales con naciones no comunitarias.
Entre otras, la primera ministra admitió que probablemente tenga que seguir haciendo contribuciones a las arcas comunitarias cuando abandone la UE y abogó por un acuerdo "transitorio" que permita una salida ordenada.
En materia de inmigración, May reiteró que buscará, "lo antes posible", un acuerdo para garantizar los derechos de los comunitarios que viven en el Reino Unido y de los británicos que residen en el continente, sin aportar mayores detalles.
Pese a que el Reino Unido adoptará sus propias leyes migratorias, la premier dijo que quiere recibir a los ciudadanos más calificados y a los que quieran visitar su país.
Piden preservar acceso a mercado único
La Corporación de la "City" -el municipio del distrito financiero londinense- y los empresarios británicos agradecieron que la primera ministra haya detallado sus prioridades para el "brexit", pero pidieron que preserve el máximo acceso al mercado único, pues, a su juicio, es importante para los sectores de servicios profesionales y financieros. Asimismo, advirtieron que descartar la permanencia en el mercado único "reduce las opciones para mantener una relación comercial sin barreras" con la UE.