Para mañana y el jueves en Chillán, según meteorología de Chile, se presentarán temperaturas que alcanzarán los 39 grados celsius, la que sería la temperatura más alta en lo que va de la temporada y seguiría configurando el mes de enero como el más caluroso en cuarenta años.
De acuerdo a lo estimado por Marcos Hernández, experto de la Dirección Meteorológica de Chile, a partir del miércoles y el jueves "las temperaturas máximas bordearían los 37 a 38 grados celsius en Chillán. Esto vendría con un aumento del viento que sería entre los 40 a 60 kilómetros por hora".
El meteorólogo explica que esta situación no es tan frecuente, pero se ha registrado en periodos anteriores. "Existe actualmente una alta presión atmosférica cálida, lo que produce el viento Puelche o viento del Este, que al azotar en la cordillera se comprime y genera alta temperatura en la zona".
Al experto le preocupa esta condición, ya que si se presentan incendios forestales, es muy fácil la propagación y el control de los siniestros se torna difícil. Hernández señala que la temperatura máxima histórica para Chillán fue de 39,5 grados, el 25 de febrero del de 1963. "Si bien estamos pronosticando entre 37 y 39 grados, puede suceder un alza y superar el record del '63", aseveró.
Por otro lado, el agroclimatólogo de la Universidad de Talca, Patricio González señala que este mes de enero estamos pasando registros históricos en la capital de Ñuble.
"Para el miércoles (mañana) serán 37 grados y el jueves 38, el viernes 34 y sábado 33. Hay que estar muy alertas, ya que estas temperaturas son de alto riesgo para incendios forestales. El 20 de enero en Chillán ya se tuvo una temperatura de 37 grados a las 15.10 horas. Nuestra previsión es que este mes de enero está 2,8 grados más alta que la de los últimos 40 años. Estamos viviendo un periodo extremadamente cálido, que condiciona en demasía la propagación de siniestros", desarrolló Patricio González.
Cuidados ante el calor
Desde el Servicio de Salud Ñuble llamaron a prevenir enfermedades asociadas a la ola de calor y a la presencia de humo en la zona. Al respecto el subdirector de Gestión Asistencial, Walter Garrido, explicó que hay que evitar "la exposición directa al sol a las horas de mayor temperatura y además tomar resguardos como usar ropa y calzado ligeros y sueltos, ropa clara o neutra utilizar gorro y lentes que protejan del contacto directo con el sol y usar protector solar sobre factor 30".
El profesional también recomendó una constante hidratación, además de permanecer en lugares frescos, ventilados, y tratar de evitar realizar ejercicio al aire libre y preferir comidas ligeras que ayuden a reponer el líquido.
Miguel Ángel Orrego, coordinador de emergencias del Servicio de Salud Ñuble, se refirió a situaciones de emergencias que podrían ocurrir por los efectos del calor.
"Es necesario consultar en centro de salud en caso de compromiso del estado de conciencia; mareos, vómitos, debilidad; tos persistente; dificultad para respirar; silbidos en el pecho y conjuntivitis o sensación de arena en el ojo", aseveró Orrego.
Vigilancia del agua potable en incendios
Desde la seremi de Salud, el jefe de Acción Sanitaria, Hugo Rojas, se refirió al resguardo del agua potable para beber y el aire cuando hay incendios. "En un incendio forestal nuestro trabajo se orienta a mantener vigilancia y cuidar de las fuentes superficiales o abastos de agua potable que pudiesen ser afectados en su funcionamiento por la precipitación de cenizas u otros elementos derivados del siniestro. Además chequear si existen de instalaciones que tienen sustancias químicas u residuos peligrosos que afecten a la población. La idea es tomar las medidas sanitarias para proteger la calidad del agua de beber y el aire", dijo.