Ingrid Acuña Caballero

Uno de los temores vividos durante la emergencia fue que los focos de incendio se propagaran o aparecieram en los puntos más críticos de la provincia. En Ñuble, el Centro Integral de Tratamiento Ambiental (CITA) de Ecobio es uno de ellos.

El relleno sanitario, ubicado en Llollinco, localidad rural que pertenece a Chillán Viejo, tiene como complejidad no sólo la basura domiciliaria que guarda, sino además los desechos industriales, muchos de ellos tóxicos. Esto sumado a que colinda con un bosque al norte, además de una pradera de espinos, huingán y mucho pasto seco, altamente combustible, y hacia el sur con más bosques de eucaliptus, genera una potencial bomba de tiempo en caso de que llegue el fuego.

"Toda la zona está en inminente peligro. Me refiero a Quilmo, Quilmo Bajo, el sector de los rellenos, Llollinco, camino San Rafael, etc. Esperemos que no surja ningún foco, pero si llega a suceder los daños que podría generar dependen del lugar de inicio y de la dirección y velocidad de los vientos, como también de la temperatura. Hay muchas plantaciones, pastizales secos y arbustos en el sector, por ello esperemos que no ocurra nada", dijo Ulises Lari, presidente del comité ambiental de Chillán Viejo.

El sector es constantemente monitoreado, dado que el verano pasado a esta misma fecha se presentó un incendio que complicó a los vecinos del sector y a las autoridades.

"Hasta el minuto no hemos tenido ninguna información al respecto y sabemos que la empresa tiene su plan de contingencia y brigadas, pero no hemos tenido antecedentes de que haya ocurrido algún evento", recalcó Antonio Arriagada, encargado de la oficina medioambiental del municipio chillanvejano.

Cortafuegos que se ampliaron de 10 a 20 metros fueron parte del protocolo de emergencia en el cual comenzó a trabajar la empresa Ecobio, para que en caso de tener un incendio cerca, éste no llegue al predio donde se ubica el CITA.

"Efectivamente en el relleno sanitario manejan ellos sus protocolos internos preventivos y reactivos, nosotros hemos estado trabajando al respecto y yo que estoy como encargado comunal para poder trabajar en conjunto en caso de un siniestro, pero hasta este minuto no tenemos ningún foco cerca y no hay riesgo. En los protocolos internos se han manejado bastante bien, ya que han aumentado el número de extintores y hay un aumento de bomberos especializados", recalcó Carol Lagos, encargada de la Dideco de Chillán Viejo y de emergencia comunal.

Rodeado de bosques

En Cobquecura hay 25.741,2 hectáreas incluidas en las explotaciones forestales. La mayor cantidad es usada para plantaciones forestales ( 19.951 hectáreas) y le siguen en segundo lugar, en cuanto a su uso, las que están destinadas para bosque nativo (3.838,6 hectáreas), datos que entregó el Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren).

El aumento en este tipo de plantaciones no ha parado y las autoridades ven con preocupación que ninguna ley regula a este tipo de empresas y tampoco a los villorrios que están cercanos.

"Es una preocupación constante. Lo que pasa es que este es un tema que nadie quiere tocar, no sé si por miedo al imperio maderero o es un tema poco popular como para legislar, pero nosotros quienes vivimos al lado de las plantaciones queremos que nos resguarden", exigió el alcalde de Cobquecura, Julio Fuentes.

Uno de los puntos críticos que durante la presente emergencia concentró la atención de las autoridades fue el territorio de Corrales-Chacrillas y específicamente el sector denominado El Durazno, que es donde está el límite con la comuna de Quirihue.

"En este lugar concentramos a personal de bomberos y se refuerza con camiones aljibe y se está protegiendo para que el fuego no baje a Cobquecura, porque con la cantidad de plantaciones forestales, esto podría generar una catástrofe incontrolable", sostuvo Julio Fuentes.

A juicio del alcalde es difícil que las plantaciones se detengan, lo que se suma con que ninguna de las empresas paga tributo en la comuna, por lo que la llegada de estas firmas sólo generan destrucción de caminos y absorben la poca agua que va quedando en las napas subterráneas.

"Estamos absolutamente rodeados de predios forestales por las empresas más grandes de este país, lo que nos ha generado problemáticas hasta del tipo alimentarias, ya que no hay ni siquiera donde sembrar, y con el riesgo de incendio que siempre está presente. Obviamente esto se agrava en tiempos como éstos que son de sequía, ya que estos predios nos toman toda el agua producto de tanta plantación y se producen este tipo de riesgos forestales", subrayó el alcalde de Cobquecura.

Se aprendió la lección

El incendio que ocurrió en el 2012 en Quillón fue la prueba de que no se estaba preparado para un desastre de esa envergadura, cuando el primero de enero comenzó el incendio en el sector de Pichiqueime, el cual arrasó con 27 mil hectáreas de bosque, plantaciones y cultivos agrícolas.

Parte de esta emergencia tocó a la planta paneles de Celulosa Arauco, en Nueva Aldea, la cual está cercana a la comuna de Ránquil, la que debió evacuar de urgencia.

"Después de la emergencia que ocurrió hace algunos años, la empresa tomó medidas bastante acertadas, una de ellas es instalar toda una red húmeda muy moderna. Una red completa de agua para emergencia y también tiene equipo bomberil y carros instalados. Está bien resguardado y otra de las cosas que puede favorecer es que con el incendio que ocurrió hace un par de años se quemó todo lo que era la parte alta, lo que es el bosque grande, ahora sólo queda bosque pequeño y eso debiera favorecer", explicó el alcalde de Ránquil, Benito Bravo.

Pero pese a la preparación y prevenciones que se tomaron cuando comenzaron los incendios en la provincia, la comunidad de Ránquil sigue inquieta.

"Todos estos días han sido complicados y nosotros hemos estado con bomberos atacando un sector que es de alto riesgo, en lo que es la parte sur poniente de la comuna y se logró contener, pero igual la comunidad está intranquila", confidenció Benito Bravo.

Quemas agrícolas

Los rastrojos agrícolas y las siembras de trigo que aún no se cosechan son también un combustible incontrolable cuando se enciende. La comuna de Pinto sabe de eso y comenzó a elaborar un tríptico en el cual se detalla qué elementos pueden producir un incendio y las consecuencias que estos tienen.

"Invitamos a la comunidad, especialmente a los agricultores, a que tengan la responsabilidad de realizar cortafuegos con sus máquinas particulares, lo cual hoy ya es una necesidad imperiosa. Nosotros de manera particular, como municipalidad, hemos estado participando y realizamos cortafuegos en las villas que colindan con terrenos que tengan pastizales naturales", indicó Manuel Guzmán, alcalde de Pinto.

Son las villas Padre Hurtado y Manuel Rodríguez, junto con el sector Las Vegas, los que mantienen preocupados a las autoridades.

"En Las Vegas se produjo un incendio por la irresponsabilidad de alguien que estaba soldando cuando había mayor temperatura. Las chispas comenzaron el fuego que se llevó todos los rastrojos e incluso el trigo que no se había cosechado", aseveró Manuel Guzmán.

"Chile es un país reactivo y no preventivo y eso siempre nos ha complicado. Esperemos que tomemos conciencia y que podamos tener la prevención hecha o medianamente hecha, porque si bien la naturaleza es impredecible, tener algún resguardo nos va a permitir tener una dirección correcta hacia donde enfocar las miradas", dijo el alcalde.

"Estamos absolutamente rodeado de predios forestales por las empresas más grandes de este país, lo que nos ha generado problemáticas hasta del tipo alimentarias".

Julio Fuentes, Alcalde de Cobquecura"

2012 ocurrió el incendio en el cual se vio afectada la planta paneles de Celulosa Arauco, en Nueva Aldea, la cual está cercana a la comuna de Ránquil.

19.951 hectáreas usadas para plantaciones forestales es lo que registra la comuna de Cobquecura según el catastro del Centro de Información de Recursos Naturales (Ciren).