Acta literaria y doctor Andrés Gallardo Gallacey
"Hay que ser más rigurosos que nunca, tener muchos ojos y muchos oídos y de verdad comprobar con fuentes confiables. Ese es el rol del Periodismo".(M. O. Monckeberg) Ante la majestad de la muerte, sólo nos queda el gran ejemplo de este maestro y amigo que nos dejó el legado de su trayectoria.
He recibido con mi gratitud mayor, la edición N°53 de la Revista Acta Literaria, correspondiente al segundo semestre de 2016, Profesor del Departamento Español de la Facultad de Humanidades y Arte de la Universidad de Concepción es el Dr. Andrés Gallardo, que en los primeros días de Julio 2016, falleció. Una razón muy importante para que esta edición del Acta Literaria (240pp.) estuviese dedicado a su nombre. Sorprendente noticia fue en su oportunidad, tal vez porque todo deceso está precedido de una enfermedad, que de algún modo prepara el ánimo antes del fatal desenlace. Cierto es que el profesor Gallardo, con 75 años (había nacido en Santiago de Chile, en el año 1941), nada indicaba que este final llegará tan pronto. Las palabras de presentación de la revista, acusando este hecho, dejan de manifiesto que estaba muy bien cumpliendo las bondades de su magisterio. Así lo dice su redactora, la Dra. María Teresa Aedo Fuentes: "Además, de su destacado trabajo académico, como doctor en Lingüística, Andrés Gallardo cultivó la literatura con obras narrativas, entre las que se cuenta "Historia de la Literatura, y otros cuentos (1982). "Cátedras paralelas" (1985); "La nueva provincia" (1987); "Obituario" (1989); "Tríptico de Cobquecura" (2007); "Estructura inexorables de parentesco" (2000)".
Tengo esas obras, cada una de las cuales, me las envió siempre con una amistosa dedicatoria que yo he comentado en mi columna periodística o en mi revista.
Fue invitado a la Academia Chilena de la Lengua en abril de 2001. Yo me integré a la Academia el 2002, situación que me permitió conocerlo con mayor profundidad. Como testimonio de amistad, me regaló un cuaderno de 25 páginas, donde aparece el discurso de recepción que en su homenaje, pronuncio la académica Adriana Valdés, de la Academia Chilena de a Lengua.
En el discurso de recepción sólo se advierte, la alta consideración académica que tenía Andrés entre sus pares, sino también las altas virtudes de su amistad y las condiciones humanas que lo adornaban y que, por supuesto echaremos mucho de menos tanto dentro, como fuera de la Academia que nos comprometido como miembros de sus registros.
Ante la majestad de la muerte, sólo nos queda el gran ejemplo de este maestro y amigo que nos dejó el legado de su trayectoria como ser humano y profesional.
Por Carlos René Ibacache, Miembro Correspondiente
por Chillán de la Academia Chilena de la Lengua.