Bomberos espera afrontar el gasto en las emergencias con apoyo de Onemi
CHILLÁN. Superintendente José Luis Valderrama detalló el trabajo que han desplegado los voluntarios en la provincia y en zonas como Penco o Constitución por los incendios.
Las últimas dos semanas han sido para el Cuerpo de Bomberos de Chillán las más activas en muchos años. Sus voluntarios no sólo han estado apoyando la contingencia de incendios forestales en Ñuble, donde han sido requeridos con su auxilio en Quillón, Coelemu, San Nicolás o Portezuelo, sino que también han ayudado a combatir focos en Constitución o Penco.
Las estadísticas de salidas diarias superan ya por lejos a las de un año normal y el cansancio y la fatiga aparecen en los rostros de los voluntarios, muchos de los cuales son jóvenes que pasan varios días en el cuartel central de calle 18 de Septiembre y El Roble.
De todo ello ha sido testigo el superintendente de Chillán, José Luis Valderrama Molina, quien con 32 años de labor en la institución reconoce que lo ocurrido en el país estas últimas semanas escapa a la normalidad y si bien prefiere no aventurar tesis sobre la intencionalidad de muchos focos, reconoce que llaman indudablemente la atención, pero que son casos que deben esclarecer los entes policiales y fiscalía.
A lo que sí se refiere es a la respuesta que ha tenido la comunidad frente a la emergencia, algo que los ha sorprendido gratamente. Sin duda, los chillanejos se han sensibilizado con la catástrofe.
-En promedio, ¿cuánta gente está diariamente de servicio en Bomberos?
Son más o menos 90 bomberos. Hoy tenemos 80 voluntarios de distintos lugares y estacionarios en los cuarteles unos 40 más que están listos para salir y hacer la renovación de personal.
-¿Ha sido la semana más activa de la temporada?
Nosotros partimos el día 1 de enero con los llamados locales. Luego del 10 al 14 hubo una baja importante y después se activó el día 15 y de ahí no hemos parado. En esto han tenido mucho que ver las temperaturas, también los predios que no están limpios, o sea, también hay un descuido de la mano del hombre.
Hemos estado en Constitución con cuadrillas trabajando, hemos enviado tres veces unidades para allá. En Coelemu hemos estado trabajando. El Cuerpo de Bomberos de Chillán ha estado apoyando a todos los cuerpos de Bomberos de la provincia y dejando cuatro unidades para lo que es servicio local, más el apoyo municipal con dos camiones aljibe y dos aljibe de Chillán Viejo. El viernes a las 19.30 horas nos llegó un carro bomba urbano de alta presión, con capacidad de 4 mil litros de agua para incendios estructurales, y a las 12 de la noche fue puesto en servicio inmediatamente.
-O sea, no han tenido ningún tipo de descanso.
No, ningún día. Incluso habíamos tomado la decisión con el comandante de hacer un descanso a partir del día miércoles en la noche, pero lamentablemente a las cero horas nos llama el presidente regional de Bomberos para pedirnos apoyo por el incendio en Penco, a las dos y media de la madrugada partió una unidad a Penco y después salió una unidad a Quillón. Así que no hubo descanso para nuestro personal.
-¿Hay algún comparativo que permita saber cómo ha estado la situación este año en relación a la temporada 2016?
El año 2016 hubo una baja considerable en las emergencias, pero esto se activó a partir de septiembre, cuando empezamos a ver una leve alza porcentual de entre un 20 a 30%, que en diciembre se masificó a un 40% y ya estos días no hemos tenido tiempo de hacer estadísticas pero ha sido de un alza mucho mayor, especialmente de apoyo hacia otros cuerpos de bomberos de la provincia, la región o de fuera.
Sequía y megaincendios
-¿Y el abastecimiento de agua ha sido muy complejo por la situación de sequía?
Localmente, en algunos sectores hemos tenido un muy buen trabajo con los sistemas de agua potable rural municipal en Chillán y Chillán Viejo, y Essbio también ha implementado una excelente estrategia, nos han puesto grifos en las copas de agua donde antes no había. Tenemos ya el hidratante para trabajar, también hemos coordinado un trabajo en el sector de Las Mariposas bajo, Los Barriales, donde tienen un sistema de agua.
-¿Hay muchos voluntarios que se han visto afectados en su salud por el combate de los incendios?
En el corto plazo (hemos tenido voluntarios con) quemaduras leves, problemas por falta de oxigenación, agotamiento al máximo, algunos chicos con fatiga. También se produce el estrés térmico, pues los equipos de incendio son para exposición al fuego de 40 minutos hasta máximo una hora. Eso estamos tratando de abordarlo con el sistema de emergencia de SAMU o con el sistema de salud propio que tiene el Cuerpo de Bomberos para los voluntarios. Por ello, el sistema de salud municipal nos ofreció terapias kinesiológicas con masajes para los voluntarios.
-¿Han cuantificado el impacto de estas emergencias en el presupuesto anual de Bomberos?
-En cuanto al presupuesto, no sólo los cuerpos de bomberos de Chillán sino que de toda la provincia vamos a estar con mucho déficit económico. El último acuerdo que tomó la Junta Nacional de Bomberos con Onemi es que cada vez que haya alerta roja se devuelven los recursos, incluso bajando a alerta amarilla, haciendo la declaración respectiva antes de los 30 días. Y por eso este año se han activado alertas comunales y no regionales como en años anteriores.
Nosotros a partir de diciembre hemos tenido bastante movimiento económico, gastos en combustible, alimentación, material menor, hemos tenido dos carros fuera de servicio, además de panas menores por neumáticos, por el trabajo en lugares de difícil acceso para los móviles. Por lo tanto, la Tesorería General del Cuerpo de Bomberos está trabajando en la recuperación de todas las boletas, para poder empezar a hacer las declaraciones y esperemos que funcionen los compromisos. Si no se logra, como pasó en 2015, que los recursos los devolvieron en 2016, vamos a tener problemas económicos los meses de febrero y marzo.
-Es incesante el flujo de gente que viene a colaborar, ¿han tenido todos estos días ese respaldo ciudadano?
La comunidad ha sido excelente, incluso hasta con apoyo económico. Han llegado gente a aportar carros con cosas, bolsas y hasta dinero. La comunidad se ha remecido con toda la emergencia a nivel nacional.
-En su experiencia, lo que se está viviendo a nivel nacional ¿tiene algún punto de comparación?
En los '90 tuvimos un incendio en Florida, en la curva del ingeniero. Era impresionante, verdaderamente estábamos en la "casa del diablo". Esa fue una situación muy parecida. Pero incendios que abarquen simultáneamente tres regiones y con esta magnitud, de verdad llama mucho la atención eso. El concepto de mega incendio apareció en Valparaíso el año 2008 y eso es lo que ocurrió en San Nicolás. Lo que llama la atención es cómo se generan tantos focos una vez que se ha trabajado, se ha liquidado y vuelven a aparecer en distancias no mayores nuevos focos de incendio. Eso es algo que deben dilucidar la Policía de Investigaciones, el Labocar de Carabineros, la fiscalía y por peritos de Bomberos y Conaf.
El dolor del superintendente
El trágico accidente que le costó la vida al excomandante del Cuerpo de Bomberos de Ñiquén, Juan Bizama, resulta notoriamente doloroso para la autoridad bomberil, al punto de quebrarse. "Perdón que me emocione porque cuando recibe esta noticia, te duele… Es una gran familia la bomberil, todos nos conocemos. Realmente en este minuto es un golpe para todo el cuerpo de bomberos, para todos los cuerpos a nivel nacional. Más aún cuando es gente conocida, con quien has compartido una mesa en reuniones técnicas, de apoyo en todas las emergencias, es muy doloroso para nosotros", relató.