Ñuble tiene una concesión vigente para explotar energía geotérmica
CIUDAD. Permiso otorgado durante el 2013 para aprovechar este tipo de combustible, ha tenido muy pocos avances. A nivel nacional existen ocho licencias para realizar este tipo de trabajo.
En la última década se han otorgado más de 80 concesiones de exploración y 9 de explotación de energía geotérmica, números que se han reducido a 44 y 8 permisos respectivamente y que se mantienen vigente. Una de ellas está en Chillán, emplazada en el complejo volcánico Nevados, en el sector Valle Las Nieblas.
Fue el consorcio Enel-Enap, el que en el 2004 se transformó en Empresa Nacional de Geotermia S.A. (ENG), la que se interesó en explorar la zona cordillerana en el 2003. Siete años después solicitó una concesión, pero esta vez para explotar la zona donde se realizaron las prospecciones, la cual fue otorgada en el 2013, dejándola con 8.400 hectáreas para realizar el proyecto, donde solo se planeó ocupar 4 hectáreas para sus perforaciones y cuya concesión aún se mantiene vigente.
Esta semana comenzó a funcionar la primera planta geotérmica de Sudamérica, en Cerro Pabellón, razón que da para pensar que podría comenzar a reactivarse la concesión que hay en Ñuble.
"El país ha visto en varios episodios históricos lo que ha pasado cuando se apuesta a una sola fuente de generación eléctrica, cuando solo tuvimos energía hidráulica y hubo menor disponibilidad de agua, el país tuvo restricciones en el suministro eléctrico por ejemplo. La política de diversificar la matriz energética, dando mayor énfasis al uso de los recursos naturales, es lo que ha mandatado la Presidenta. Tenemos el calor de la tierra, en un país con muchos volcanes, donde comenzó a funcionar la primera central geotérmica y es esa diversidad la que debiera fortalecerse aún más, ya que nos da mayor autonomía energética", comentó Carola Venegas, seremi de Energía.
Los primeros pasos
Si bien este proyecto es el más conocido, en la década de los 90 comenzó de manera muy incipiente la búsqueda de ese tipo de energía renovable. En 1995 la exploración de geotermia en Ñuble se realizó con la Compañía Francesa de Geotermia, la que perforó un pozo de 278 metros, con el cual se pudo detectar una variación de la temperatura de 15°C por cada 100 metros de profundidad.
En aquel momento, los datos arrojaron estimaciones que indicaban que para una temperatura cercana a los 200°C existía un potencial de generación eléctrica de aproximadamente 2,4 MW y si se profundizaba en las prospecciones se podría alcanzar los 270°C, cifra que si bien era positiva, la suma de factores como la nula existencia de una regulación para concesiones de geotermia, no llamaron la atención de las empresas expertas en la materia y el pozo fue clausurado en 1996 por razones de seguridad.
Años más tarde ENG prosiguió los trabajos de exploración, y solicitó la concesión de exploración, sometiéndose al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental en el 2007.
La prospección que se planificó en aquel momento era de 3 mil metros de profundidad, donde se buscaba evaluar este tipo de energía y el potencial para la generación eléctrica, para lo cual se dispuso de US$7 millones.
Finalmente las perforaciones se iniciaron en 2009, en el borde occidental de la zona de las termas, con lo que se dio inicio a las investigaciones para comprobar la posibilidad de obtener energía geotermia.
La iniciativa demoraría unos cuatro meses en la fase de instalación y un año en la etapa de prospección, tras lo cual se evaluará si existe factibilidad para continuar con el proyecto o si se abortaba en caso que resultasen insuficientes las reservas subterráneas termales.
La información que emanó de la investigación dio positivo con lo cual ENG, en el 2010, comenzó con los trámites para pedir la explotación de energía geotérmica, autorización que llegó en el 2013 desde el Ministerio de Energía a través de un decreto.
Durante la tramitación se realizaron preinformes técnicos, donde uno de ellos emanó desde la unidad de Geotermia de la División de Energías Renovables No Convencionales del Ministerio de Energía, donde se detalló que "se tuvo una estimación del potencial del yacimiento mediante simulación aplicada a cálculos volumétricos".
Con este dossier y sumado a otras consultas a diversos organismos del Estado, además de otros requerimientos, se le otorgó la concesión para explotar geotermia.
Obras detenidas
La idea central del proyecto era la perforación, construcción, puesta en marcha y operación de un sistema de extracción, producción y transformación de fluidos geotérmicos en energía eléctrica, para ello se fijó que ENG se encargaría de informar al Ministerio de Energía todos los años un informe de avance de la ejecución del proyecto, el cual detallaba 7 años de trabajo, como también las actividades e inversiones realizadas, con indicación del porcentaje de cumplimiento.
"La concesionaria deberá informar al Ministerio de Energía, en el mes de marzo de cada año, el avance verificado en la ejecución del proyecto comprometido, durante el año calendario precedente. Específicamente, deberá informar acerca de las actividades e inversiones realizadas, con indicación del porcentaje de cumplimiento a esa fecha del programa de trabajo y de las respectivas inversiones comprometidas, de acuerdo a lo señalado en el numeral 3° precedente, debiendo, además, acompañar los documentos que respalden lo informado. La concesionaria también podrá entregar los informes adicionales que estime conveniente, en periodos distintos al indicado", indica el decreto en el cual se aprobó la concesión.
Tras esto fue muy poco lo que se supo de los trabajos y avances que se realizaban, por ello el 2010 y el 2014 funcionarios municipales solicitaron a través de transparencia a la subsecretaria de Energía, el detalle de la solicitud de concesión, información que en las dos oportunidades fue denegada, ya que ENG argumentó que ésta era "reservada y confidencial debido al componente técnico, financiero y comercial cuyo mero conocimiento y potencial de utilización por parte de terceros puede afectar los derechos de propiedad y planes de negocios, causando diversos perjuicios y detrimentos a la empresa".
Uno de los que solicitó el informe fue el encargado de control municipal de Chillán, Wenceslao Vásquez, quien aseguró que "hasta donde sé es que la empresa se adjudicó, pese a nuestra oposición, la etapa de exploración y después se le concedió la concesión para explotación, que son dos cosas distintas y el tema está en que estos momentos me da la impresión que para poder explotar tenían que presentar el Estudio de Impacto Ambiental".
Con respecto a la solicitud enviada a la Subsecretaría de Energía, el encargado de control confirmó que es porque "la información que pedí es porque necesitamos los antecedentes, ya que evidentemente se puede intervenir nuestro predio, ya que la concesión es para explotar energía geotérmica y no para intervenir los suelos y la superficie. Debemos estar al tanto de cómo vamos a ir porque pudiese darse una intervención mayor que nos afecte, además hay que revisar de donde van a salir las líneas de energía eléctrica. Hay muchas cosas que hay que analizar", sostuvo Wenceslao Vásquez.
"Necesitamos los antecedentes, ya que evidentemente se puede intervenir nuestro predio, ya que la concesión es para explotar energía geotérmica y no para intervenir los suelos y la superficie".
Wenceslao Vásquez
Encargado de control municipal"
Los avances en geotermia
Solo Chile junto con Perú, son los países de América del Sur que tiene un marco legal específico para la exploración y explotación de energía geotérmica, la cual es regulada por la Ley sobre Concesiones de Energía Geotérmica, normativa que entró en vigencia en enero del año 2000, fecha en que se ingresaron las solicitudes para realizar estas prospecciones. Sumado a esta regulación, se agrega lo realizado por Sernageomín, organismo que se encargó de entregar la localización de las "fuentes probables" de energía geotérmica, donde se define y delimita 120 sitios en todo el país, y para el otorgamiento de concesiones de estas áreas, las que requiere un proceso de licitación pública.