La estrategia regional que nos cambió
Sabiendo que Chile es un país sísmico, distintos estamentos han realizado una labor tremenda para mitigar esta realidad. La construcción es un excelente ejemplo del desarrollo nacional en el área. Somos una Región que cumple porque tenemos un norte claro. El país debe conocer el escenario que enfrenta un sector que forma hoy a más de la mitad de los escolares.
La Región del Biobío siempre ha estado marcada por la acción de hombres y mujeres valientes e independientes. De líderes que se han distanciado de la espera y se han acercado a la movilización, al arte de construir por sí mismos el esplendoroso porvenir. Lo vemos en la independencia, gestada y proclamada en esta zona. En movimientos sociales, en nuestros próceres de la cultura y en los ilustres ciudadanos, académicos y sociales que proponen y ejecutan en conjunto. Gente resiliente que se sobrepone a la adversidad y que busca protagonizar.
Digo esto porque en Biobío estamos atravesando un periodo fecundo de proactividad en espectros como el político, el empresarial, el social y el académico. Hoy somos una Región que crece más y que crea más empleo que el promedio país y que concreta la obra pública que por años se anheló. Nos aburrimos del llanto, nos interesó la acción.
Somos una Región que cumple porque tenemos un norte claro. Fuimos capaces de establecer una Estrategia Regional de Desarrollo junto al Consejo Regional, dejando atrás las diferencias y haciéndonos cargo de los sueños postergados. Fuimos impopulares por tomar decisiones responsables. Aguantamos el remezón y hoy esto tiene frutos.
Cada vez que nos preguntaron insistimos que el camino era el diálogo y hoy somos una región mucho más descentralizada que antes de 2014. En tres años bajamos de 8,9% de desempleo a 6,8%, gracias a los acuerdos público-privados; lo que hoy nos tiene lejos del primer lugar de desempleo nacional con el que asumimos el Gobierno en marzo de 2014. Y destaco la Estrategia Regional de Desarrollo 2015-2030 porque aprobarla fue un punto de inflexión en la manera en que el Biobío venía entendiendo cómo se debían hacer las cosas. Procuramos, junto al Core Biobío, establecer un clima de colaboración, dejando atrás diferencias políticas; y hoy vemos los resultados del trabajo colaborativo.
El 10 de marzo de 2015 también en Diario El Sur, se publicó una columna cuyo título era "En el Biobío nos aburrimos de llorar" a propósito de la primera edición del REC Rock en Conce, que fue muy exitosa y que armamos sin pedir permiso, sin sentarnos a esperar que vinieran a decirnos de Santiago cómo teníamos que hacer las cosas. Esa política proactiva se consagra gracias al trabajo mancomunado de gremios, universidades, dirigentes políticos, parlamentarios, alcaldes, concejales y consejeros que nos llevaron a dejar atrás el llanto y a entender que el real camino al desarrollo y a la descentralización está en la colaboración local. Al principio fue "sólo" una Estrategia de Desarrollo, hoy vemos que se ha comenzado a impregnar en el ADN regional y eso es y será sólo progreso.
Colegios particulares subvencionados y ahora qué?
Las advertencias de los especialistas respecto de los efectos de la reforma que puso fin al lucro, el copago y la selección, comienzan a tener señales concretas. Esta semana se publicó información, aun parcial, respecto de las decisiones que están adoptando los establecimientos particulares subvencionados. El plazo para tomar decisiones vence el 30 de junio, por ahora la información es la siguiente: 113 colegios van a cerrar sus puertas a fin de año. 106 colegios se reconvertirán en establecimientos particulares, sin subvención.
Al respecto, preocupan tres hechos. Primero, se desconoce públicamente la decisión de más de 5 mil colegios, que deben tomar una decisión dentro de los próximos 60 días. En segundo lugar, la autoridad se ha negado a entregar estos antecedentes en la Comisión de Educación de la Cámara, pese a la insistencia de los diputados de Chile Vamos.
La información sobre la marcha del proceso es importante, no solo las familias potencialmente afectadas por cierre o el traspaso a particulares de sus colegios. El país debe conocer ahora cuál es efectivamente el escenario que enfrenta un sector que forma hoy a más de la mitad de los escolares. En tercer lugar, el estado en el que se encuentra hoy la educación municipal, a la que miles de niños probablemente deberán emigrar, con índices de calidad por debajo de la educación que estaban recibiendo, alejándose, de esa manera, de las oportunidades que les ofrecían los establecimientos que cerrarán o pasaran a ser privados. Cabe señalar que se cumplen 5 años de la puesta en marcha de los 60 Liceos Bicentenario que impulsó el gobierno anterior, establecimientos que demuestran que una educación pública de calidad es posible.
El año pasado de los 20 mejores establecimientos en la prueba Simce dos fueron Liceos Bicentenario (Temuco y San Pedro de Puente Alto). Y de los 10 mejores colegios públicos, 8 fueron Liceos Bicentenario. Los 60 Liceos Bicentenario obtuvieron en promedio 275 puntos en el Simce de Lenguaje, 11,4% sobre la media nacional, mientras que en Matemáticas el promedio fue de 297 puntos, 13,2% por sobre la media nacional. El Gobierno y la Nueva Mayoria, que respaldó la reforma en el Congreso, tienen hoy la obligación de entregar toda la información y de asumir su responsabilidad frente a lo que, probablemente, implique el retroceso en oportunidades para miles de niños chilenos.
Rodrigo Díaz Wörner Intendente de la Región del Biobío
Frank Sauerbaum Ingeniero Comercial-MBA